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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 7 DE DICIEMBRE DE 2011

 

OPINIÓN / ANALISIS

¿Brutal actuación de la policía
en el barrio del Prícipe?

 


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Una pregunta: ¿Se puede neutralizar a delincuentes que tiran piedras y objetos contundentes desde las terrazas, disparando al aire cuatro bolazos de goma y encima sin puntería? ¿Y “eso” es a lo único que se autoriza a nuestros agentes durante una “intervención” policial?. Estoy en la Península, me lo cuentan y no me lo creo. Estoy en Ceuta, lo veo y me lo creo menos todavía. Porque los operativos no consisten en hacer que los agentes se alineen en las calles, para que sean blancos fáciles de las piedras de los delincuentes. Sino consisten en dirigirse directamente a las casas desde donde se están perpetrando los ataques, subir a las azoteas y detener a los criminales.

Y tal vez hablo por hablar ya que al estar filmados los disturbios e identificados los edificios, es de suponer que ya habrán prestado declaración sus moradores porque para subir a la azotea de una casa particular para atacar a la policía se debe contar de manera imprescindible con la autorización de los propietarios que son quienes abren la puerta. De hecho, si desde las alturas de un edificio donde viven personas honradas se comienzan los ataques son los propios vecinos quienes avisan a la policía para impedir a los atacantes que sigan con su particular “guerrilla urbana”.

¿Connivencias y complicidades? Todas conductas punibles y que aparecen claramente definidas y castigadas en las leyes penales. No se trata de utilizar la extinta Ley Corcuera, pero sí de perseguir al delito y al delincuente con todos los mecanismos que la ley otorga. De lo contrario la sensación de inseguridad será una constante ya que los criminales cuentan con complicidades, con el escarnio añadido de que algunos vecinos, los que piden “más seguridad”, aparecen “quejándose” y alegando que en los controles de la Guardia Civil fuera de la barriada no ha habido problemas, lo que es normal ya que se trataba de controles de acceso y sin embargo la policía actúa de forma “brutal” ¿Brutal por disparar cuatro balas de goma y realizar cuatro cacheos? ¡A una buena redada llevaba yo a algunos quejicosos vecinos del Príncipe!

A ver, que me cuenten los quejicas ¿Cuantas puertas de viviendas se tumbaron la otra noche y a cuantos se llevaron en los furgones detenidos? ¿En cuantas azoteas irrumpió la policía y cuantos durmieron en los calabozos? Porque cuando los Geos entran, entran estén los niños, la cuñada o la abuela, y si los padres no quieren que los niños presencien escenas de violencia en las calles, que impidan a los delincuentes actuar en el barrio y les presionen para que se marchen.

Si la policía no actúa se quejan porque no actúa y si aparece y les atacan entonces se quejan porque tiran cuatro bolas al aire. ¿Qué es lo que quieren “exactamente”? ¿Que la policía patrulle, sea atacada y se deje pegar? Bueno, eso no existe en España, aunque tampoco existe un episodio de guerrilla callejera que se salde sin detenciones y sin que se neutralice a “los malos”.

¿Qué se van a manifestar los vecinos ante la Delegación de Gobierno? Maravilloso, pero que no se olviden de llevar un listado con los nombres y las direcciones de los “elementos” que perturban la paz del barrio porque no se trata de protestar “contra” la policía española, sino de protestar “contra” quienes alteran la paz y la convivencia y no encubrirlos con un silencio cómplice. Yo personalmente he visto en barriadas gitanas cómo los vecinos han expulsado a malos elementos, actuando incluso antes que las fuerzas policiales y todos hemos presenciado alguna vez en los telediarios cómo en caso de conflictos sangrientos entre familias, algunas de ellas eran “desterradas” y tenían que salir cagando leches con todas sus pertenencias, porque la ley gitana es más justa, más sensata y más eficaz que estas melindrosas leyes payas tan garantistas y humanitarias con los malos y tan despiadadas con los buenos.

Y que no me vengan con reivindicaciones acerca de la pobreza como generadora de violencia porque eso es mentira. Las personas humildes, los parados con problemas, quienes están pasando un quinario por la crisis y tienen que tirar para Rumanía para hacer carreteras bajo la nieve, ninguna de esas dignas personas delinque. Jamás.

El caldo de cultivo de la delincuencia y del salvajismo es otro. Cuando detuvieron en Madrid a una banda de menores de edad que arrojaban piedras a la autopista y provocaron accidentes la primera medida fue investigar el entorno familiar por si existía por parte de los padres desatención y abandono de los hijos y delimitar si esos padres estaban o no estaban capacitados para cuidar de su prole, porque de no estarlo a los hijos se los retira la Comunidad Autónoma y les mete en un internado. Y esas carencias no las remedian los salarios sociales, sino el que los padres se convenzan de que si no cumplen con sus obligaciones de educar y controlar a sus hijos van a recibir una sanción. Porque esta sociedad otorga muchos derechos, pero exige como contraprestación el cumplimiento de muchas obligaciones y a quien no le guste el sistema, ahí está la puerta.

A la hora que escribo, ya anochecido, no hay noticias de cómo se ha procedido contra los propietarios de las viviendas desde donde se atacó a la policía, ni una explicación de las razones por las que no se subió a las terrazas a detener a los delincuentes que atacaban desde edificios. La sociedad exige una respuesta contundente y de no haberla que actúe de oficio la fiscalía.
 

¿Por qué “secreto de Sumario” en
la muerte de la joven Laura?

El secreto de Sumario es un instrumento que ha de utilizarse con especial cautela y sopesando ventajas e inconvenientes. El secreto procede cuando se puede obstaculizar una investigación en marcha, o existen intervenciones telefónicas o se puede perjudicar el inicio de la instrucción del procedimiento o se está a la espera de nuevas detenciones. Pero hay una víctima y el autor del crimen se encuentra detenido, mientras que la ciudadanía espera con auténtica ansiedad, ser informada sobre los hechos. Es normal cuando se encuentra una investigación en curso y el desvelar extremos de las Diligencias Previas puede perjudicar la labor de los investigadores, que aún se encuentren recabando pruebas o pendientes de escuchas telefónicas, seguimientos o detenciones. Lógico que si existen detenidos y las actuaciones son secretas se hable de que se produce “indefensión” ya que el individuo no sabe exactamente ni de qué se le acusa ni de las pruebas que puedan existir en su contra.

Pero en otros supuestos como en el del acto criminal que ha acabado con la vida de la joven Laura Gutiérrez, al estar su autor plenamente identificado, haber confesado los hechos y estar detenido y a la espera de ser puesto a disposición judicial, el secreto puede ser perjudicial. Porque da pábulo a las especulaciones en las que se puede apuntar a todo tipo de hipótesis, con el consiguiente aumento del dolor de los padres y familiares, al tiempo que causa la natural inquietud a los padres de los estudiantes que vienen a hacer sus carreras desde la Península que pueden llegar a pensar que Ceuta no es “la ciudad más segura de España” como afirman en todos los mentideros, por más que no exista ni vaya a existir jamás en este lugar el peligro de la violenta delincuencia importada por las mafias extranjeras que son la pesadilla de los españoles.

Así a lo largo de la jornada la noticia ha ido experimentando variaciones, lo único seguro es que el criminal o “presunto” es un marroquí con residencia legal y de treinta y siete años que “al parecer” compartía vivienda con la víctima y del hecho de que se confirme si existía o no una relación sentimental entre ellos depende que se pueda hablar de violencia de género y de un homicidio del artículo 138 que lleva aparejadas pena de diez a quince años de prisión o de un asesinato que eleva la pena de quince a veinte años. En este supuesto resulta fundamental el informe forense de la autopsia que determinará la causa exacta de la muerte ya que en un primer momento se habló de que el individuo iba ensangrentado y con presentaba lesiones compatibles con un intento de defensa por parte de la víctima y una posterior versión apuntaba a que la sangre era de la joven Laura.

Las circunstancias de la muerte determinarán el homicidio o el asesinato así como si la desventurada joven fue víctima de algún otro tipo de agresión sexual. Despejar las incógnitas y emitir una nota de prensa aclarando los hechos es fundamental para que la ciudadanía, que se encuentra conmocionada, de alguna manera se tranquilice ya que en los rumores que corren en estos casos llenos de sombras, se comienza a protestar porque el culpable pueda beneficiarse de la circunstancia atenuante del arrepentimiento espontáneo del artículo 21.4º del Código Penal o, dado que se comentó en las primeras horas que el detenido presentaba síntomas de estar bajo la influencia de las drogas que vaya buscando la eximente incompleta del artículo 20.2º. El hecho de que caiga sobre él todo el peso de la ley es algo que no es necesario repetir porque seguro que caerá, máxime cuando esta causa será juzgada probablemente por el Tribunal del Jurado por el tipo de delito y no cabe en estos casos la libertad provisional. Pero las dudas persistirán y las versiones de los medios de comunicación a través de internet varían de forma ostensible, mientras que la policía guarda un silencio sepulcral. Lo único positivo dentro de la inmensa tragedia es que el Juzgado competente es el nº 6 de Instrucción que es extremadamente riguroso y trabaja de manera impecable, aunque por ahora se ignora si la necesaria nota de prensa se emitirá por la Jefatura Superior de Policía, la Delegación de Gobierno o el propio Juzgado. Pero lo importante es cumplir con el anhelo de la sociedad por conocer lo acontecido ya que la edad de la víctima, su extrema juventud y las circunstancias terribles que van apareciendo en los medios, hacen que el suceso sea una de las mayores tragedias sucedidas en esta ciudad.

Ayer por la noche, por temas profesionales, tuve que acercarme a la comisaría ¡Mejor que no lo hubiera hecho! Allí, sentado en el banco donde el público espera para hacerse los DNI había un señor llorando con unos sollozos que partían el alma, el policía de la puerta estaba desencajado y ya en la calle se encontraban otros familiares de la joven Laura, me acerqué para informarles tan sólo de que las oraciones de todos los padres están con los padres de la niña, ella no las necesita porque ya estará en la luz del buen Dios donde todo es amor y consuelo, pero el padre y la madre están aquí y tendrán que conculcar, muy a su pesar, las leyes de la naturaleza, que es lo que sucede cuando unos padres entierran a un hijo. El mayor dolor del mundo.

Y si el duelo por cualquier fallecido se palia de cierta manera pasados tres años, el duelo por un hijo dura para toda la eternidad y más allá todavía. Y no caben ni pésames ni condolencias, tan sólo desear intensamente que Dios esté con ellos.
 

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