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					LUNES 5. 
					 
					Hoy, debido a los días festivos que se avecinan, no ha 
					cerrado “El Mentidero”. Sitio insuperable donde suelo yo 
					tomarme mis vinos y charlar distendidamente con cuantas 
					personas se encarten. De modo que he aprovechado la ocasión 
					para pegar la hebra con compañeros del periódico. Con los 
					que están en la trastienda de un medio que gracias a ellos 
					sale todos los días a la calle vivito y coleando. Lo cual me 
					ha permitido enterarme de que Carmen Barrientos Rodríguez, 
					camarera del local, se va a poner al frente del bar de la 
					asociación de vecinos de la barriada Pedro Lamata. Beatriz 
					es una mujer agradable, trabajadora y dispuesta a abrirse 
					camino en una vida que no le ha resultado fácil hasta ahora. 
					Por lo tanto, le he prometido que en cuanto se encuentre al 
					frente de ese local, allí me tendrá cual cliente. Beatriz, 
					que es mujer agradecida y que sabe más que los ratones 
					colorados, me ha dado las gracias. Porque tiene la certeza 
					de que cumpliré lo que le he prometido.  
					 
					Martes. 6 
					 
					Tras el fuego en el garaje de la barriada Parques de Ceuta, 
					hace nada y menos, me llega la noticia de que en la calle 
					Linares una mujer de 24 años, Laura Gutiérrez, ha 
					sido asesinada por un hombre que ha confesado ser el autor 
					del hecho en la Comisaría General de la Policía Nacional. 
					¡Qué horror! Otra más. Y van… El crimen agota en un hombre 
					toda la facultad de vivir. Si ha matado ya lo ha vivido 
					todo. Ya puede morir. El asesinato es exhaustivo. Algo así 
					pensaba Albert Camus. Criminales los hay en todos los 
					sitios y de todos los colores. El hombre que ha matado a LG, 
					sin embargo, lo primero que ha dicho al confesar su horrendo 
					crimen es que estaba drogado con cocaína. Lo cual demuestra 
					que más que arrepentido lo que iba buscando ya era un 
					atenuante para su homicidio. He aquí a un cobarde merecedor 
					de mucho castigo. 
					 
					Miércoles. 7 
					 
					Aún recuerdo al médico de cabecera que, durante mi niñez y 
					parte de mi adolescencia, trataba a toda mi familia con 
					interés y acierto. Era agradable, tranquilo y generaba 
					confianza en cuanto se presentaba en la casa y decía “vamos 
					a ver qué te pasa…”. Se llamaba Juan Almorza; don 
					Juan para todos los míos, faltaría más. A don Juan, siempre 
					que puedo, le rindo el homenaje de mencionar su nombre y 
					contar anécdotas de él. La mejor manera de mantenerle vivo y 
					de seguir destacando sus diagnósticos. Pues de él se decía 
					que pocos le ganaban a ojo clínico. Esa historia se la he 
					referido también en ocasiones a Antonio Ferreras Duarte.
					Cuando me ha tocado visitarle. Y es que don Antonio ha 
					sido el médico que me ha estado atendiendo durante años en 
					la consulta que pasa en el Ambulatorio del Recinto. 
					Precisamente, dentro de unos días tenía que verle, pero hete 
					aquí que hoy me he cruzado con él en la Plaza de los Reyes y 
					me ha contado lo de su operación de corazón. De Ferreras 
					Duarte a mí no me cabe decir más que ha sido siempre médico 
					y amigo que nunca escatimó palabra alguna para 
					tranquilizarme cuando mis dolencias me tenían algo 
					mosqueado. Y me consta que su magnífico comportamiento con 
					los pacientes ha sido la tónica general de sus actuaciones. 
					Por lo tanto, a partir de ahora no dudaré en pedir que su 
					recuperación se produzca cuanto antes. Por él, por el amigo, 
					y cómo no, por el profesional de la medicina que tanta 
					tranquilidad me ha venido aportando con sus decisiones.  
					 
					Jueves. 8 
					 
					Cuando todavía sigo dándole vueltas a la muerte de Laura 
					Gutiérrez, asesinada el pasado martes, y el pesar por 
					tan infortunada mujer me abruma en ocasiones, leo que 
					Tomás Partida ha sido golpeado brutalmente cuando 
					trataba de auxiliar a un anciano al que un individuo, 
					corpulento él, maltrataba. Tomás se ha dejado fotografiar y 
					su cara aparece tumefacta y roja como una amapola. Un rostro 
					que presenta un estado lastimoso. La ira me puede viendo lo 
					que le han hecho a Tomás. Persona de la que puedo decir que 
					es ejemplar en todos los aspectos. La cual reniega de todo 
					tipo de violencia y cuya forma de ser le impide meterse en 
					líos. Eso sí, también me consta que a Tomás las injusticias 
					le hacen superarse y dar la talla. La que ha dado en un 
					momento en el cual un anciano necesitaba ayuda. Y claro, ha 
					pagado su intervención con creces. En estos momentos, estoy 
					tratando de ponerme en contacto con TP, pero aún no lo he 
					logrado. De cualquier manera, estimado Tomás, espero que tú 
					actuación no pase inadvertida para quienes ha de ser tenida 
					en cuenta como ejemplo de civismo. Los héroes puede ser que 
					estén de capa caída; pero a veces es conveniente que haya 
					ejemplos como el que tú has dado. Echándole bemoles a un 
					individuo iracundo y dispuesto a golpear a tirios y 
					troyanos, por gozar de una constitución física superior. 
					 
					Viernes. 9 
					 
					Sé de buena tinta, como se suele decir en estos casos, que
					Pedro Gordillo anda barajando si es el momento 
					adecuado para presentar su candidatura a la presidencia del 
					Partido Popular de Ceuta. Me consta que está considerando el 
					hecho mientras se halla fuera de la ciudad. Y que a su 
					vuelta, la semana próxima, les dirá a quienes esperan su 
					respuesta, lo que haya decidido. La respuesta de Gordillo es 
					esperada con cierta expectación no exenta de morbo político. 
					Ya que una contestación afirmativa de éste pondría a sus 
					seguidores en plena ebullición. Los seguidores de PG, no 
					caben engaños, siguen siendo muchos. Ahora bien, una 
					pregunta flotaría en el ambiente si acaso se confirma su 
					deseo de querer ser presidente del partido otra vez. Vayamos 
					con ella: ¿se presentará Juan Vivas a las elecciones 
					por la presidencia teniendo enfrente a Gordillo…? Es la 
					pregunta del millón. Se admiten, pues, apuestas a partir del 
					momento en el cual Gordillo dijera que sí. Que sí quiere 
					apostar por volver a ser quien mande en la sede popular. 
					 
					Sábado. 10 
					 
					A medida que se aproxima la hora del partido 
					Madrid-Barcelona se habla mucho más de fútbol de lo que es 
					habitual. Todos los comentarios giran alrededor de un 
					deporte que es capaz de lograr que mucha gente se haya 
					olvidado de lo que han venido tramando en Bruselas los 
					políticos que han asistido a la cumbre europea para 
					comunicarle a la señora Merkel que van a seguir al 
					pie de la letra las directrices económicas que ella tenga a 
					bien recetar. De fútbol he conversado hoy y me he visto 
					obligado a pasar de opinar de blancos y azulgrana a hacerlo 
					de la Agrupación Deportiva Ceuta. Cuando uno de los 
					contertulios me ha preguntado si es verdad que hubo un 
					tiempo en el cual este equipo tuvo en su plantilla a ocho o 
					nueve jugadores locales. Y le digo que sí. Que ese tiempo lo 
					viví yo como entrenador y no tengo el menor inconveniente en 
					mencionar los nombres de aquellos futbolistas. Almagro,
					Cerezo, Lolo, Cherino y Luque, que ya llevaban 
					varios años en el club; Rafa, Castillo, Castro, 
					Barrientos, Ramiro y Lorente, que tuvieron la 
					oportunidad de jugar conmigo. Unos más y otros menos. Pero 
					todos se entrenaban a mis órdenes. Como otros futbolistas 
					más que no tuvieron la oportunidad de debutar en Segunda 
					División B. La alineación de Rafa, cuya labor en el medio 
					terreno cuando jugábamos lejos del Murube era colosal, fue 
					motivo de críticas encarnizadas contra mí. Simple y 
					llanamente porque caía mal entre quienes escribían y 
					hablaban de fútbol en los medios. De Castillo, otro día que 
					tenga más tiempo y espacio, contaré una anécdota que 
					conviene propalar. De Castro, hoy funcionario de prisiones, 
					debo decir, al igual que de Rafa, Ramiro y Barrientos, que 
					nunca ha dejado de agradecerme el trato que le dispensé y la 
					oportunidad que le di de jugar en el primer equipo de su 
					tierra. 
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