| 
                     Pero el principal control tendrá 
					que iniciarse al otro lado de la frontera, en todo el 
					territorio marroquí, para que no se puedan acercar, lo más 
					mínimo, a Ceuta. 
					 
					Y es que si no hay un freno concluyente, al otro lado, y se 
					deja pasar o se deja acercarse a todo el que vaya llegando, 
					Ceuta en muy pocas semanas estará colapsada, por las 
					avalanchas de los “sin papeles”. 
					 
					Porque esto no cesa. Aquí se los trata demasiado bien, aquí 
					tienen, incluso, más de lo que esperan y no es extraño ver a 
					alguno de los recién “aterrizados” en Ceuta que esté dando 
					gracias a todos los cielos y a todos los dioses, por 
					haberles permitido llegar a su “paraíso”. 
					 
					El lunes llegó otra avalancha, en esta ocasión 68 
					inmigrantes más que se colaron, tras haber sido 
					¿sorprendidos? los “mejanís”, por la mañana temprano, antes 
					de amanecer. 
					 
					Está claro que si llegan a las inmediaciones de Ceuta es 
					porque, desde el otro lado, no se les impide, sea como sea, 
					llegar, especialmente al saber que en los montes próximos a 
					M’ diq es donde están esperando. 
					 
					Así las cosas, otros 68 inmigrantes de países 
					centroafricanos lograron entrar a Ceuta y podían haber sido 
					más, pero una nueva avalancha pudo ser frenada, a medias, 
					por las fuerzas militares marroquíes, que lograron 
					interceptar a 52, antes de que se lanzaran a la zona 
					española. 
					 
					La cosa no era fácil, por cuanto parece que más de un 
					centenar de subsaharianos lograron llegar hasta la zona de 
					los taxis, en Bab-Sebta, desde donde se lanzaron a la 
					carrera sorprendiendo a los “mejanís”. Ni que decir tiene 
					que cuando reaccionaron tenían ya la avalancha encima, con 
					lo que pudieron frenar a algunos, pero otros se lanzaron al 
					agua y se colaron a Ceuta. 
					 
					La primera pregunta que nos tenemos que hacer es ¿Por qué no 
					se los “espanta” cuando están a 15 o a 20 kilómetros de la 
					frontera?. Esa sería la única forma de que no se acercaran, 
					porque de lo contrario ya se ve, aquí otra multitud, que 
					nada nos agrada, a mí al menos, ya que pocas cosas buenas 
					traen y en días próximos hablaremos de los problemas de 
					salud que nos pueden acarrear. 
					 
					Luego, una vez asentados aquí, no hay quien los eche fuera, 
					“ni con aceite hirviendo”, y si no, a las pruebas nos 
					remitimos. 
					 
					Hace un par de días, se ha detenido a 20 inmigrantes del 
					CETI para trasladarlos a la península y, desde aquí, 
					deportarlos. Hasta aquí, todo bien, pero lo que no me parece 
					tan bien es que ya, la mayoría de ellos esté pensando la 
					forma de cómo van a comenzar, nuevamente, el camino de 
					regreso a España, cuando los envíen a sus respectivos 
					países. 
					 
					Estos “detenidos”, tras varios meses en Ceuta, no quieren 
					regresar a su país, por mal que estén aquí, se encuentran 
					mil veces mejor de cómo van a volver a estar en su propia 
					tierra. 
					 
					Estos 20 no se han escapado por haber sido cogidos por 
					sorpresa, o porque otros fueron más listos, ya que cuando 
					supieron que habría salidas, algunos lograron escaparse. 
					 
					Las fotos de las llegadas masivas de inmigrantes son 
					alucinantes, todos han logrado su objetivo, y las 
					dependencias policiales ya tienen bastante con atender todos 
					los problemas que surgen en las avalanchas. 
					 
					Las imágenes son únicas, de los inmigrantes que acaban de 
					llegar. 
   |