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                     O eso es lo que parece, a primera 
					vista, nada más echar una mirada sobre el nuevo Gabinete y 
					sus titulaciones. 
					 
					Aquí hay base, luego las cosas irán saliendo mejor o peor 
					pero expedientes como los de los Pepiño, Leire Pajín y 
					compañía, que aparecían doctorados por las universidades de 
					Alí Babá o las Mil y una Noches, no tenían cabida en un 
					Gobierno del PP. 
					 
					De momento, en cuanto a formación, goleada y de las 
					sabrosas, con lo que sobre esos cimientos se puede 
					construir. 
					 
					Claro está que por poner pegas, desde algún sector del PSOE, 
					especialmente desde los sectores más sectarios, se ha dicho 
					que han roto con la paridad, que era su dogma de fe. 
					 
					Y me agrada que esa paridad se haya roto, porque no es de 
					recibo que para establecer esa paridad haya que “colocar” en 
					un ministerio a un personaje como Leire Pajín o Aído, que lo 
					único que han aportado ha sido desprestigio hacia la propia 
					paridad. 
					 
					Mariano Rajoy no ha mirado si era él o era ella, él se ha 
					preocupado de ir colocando una serie de personas que puedan 
					aportar algo y, en ese aspecto, no creo que haya nadie que 
					pueda hacerle muchos reproches. 
					 
					Dos ministerios menos, una vicepresidencia menos, también, 
					reagrupamiento o separación de otras carteras y, al final, 
					un buen Gobierno, al menos, sobre el papel. Un Gobierno 
					competente. 
					 
					Lo de Marcelino Iglesias es de “aurora boreal” cuando 
					dice:”Lamento que desaparezcan los Ministerios de Cultura y 
					de Ciencia y también la paridad, al contar con sólo cuatro 
					mujeres”. Es cierto, cuatro mujeres, pero más valiosas, por 
					su formación, que las seis, siete o las que pasaran el 
					tiempo formando el Consejo de Ministros con Zapatero. 
					 
					Por supuesto, lo que queda claro es que se ha elegido la 
					calidad, no se ha ido, para nada, a la cantidad. 
					 
					Y el que quiere dejarse ver, en la prensa, y poco más es 
					Cayo Lara, de IU, quien manifestaba, en la noche del 
					miércoles: “Es un Gobierno claramente neoliberal que pone de 
					manifiesto su intención de estar al servicio de los ajustes 
					y al dictado de los mercados”. Este sujeto, está claro, 
					nunca podrá llegar a formar Gobierno y por eso puede decir 
					todas las sandeces que se le vayan ocurriendo, cada mañana. 
					 
					Frente a estas dos críticas, también, aparecen los 
					comentarios favorables:” Puede ser un buen Gabinete, otra 
					cosa es que después coincidamos en las políticas que 
					apliquen” (Durán i Lleida). Naturalmente que si no les dan, 
					a ellos, todo lo que pidan no aplaudirán al Gobierno. Tiempo 
					al tiempo. Y en la CEOE se respiraban otros aires:” Los 
					empresarios estamos muy contentos con los cambios que se ven 
					venir y con estos ministros de reconocida competencia”. Son 
					las dos posturas ante el nuevo Gabinete, un Gabinete 
					sorpresa, en parte, porque han fallado los agoreros y en el 
					primer Gobierno de Rajoy hubo más de una sorpresa. 
					 
					Estamos ante un equipo en el que, a primera vista, se 
					advierte que Rajoy no ha tenido en cuenta cuotas de ningún 
					tipo. 
					 
					Un primer paso positivo. No fue en busca de los simples 
					correligionarios, sino en busca de las personas de 
					solvencia. Ha buscado gente de la que se fía, en el plano 
					personal, y que han demostrado que conocen el sector que les 
					ha adjudicado. Algo así como el antagonismo a lo que hubo 
					con la llegada de Leire Pajín en su día. 
					 
					Él pretendía y ya lo había anunciado, que ante la primera 
					foto, todos pudiéramos decir que había formado un equipo en 
					el que se podía confiar para salir de la situación actual. 
					 
					Creo que no ha engañado a nadie, ni se ha engañado a sí 
					mismo. Los elegidos tienen capacidad de trabajo, y tienen 
					ganas de pelear por una sociedad mejor. 
					 
					Aquí no hay mediocridades, no hay gente de relleno, a partir 
					de aquí tendrán que mostrar su eficacia. La foto es 
					perfecta, lo demás... ya llegará. 
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