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					El Gimnasio Ceuta Goyu-Ryu encajó el domingo una derrota 
					frente al Real Betis que le hace finalizar la primera vuelta 
					del campeonato en puestos de descenso. El cuadro caballa, 
					que llegó a empatar el encuentro en el segundo tiempo, acusó 
					demasiado los nervios por la importancia de los tres puntos 
					en juego ante un conjunto bético que supo sacarle mucho 
					partido a esta situación. Sin embargo, el equipo caballa 
					también fue víctima de algunas “decisiones arbitrales” que 
					terminaron “perjudicándole” al final del partido. 
					 
					El propio presidente de la entidad, Mohamed, aseguró que el 
					colegiado del encuentro, Dris Ahmed, no supo “medir con la 
					misma vara” a los dos equipos, y puso como ejemplo las dos 
					expulsiones por roja directa cuando “en la primera parte 
					Sidi sufrió un codazo similar” que no tuvo las mismas 
					consecuencias para el jugador sevillano. Así, y aunque 
					reconoció que “quizá el equipo no supo leer el encuentro en 
					el segundo tiempo y salió algo acelerado”, el máximo 
					mandatario del Goyu-Ryu admitió que “fueron estas 
					decisiones, estos detalles en partidos puntuales del 
					partido, los que terminaron de decidir el resultado”. Y 
					recordó la “errónea” expulsión de Estoico por doble amarilla 
					porque la primera “fue totalmente injustificada”. 
					 
					Mohamed no disimuló en momento alguno su descontento con la 
					actuación arbitral de Dris Ahmed, y así se lo hizo saber 
					durante varias jugadas decisivas del partido. Una vez que su 
					equipo se había quedado con tres jugadores menos sobre el 
					terreno de juego, Mohamed continuó demostrando su 
					descontento al colegiado caballa hasta que este, en el 83’ 
					terminó por expulsarlo, al igual que al delegado del 
					conjunto bético. El presidente del ‘Goyu’ se negó entonces a 
					salir del terreno de juego, por lo que al árbitro finalizó 
					el partido. 
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