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					Después de haber pasado casi veinte días muy vigilado en el 
					penitenciario de Los Rosales, el asesino confeso de la joven 
					estudiante de Enfermería, Toni Mohammed Amahda será 
					trasladado hoy a la cárcel algecireña de Botafuegos, como 
					primer paso antes de acabar sus días en la de Sevilla II, 
					desde donde tendrá que regresar a la ciudad para cuando se 
					celebre el Juicio por esta causa abierta, que sigue bajo 
					secreto. 
					 
					El asesino confeso de la estudiante de Enfermería, el 
					marroquí Toni Mohammed Amahda será trasladado esta mañana 
					desde la cárcel de Los Rosales a Botafuegos en Algeciras, 
					como paso previo de su traslado definitivo al penitenciario 
					de Sevilla II.  
					 
					Mohammed Amahda ingresó en el penitenciario ceutí el pasado 
					9 de diciembre después de ser interrogado por la jueza por 
					los hechos sucedidos en la mañana del pasado 6 de diciembre 
					en la que este marroquí de 37 años acabó con la vida de 
					Laura Gutiérrez, según manifestó en Comisaría a la Policía, 
					pese a que ante la jueza instructora mantuvo que no se 
					acordaba de nada. 
					 
					El proceso abierto debe seguir instruyéndose y, en cualquier 
					caso, se está a la espera de cuando se podrá fijar el juicio 
					por este suceso. Se aguarda a su calificación, pero la causa 
					continúa bajo el secreto de sumario que dictó la jueza casi 
					de inmediato. 
					 
					Pérdida de memoria 
					 
					En su breve paso por el Juzgado de Instrucción número 6, 
					encargado de instruir el caso, Toni Mohammed dio un giro al 
					curso de este causa.  
					 
					El detenido, que el martes día 6 por la mañana acudía a la 
					comisaría para confesar que había asesinado a su compañera 
					“a golpes”, dijo ante la juez instructora que no recordaba 
					lo sucedido aquella mañana en el piso donde Laura Gutiérrez 
					pensaba pasar dos semanas para preparar sus últimos 
					exámenes. Una estrategia habitual en los casos en los que el 
					imputado quiere alegar haber realizado los hechos bajo la 
					influencia de la droga y trata de exculparse declarando no 
					recordar nada. Ya el martes, el asesino confeso dijo haber 
					consumido cocaína durante la noche anterior.  
					 
					El objetivo de este nuevo alegato no es otro que tratar de 
					demostrar que se encontraba en un estado alterado de 
					conciencia hasta el punto de no ser responsable de sus 
					actos. Además, de librarse de las preguntas tanto del fiscal 
					como del juez. 
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