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					LUNES 12. 
					 
					Recibo una nota que reza así: “14 de noviembre de 1988: El 
					primer pleno del Ayuntamiento celebrado tras la firma del 
					pacto de Gobierno entre PSOE-CDS-PSPC, aprueba la compra del 
					edificio propiedad de la Unión África Ceutí, a pesar del 
					informe negativo de los servicios técnicos del Ayuntamiento, 
					por un importe superior a los 250 millones de pesetas. 
					Debemos recordar, que entre los miembros del equipo 
					municipal se encontraban los dos máximos dirigentes de la 
					entidad deportiva, Antonio Vázquez y José Luis 
					Chaves”. La pregunta que se hacían entonces muchas 
					personas y que todavía sale a relucir en ocasiones es la 
					siguiente: ¿hubo o no hubo reparto de comisiones en esta 
					compra en la cual influyó decisivamente el consejero de 
					Economía y Hacienda, de aquel tiempo, Juan Luis Aróstegui? 
					En realidad, uno sabe lo que ocurrió, más o menos; pero 
					sería un lerdo si lo contara a tumba abierta.  
					 
					Martes. 13 
					 
					Estamos en plena charla varios conocidos acerca del 
					significado de algunas locuciones y frases hechas andaluzas 
					y se me pregunta por una que se me ha venido leyendo en 
					ocasiones: los allí presentes quieren saber sobre la de 
					‘Sería un toro suelto’. Y no tengo el menor inconveniente en 
					ponerles al tanto de lo que se cuenta en el libro El 
					Polémico Dialecto Andaluz, cuyo autor es José María de 
					Mena. “Cuando alguien es víctima de un atropello o 
					injusticia, y no se dice el nombre de quién le dañó, por ser 
					sabido de todos, aunque nadie se atreva a decirlo. La frase 
					proviene de los primeros años del siglo XX, en que el 
					periodista García Rufino, que publicaba una revista 
					titulada ‘Don Cecilio de Triana’ fue agredido en la calle 
					Sierpes, por un matón, pagado por alguna autoridad 
					importante, a quien Rufino había censurado en sus artículos. 
					Al día siguiente de la agresión en que Rufino fue golpeado y 
					le rompieron las gafas, publicó en su revista la noticia con 
					estas palabras: “Nuestro director resultó lesionado en la 
					calle Sierpes. Se ignora cómo ocurrió, pero sería un toro 
					suelto que le atropelló”. 
					 
					Miércoles. 14 
					 
					Leo en un periódico digital que un coche de Juan Luis 
					Aróstegui ha sido rayado y que en la chapa han 
					garabateado, además, el nombre de la Asociación Deportiva 
					Ceuta. Un acto vandálico que merece censura y que viene a 
					demostrar que no estamos faltos de individuos dispuestos a 
					cometer fechorías de todo tipo. El hecho es detestable. 
					Porque lo dicho por el líder de ‘Caballas’ -creyendo que los 
					micrófonos estaban cerrados, antes de una conferencia de 
					prensa-, arremetiendo contra el primer equipo local y 
					alardeando de que se iba a presentar con una pancarta en el 
					Murube en la que figurarían las tropelías de los dirigentes 
					del club, nunca puede propiciar semejante atropello. Hay que 
					acabar con esos comportamientos. Procedan de donde procedan. 
					De lo contrario, más que en una ciudad podríamos terminar 
					habitando en un territorio lo más parecido al Far West del 
					siglo XIX norteamericano.  
					 
					Jueves. 15 
					 
					Nunca he negado mis simpatías por Sergio Moreno, 
					antes y después de ser Jefe de Gabinete de la Delegación del 
					Gobierno. Pues bien, hoy recibido una carta cariñosa en la 
					cual me agradece el trato que le he dispensado durante el 
					tiempo que lleva ocupando un cargo importante y que está a 
					punto de dejar. Sergio sabe que lo he considerado mucho 
					antes de que se convirtiera en persona de mucha confianza 
					del delegado del Gobierno, José Fernández Chacón. Y 
					que si le tengo ley es porque sus actuaciones han sido 
					merecedoras de tal afecto. Porque nunca tuvo un mal gesto 
					ante la crítica adversa; nunca una mala respuesta ante mis 
					insistencias, quizá inoportunas, a veces; jamás escurrió el 
					bulto cuando necesité ponerme en contacto con él, y sobre 
					todo nunca intentó darme carrete por algo que no estaba al 
					alcance de sus posibilidades atender. Ahora, cuando SM está 
					a punto de incorporarse a su puesto de funcionario en la 
					Ciudad Autónoma, espero seguir contando con su amistad. 
					 
					Viernes. 16 
					 
					José Antonio Carracao ha hecho unas declaraciones muy 
					apropiadas para los tiempos que corren. Tiempos donde el 
					líder de ‘Caballas’ con comentarios grotescos y 
					desafortunados había abierto la espita de la violencia 
					verbal. El secretario general de los socialistas de Ceuta no 
					se ha cortado lo más mínimo al reconocer que resulta muy 
					necesario que se apoye a la Asociación Deportiva Ceuta y que 
					no se atente contra los trabajadores de Radio Televisión 
					Ceuta. Con sus palabras, repletas de cordura, ha puesto de 
					manifiesto que se puede hacer buena oposición sin tener que 
					echar mano de la ofensa por sistema y de las medidas 
					extremas como armas con las que tratar de acollonar a los 
					demás. La postura de Carracao, en momentos donde predominaba 
					el alboroto de la sinrazón y la chulería del jaque, es digna 
					de ser destacada. Y lo hacemos con sumo gusto. 
					 
					Sábado. 17 
					 
					En la columna de hoy, es decir, la que aparece en la 
					contraportada de este medio, elogio a Nicolás Fernández 
					Cucurull. Si me ha leído, que espero que sí, se habrá 
					preguntado a qué venía regalarle el oído con diversos 
					ditirambos si al final me he olvidado de considerarle más 
					que apto para ocupar cualquier cargo por importante que éste 
					fuera. Un error imperdonable el mío. Claro que sí. Pero que 
					me permite dedicarle la frase que escribo a continuación con 
					el convencimiento de que él, debido a su inteligencia, 
					entenderá el motivo. “¿Qué sería de quien escribe sin esa 
					traba que le obliga a sutiles vueltas y revueltas para decir 
					lo que no se puede decir?”. En fin, estimado Nicolás, que el 
					hombre propone y los dioses disponen. Y como con los dioses 
					uno debe andarse siempre con mucho tiento, no vaya a ser que 
					a uno de ellos le dé por mandarme al hule donde para 
					purificarme me imponga una penitencia que no sea de mi 
					agrado. De momento. Eso sí, te deseo que seas muy feliz cual 
					subdirector técnico de la cosa. También de momento. Faltaría 
					más. 
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