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					Una enfermera del SUAP se vio envuelta ayer en una pelea 
					familiar durante una urgencia domiciliaria en la barriada de 
					Los Rosales. Al intentar atender a una señora, el hijo de 
					esta, toxicómano, se interpuso entre ambas. Al parecer, 
					tenía escondida la droga debajo del colchón de su madre. La 
					sobrina que la defendió y otra sobrina fueron agredidas 
					después, según denunciaron a la Policía. 
					 
					Una enfermera del Servicio de Urgencias de Atención Primaria 
					(SUAP) pasó ayer “momentos de tensión” al verse envuelta en 
					una trifulca familiar durante una urgencia domiciliaria en 
					Los Rosales, en torno a las 20 horas. Tras recibir un aviso 
					del 061, A.F.C. acudió a la casa de una señora a la que 
					debía poner una inyección. Mientras el médico que la 
					acompañó esperaba en el coche, ella intentó buscar la casa. 
					Al no encontrarla, acudió a su encuentro la sobrina 
					veinteañera de la mujer, quien la acompañó hasta la 
					vivienda, en la que aguardaba la paciente junto a su hijo, 
					su nuera y el bebé de estos.  
					 
					El problema comenzó cuando el hombre, aparentemente drogado 
					según explicó la enfermera, se interpuso entre ella y la 
					paciente para impedir que la atendiera. Fue entonces la 
					sobrina la que tuvo que intervenir para ayudar a la 
					enfermera, explicándole que su tío no dejaba que se acercara 
					porque debajo del colchón de la paciente tenía escondida la 
					droga. 
					 
					Mientras toda la familia comenzaba una acalorada discusión, 
					la enfermera pudo realizar su trabajo. Sin embargo, al 
					intentar salir de la casa, el hombre le cerró la puerta 
					cortándole el paso. Fue nuevamente la sobrina la que ayudó a 
					A.F.C. a salir de la casa. Bastante asustada, la enfermera 
					le contó a su compañero médico la situación que durante unos 
					15 minutos había vivido. De regreso al SUAP, informaron de 
					la situación al 061, sin embargo el coordinador de este 
					servicio aseguró a este medio que no se había producido 
					percance alguno. 
					 
					La Policía Nacional se presentó en el SUAP poco después. 
					Llevaban a urgencias a dos jóvenes que habían sido agredidas 
					por su tío en Los Rosales, después de que una enfermera 
					visitase su casa. Fue entonces cuando A.F.C. ató cabos y 
					contó a la Policía que había sido ella la afectada. La 
					enfermera no tiene previsto interponer denuncia, algo que sí 
					han hecho las chicas agredidas.  
					 
					Tras relatar a EL PUEBLO lo ocurrido, la enfermera hizo 
					hincapié en que están “desprotegidos” puesto que acuden 
					solos a las salidas. “El médico me acompañó por hacerme el 
					favor de aguardar en el coche y no tener que aparcar, pero 
					vamos solos a los avisos, y estamos vendidos”, añadió. 
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