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					La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) expresó 
					ayer su “enorme malestar con el PSOE y sobre todo con sus 
					últimos delegados del Gobierno en la ciudad autónoma de 
					Melilla”, como son Gregorio Escobar y Antonio María Claret. 
					La asociación justifica este enfado con las principales 
					autoridades políticas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad 
					del Estado en esta ciudad tras denunciar que los efectivos 
					del Instituto Armado en Melilla trabajan en unas condiciones 
					“tercermundistas”, con “claro riesgo para su integridad 
					física” por hacer su labor en garitas que no reúnen las 
					mínimas condiciones de seguridad o por serles designados 
					cometidos como la vigilancia de las obras que se están 
					realizando en la Delegación del Gobierno “a la intemperie y 
					bajo la atenta mirada del delegado”. 
					 
					La asociación que forma la mitad de la plantilla de la 
					Guardia de Melilla se ha mostrado muy crítica con los 
					delegados del Gobierno del PSOE que ha habido en estos 
					últimos años, Gregorio Escobar y Antonio María Claret, y ha 
					reclamado al nuevo delegado que nombre el futuro Ejecutivo 
					del PP que “los guardias civiles puedan prestar servicios en 
					condiciones dignas como se merecen y que no se vulneren 
					nuestros derechos”. 
					 
					La AUGC da varios ejemplos de lo que considera “vulneración 
					de sus derechos”, como el caso de un agente que ha sido 
					destinado para vigilar “a la intemperie” unas obras que se 
					están realizando en la propia Delegación del Gobierno. Así 
					pregunta a Antonio María Claret si “se siente usted 
					orgulloso de ver a la Guardia Civil española, esa que tanto 
					es alabada y que se ganó el reconocimiento de benemérita, 
					cuidando una obra a la intemperie”. Del mismo modo, apunta 
					que “aún seguimos prestando servicio en la garita del Museo 
					Militar, esa de un metro cuadrado y que su antecesor dijo 
					que acondicionaría, esa que sigue sin luz y sin un enchufe 
					para poder conectar un calefactor, puesto que a las 4,00 
					horas de la madrugada es insoportable el frío que hace”. 
					 
					La AUGC añade que “eso da igual, un guardia no puede 
					quejarse, y si lo hace se le expedienta y punto”.  
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