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					El acuartelamiento ‘González Tablas’ acogió ayer el acto 
					conmemorativo de la Patrona del Arma de Infantería, la 
					Inmaculada Concepción. En la formación militar, presidida 
					por el comandante general de Ceuta, Ramón Martín-Ambrosio, 
					participaron el Tercio Duque de Alba 2º de La Legión y el 
					Grupo de Regulares número 54. 
					 
					Los soldados de los Tercios de Flandes se detuvieron a 
					descansar en una loma. Al ir a construir allí sus 
					trincheras, descubrieron, como si de una gran piedra de 
					pedernal se tratara, unas tablas de madera policromadas con 
					la imagen de la virgen de la Inmaculada. Era la madrugada 
					del 8 de diciembre de 1585 cuando la virgen se apareció en 
					el campo de batalla.  
					 
					Esta semblanza fue narrada ayer, en el acuartelamiento 
					‘González Tablas’, durante los actos conmemorativos de la 
					Patrona del Arma de Infantería, la Inmaculada Concepción. La 
					Formación Militar, presidida por el comandante general de 
					Ceuta, Ramón Martín-Ambrosio Merino, tuvo lugar a partir de 
					las 12.30 horas, y estuvo integrada por diferentes 
					batallones del Tercio Duque de Alba 2º de La Legión y del 
					Grupo de Regulares número 54, así como por la Unidad de 
					Música de la Comandancia General de Ceuta.  
					 
					Además de familiares y amigos, no faltaron las autoridades 
					civiles y militares, encabezadas por el presidente de la 
					Ciudad, Juan Vivas, y varios consejeros. 
					 
					Operación ‘Libre Hidalgo’ 
					 
					El jefe del Grupo de Regulares de Ceuta nº 54, el coronel 
					José Faura, dirigió unas palabras a los asistentes, en las 
					que destacó el papel de “la moral”, junto al “espíritu de 
					sacrificio, compañerismo, sentido del deber, entrega y 
					lealtad”, como uno de los aspectos “más sobresalientes” en 
					un inafante. Así, relato una historia de campo de batalla, 
					que le sirvió de preámbulo para hablar de la operación 
					‘Libre Hidalgo’. El coronel Faura deseó suerte a los 
					soldados que se irán al Líbano a primeros de año: “La mejor 
					de las suertes porque capacidades les sobran, empezando por 
					su jefe, y terminando por el último legionario y soldado que 
					componen el contingente; nos consta la ilusión, 
					determinación e interés por estar presente en aquellas 
					tierras en nombre de España”. 
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