| 
                     
					 
					Uno de los objetivos capitales a conseguir es el 
					sostenimiento financiero del Sistema Nacional de Salud (SNS), 
					que hoy acumula una deuda de entre 15 y 20.000 millones de 
					euros. 
					Reproducimos el comunicado emitido por CESM en respuesta a 
					las palabras del futuro presidente del Gobierno español, 
					Mariano Rajoy, en su discurso de investidura, a favor de un 
					Pacto por la Sanidad: Nuestra credulidad sobre un futuro 
					Pacto de Estado en Sanidad (anunciado ayer por Mariano Rajoy 
					en su discurso de investidura), está bajo mínimos porque 
					llevamos ya con esta canción unos cinco largos años. Pero, 
					bien, si ahora que el PP tiene mayoría absoluta se decide a 
					liderar este necesario proyecto, no cabe duda de que lo 
					aplaudiremos. 
					 
					Uno de los objetivos capitales a conseguir es el 
					sostenimiento financiero del Sistema Nacional de Salud (SNS), 
					que hoy acumula una deuda de entre 15 y 20.000 millones de 
					euros 
					 
					Desde las organizaciones profesionales vemos urgente una 
					racionalización del gasto, porque resulta claro que con unos 
					presupuestos limitados no se puede dar cobertura a unas 
					prestaciones sanitarias prácticamente infinitas y de coste 
					creciente. De ahí que valoremos bien la idea de decir a los 
					ciudadanos qué prestaciones puede permitirse ofrecer el SNS 
					y cuáles no. Esto es lo que significa “cartera de 
					servicios”, y tan importante como concretarla, siendo lo más 
					amplia que sea factible, es que tenga validez para todos los 
					servicios autonómicos de salud. 
					 
					Asimismo, nos parece oportuno el anuncio añadido sobre la 
					creación de una ley de servicios básicos, siempre que vaya 
					acompañada por una dotación presupuestaria y finalista. 
					 
					La salud económica del SNS requiere también que España haga 
					el esfuerzo de aportar un mayor porcentaje de PIB a la 
					sanidad, hasta acercarse a la media del 10% que dedican a 
					ello las naciones europeas con las que habitualmente nos 
					comparamos. Ahora el Estado emplea el 6,5% de sus recursos 
					al sector sanitario, a lo que hay que sumar casi otros dos 
					puntos procedentes del ámbito privado. Por tanto, resta un 
					margen considerable para nivelarnos con Europa, equivalente 
					a varios miles de millones que vendrían muy bien para 
					enjugar la deuda de las comunidades autónomas. 
					 
					Otra acción fundamental para hacer más eficaz y sostenible 
					al SNS es dar mayor participación a los médicos en la 
					gestión de las unidades y centros en los que trabajamos, 
					pues no es concebible que pasando el 80% del gasto por 
					nuestra manos (a través de las decisiones asistenciales que 
					tomamos todos los días), estemos aherrojados por una trama 
					burocrática que impide optimizar la administración de los 
					recursos. 
					 
					MUCHAS IDEAS QUE APORTAR AL NUEVO MINISTRO 
					 
					CESM confía en que el nuevo titular de Sanidad, a quien 
					deseamos éxito, asumirá estos compromisos y se muestre 
					abierto al diálogo con los profesionales. 
					 
					Desde luego, los médicos tenemos mucho que decir, como 
					reflejan los documentos que hemos hecho llegar al Ministerio 
					de Sanidad desde que el ex ministro Bernat Soria puso a 
					rodar la hasta ahora balbuceante iniciativa de un pacto de 
					Estado. 
					 
					Aparte de lo reflejado hasta aquí, entre las propuestas que 
					hemos hecho –y que vamos a seguir haciendo- destacan las 
					siguientes: 
					 
					* Que el Consejo Interterritorial el Sistema Nacional de 
					Salud -en el que participan el ministerio y las consejerías- 
					tenga un carácter decisorio y no de mero asesoramiento al 
					Gobierno. Si el objetivo ha de ser cohesionar el sistema, 
					este órgano debe tener capacidad ejecutiva con proyección en 
					todo el SNS. 
					 
					* Elaborar un plan creíble de recursos humanos a escala 
					nacional, además de un registro de profesionales. 
					 
					* Que las partidas económicas que el Gobierno destina a las 
					Comunidades Autónomas para Sanidad tengan un “carácter 
					finalista”. 
					 
					* Unificar la historia clínica y que la receta electrónica 
					sirva para todo el territorio español. 
					 
					Los facultativos pretendemos que se reconozca nuestra 
					función como depositarios del conocimiento y custodios de la 
					confianza del ciudadano en el Sistema Nacional de Salud, lo 
					cual ha de traducirse –entre otras medidas- en cauces de 
					interlocución directa con nuestros empleadores y en contar 
					más con nosotros en la gestión de los centros. 
   |