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					El delegado del Gobierno en funciones, Antonio Claret, 
					reconoce que el fracaso electoral sufrido por el Partido 
					Socialista en las pasadas elecciones generales está tanto en 
					las crisis económica, como en la forma “cómo la hemos 
					gestionado”, y es que manifiesta que el ciudadano “no ha 
					entendido que se sustituyera el modelo socialdemócrata por 
					otro de recortes”. Aún así, Claret defiende que el partido 
					en Melilla sí ha conseguido unos muy buenos resultados en 
					las urnas, al conseguir cuatro mil votos más que en las 
					autonómicas, lo que pone de manifiesto, al compararlo con 
					las generales de 2008, que cuando el PSOE “presenta su 
					proyecto en solitario, la gente lo respalda”. 
					 
					En una entrevista en Onda Cero Melilla, el delegado del 
					Gobierno en funciones, Antonio María Claret, reconoció que 
					no es más que una evidencia decir que “la crisis nos ha 
					pasado factura” a los socialistas, pero también “cómo se ha 
					gestionado, porque se ha separado del modelo socialdemócrata 
					que habíamos tomado en un principio y que después ha habido 
					que sustituir por un criterio adecuado a las normas 
					europea”.  
					 
					En resumen, que la gente “no ha entendido ese cambio de 
					pasar al principio de gestionar la crisis a través de la 
					inversión e incrementar la actividad económica, a otro de 
					recorte, porque los recortes pasan factura”. Lo que vaya a 
					pasar en el futuro lo desconoce, pero deja patente, pensando 
					en la gestión que pueda llevar a cabo el PP, que “cuatro 
					años son muy largos y la crisis le puede pasar también 
					factura”. 
					 
					En cualquier caso, señala que en su opinión, lo que debería 
					hacer ahora el Partido Socialista es “reflexionar sobre 
					hacia dónde quiere llevar a España, no sobre qué quiere se 
					el partido porque ahora es algo menor, sino qué sociedad 
					quiere construir” en este país. Antonio María Claret señala 
					que es el momento de pensar en ideas y no en líderes. Lo 
					acertado sería que en el seno del PSOE se realizara un 
					“debate de ideas sobre qué España y qué sociedad queremos, y 
					una vez determinado, empezar a buscar a la gente que es 
					capaz de hacerlo”; por lo tanto, “el debate nominalista, el 
					personalista que pone por delante a los líderes antes que 
					las ideas, es erróneo”. 
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