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					Casi 160 ciudadanos se animaron a participar el pasado 
					sábado 31 en la XII edición de la ‘Marcha Senderista de Fin 
					de Año’ organizada por el Club de Montaña Anyera y que 
					recorrió un total de 10 kilómetros desde su salida en Tiro 
					Pichón con el único incidente de una joven que se torció el 
					tobillo. La organización entregó varios premios a los 
					participantes. 
					 
					Un nutrido grupo de senderistas se dieron cita el pasado 
					sábado 31 de diciembre para disfrutar de la XII edición de 
					la ‘Marcha senderista de Fin de Año’, organizada por el club 
					de montaña Anyera. En concreto, fueron 158 personas las que 
					salieron a las 9.30 horas de la mañana de Tiro Pichón y 
					efectuaron un recorrido de 10 kilómetros pasando por 
					Calamocarro, subiendo por el arroyo hacia Aranguren, para 
					continuar hacia el monte Anyera y vuelta hacia Tiro Pichón. 
					 
					La marcha fue “un éxito”, según explica Alberto Ferrero, del 
					Club de Montaña, quien comentó que los participantes 
					pudieron disfrutar de un tiempo estupendo. “El único 
					incidente fue el de una chica que se torció el tobillo, pero 
					fue rápidamente atendida y trasladada por Cruz Roja”, 
					explica. Por ello, y la asistencia que también prestaron a 
					un hombre mayor que se vio cansado la organización entregó 
					un premio especial a la entidad humanitaria. “Hemos querido 
					reconocer su trabajo y su apoyo durante la marcha, han sido 
					estupendos”, remarcó Ferrero. Además de Cruz Roja, 
					recibieron también placas conmemorativas el grupo con más 
					participantes en la marcha, que el Club de Montaña Anyera 
					cedió al grupo ‘Osanapio’. Asimismo, recibieron premios los 
					senderistas más veteranos, Marisol Muñoz Ruiz en el caso de 
					las mujeres y Antonio Hernández Cortés entre los hombres, 
					este último con 77 años. 
					 
					El grupo familiar más numeroso, los Ferrero recibieron 
					también un reconocimiento. 
					 
					Este año, por cuestiones de logística, la organización no 
					pudo ofrecer a los participantes el clásico picoteo 
					posterior a la marcha, pero sí les entregó bebidas 
					isotónicas. 
					 
					La participación se mantiene así y se afianza en esta marcha 
					en contacto con la naturaleza de Ceuta, que espera seguir 
					celebrando muchas ediciones según afirmó el representante 
					del Club de Montaña Anyera.  
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