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					La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha 
					desde hoy y hasta el próximo sábado una nueva campaña de 
					control y vigilancia del consumo de alcohol en conductores; 
					una campaña que en el caso concreto de Melilla está siendo 
					llevada a cabo por la Policía Local. Consciente de que la 
					Navidad es una época en la que la ingesta de bebidas 
					alcohólicas suele aumentar, la DGT pone en marcha un año más 
					esta campaña en la que se han establecido más de 1.000 
					puntos de control en todo el país. 
					 
					Consciente de que la Navidad es una época en la que la 
					ingesta de bebidas alcohólicas suele aumentar, la DGT pone 
					en marcha un año más esta campaña en la que se han 
					establecido más de 1.000 puntos de control en todo el país y 
					con la que se pretende llevar a cabo 20.000 controles 
					diarios de alcoholemia a conductores que circulen por las 
					carreteras. 
					 
					Las pruebas no sólo se realizarán en horario nocturno, sino 
					también en horas del medio día, para evitar que los 
					controles consuman este tipo de bebidas durante las típicas 
					comidas navideñas. 
					 
					Y es que tal y como recuerda la DGT, la toma de alcohol 
					produce numerosas alteraciones orgánicas y psicológicas que 
					pueden entrañar un grave riesgo durante la conducción de 
					vehículos. Aumento del tiempo de reacción, problemas de 
					visión, incremento de la somnolencia, pérdida de control, 
					excitabilidad o problemas de coordinación son sólo algunos 
					de los efectos que provoca la ingesta de alcohol en la 
					conducción, llegando a multiplicar por nueve el riesgo de 
					accidente.  
					 
					Como complemento a la campaña de vigilancia, Tráfico emite 
					un anuncio en televisión de 10 segundos en el que se 
					recupera la campaña protagonizada en 1985 por el cantante 
					Stevie Wonder, cuyo slogan “Si bebes, no conduzcas” 
					permanece todavía en el recuerdo. La idea es que los 
					ciudadanos sean conscientes de que, a pesar de haber 
					transcurrido 26 años, el mensaje sigue siendo el mismo. 
					 
					También se pueden oír en radio varias cuñas apelando a la 
					sensatez e inteligencia de los conductores para no conducir 
					después de haber ingerido alcohol, y a la responsabilidad 
					del resto de ciudadanos para no dejar conducir a alguien que 
					ha bebido. “Hay demasiados motivos para brindar y disfrutar 
					con los nuestros y el alcohol no puede costarnos la vida. 
					Algún día los accidentes serán cosa del pasado”. 
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