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Es cierto que el caos no ayuda a
organización alguna, y caos es, a veces, cómo se gestionan
ciertos asuntos relacionados con el orden al otro lado de la
frontera, sobre todo en lo relacionado con los porteadores.
La llegada masiva de estos al tubo de acceso peatonal hacia
Ceuta provoca una mala gestión del flujo tanto de personas
como de vehículos, dado que se invade el espacio de acceso
de automóviles y ralentiza el movimiento. Pero si a todo
esto se une el hecho de una menor agilidad en este lado, el
resultado es el que fue ayer, y el que sucede con cierta
regularidad y ya ha sido criticado por los empresarios
ceutíes. El otro lado debe saber discernir entre peatón,
trabajador o porteador y filtrar la salida para evitar
apegotonamientos. Los colapsos no ayudan a nadie.
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OPINIÓN / EDITORIAL
