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					La cifra de menores extranjeros no acompañados acogidos en 
					Melilla es un 70 por ciento superior a la de comienzos de 
					2011, sobre todo con el incremento de las entradas que se 
					están produciendo en los últimos días. 
					 
					Según informaron ayer a Efe fuentes de la Consejería de 
					Bienestar Social y Sanidad, a principios de año el número de 
					menores en el centro de la “Purísima” apenas superaba el 
					centenar, una cifra que se ha sobrepasado hasta alcanzar los 
					176. 
					 
					El mayor número se alcanzó durante la jornada de ayer, con 
					182 menores, seis de los cuales han abandonado de forma 
					voluntaria el centro, en concreto seis de los siete últimos 
					que fueron registrados. 
					 
					La cifra sigue estando “muy por encima” de la capacidad real 
					del centro, que es de 120, lo que ha obligado a colocar 
					camas en las zonas comunes, según las fuentes. 
					 
					Algunos menores manifiestan que acceden a la ciudad autónoma 
					en compañía de familiares, extremo que se investiga para 
					tomar las medidas necesarias, han añadido las fuentes.  
					 
					La Ciudad Autónoma de Melilla ha registrado un nuevo récord 
					en entradas de menores extranjeros no acompañados en los 
					últimos días, lo que ha provocado que se incremente la 
					saturación que de por sí tenían los centros de acogida. 
					 
					En declaraciones a los periodistas, la consejera de 
					Bienestar Social, María Antonia Garbín, ha informado de que 
					ayer se contabilizaron 14 nuevas entradas de menores, todos 
					ellos varones, de nacionalidad marroquí, adolescentes casi a 
					punto de cumplir la mayoría de edad. 
					 
					Estos 14 se suman a otros tantos que accedieron el domingo, 
					por lo que se han producido dos días “intensos” en este 
					sentido. 
					 
					El centro de menores de la “Purísima”, el de mayor capacidad 
					y el que se toma como referencia, alberga a 182 menores, 62 
					más que su capacidad, que es de 120. 
					 
					Según Garbín, esto ha provocado la necesidad de que se 
					tengan que usar las zonas comunes para acoger a la totalidad 
					de los internos. Asimismo, ha apuntado que la situación 
					“puede empeorar” debido a que los propios menores que 
					acceden al centro manifiestan que hay “muchos más” esperando 
					su oportunidad para poder entrar en Melilla. 
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