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					OPINIÓN - JUEVES, 15 
					DE DICIEMBRE DE 2011  | 
                		 
						
											
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							OPINIÓN / EDITORIAL | 
                		 
						
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					Los bomberos, siempre 
					reconocidos  | 
                		 
						
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                     Que el Servicio de Extinción de 
					Incendios merece todos nuestros reconocimientos, 
					evidentemente que sí, menos para los miembros de Caballas 
					que ayer se abstuvieron en el Pleno a la hora a aprobar la 
					concesión de la Medalla de Oro de la Ciudad, sencillamente 
					entre otras cuestioes argüídas porque “es como reconocerles 
					por hacer su trabajo profesional”. Nadie objetivo e 
					imparcial a quien se le preguntara negaría tal 
					reconocimiento, sin embargo ellos se han abstenido. Habrá 
					que preguntarles a los ocupantes de estos escaños de la 
					oposición si acudir sistemáticamente a determinadas zonas de 
					la ciudad para ser constantemente apedreados forma parte de 
					su tarea profesional. Como es obvio que no, los demás 
					reconocemos enormemente su excepcional labor. 
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					Voluntad de intervenir en 
					el Príncipe  | 
                		 
						
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                     Es un hecho que el Príncipe, pese 
					a ser un desastre urbanístico donde la legalidad se ha 
					obviado y se obvia en términos de planeamiento, también, se 
					ha convertido en la dificultad de más calado a la que se ha 
					enfrentado jamás una administración. Hincar el diente no es 
					fácil. Los habitantes de bien padecen el medraje delictivo; 
					los valores que han de transmitirse en el seno de la familia 
					para una vida social y cívica se encuentran muy dañados, por 
					lo que es evidente que además de querer -la administración- 
					intervenir en el Príncipe para que se normalice, este 
					interés debe salir de veras de dentro de la barriada. Así lo 
					ha visto el comisionado de las 3.000 viviendas. Hay que 
					ayudar sí, pero debe haber voluntad de los ayudados. 
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