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OPINIÓN - SÁBADO, 7 DE ENERO DE 2012

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

Adiós a las fiestas navideñas
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

Que terminaron con la gran Cabalgata de Reyes, síntoma inequívoco del final de unas fiestas que, a decir verdad, no sabemos muy bien cuando comenzaron, si el día en el que se iluminó la ciudad, en las dos noche consecutivas de esa cena-invitación multitudinaria, no sabemos a cuento de qué, si en el día de la “polvoroná”, otro gasto absurdo, o si, de verdad, el día 24 de diciembre.

Sea como sea, tras estas fechas, que iré comentando, hoy y otros días en el futuro, en su justa medida, lo que sí es cierto es que, a partir de ahora, desde hoy hasta finales de febrero, la crisis se notará un poco más y salvo marcas como AVECREM y alguna otra parecida, todos notaremos la situación que hay y los gastos extra de los días que han pasado.

La cuesta de enero, desde hace años, se prolonga durante un mes más, porque no debemos olvidar que los gastos extra que hacemos en estas fiestas, especialmente, si se van abonando con tarjeta, no será hasta finales de enero que es cuando lo cargan, con lo que será febrero quien tenga que apechugar con lo poco que quedó tras el “recorte” de la tarjeta.

Sea como sea, eso son gastos privados que uno hace con lo suyo y que está en su derecho de pagarlo o deberlo como quiera, sin dar cuentas a nadie más que a él. Esto debe quedar claro, porque todos tiramos de nuestro bolsillo o de nuestra tarjeta cuando y como queremos o podemos.

Lo que no tiene el mismo sentido es lo que se hace con dineros públicos, especialmente en unos gastos que pueden servir para congraciarse con unos hipotéticos votantes o con quienes un político cree que le han apoyado a él.

A mediados de diciembre, recuerdo haber visto, dos días consecutivos, desde media tarde, unas colas que se asemejaban a las de la recogida del racionamiento en los años 40, aquí, afortunadamente, los que estuvieron varias horas en esas colas no tenían necesidad del tal racionamiento, ni tampoco de que se les invitara a cenar y al baile siguiente por la noche. ¿A qué vienen esos gastos? ¿No estábamos en época de crisis? ¿No es esta una de esas épocas de vacas flacas?. Aquí, en Ceuta, parece que todo eso da lo mismo, pero esas 500, 600 o 700 personas que fueron invitadas a cenar, todavía no sé con qué criterio selectivo, se lo pasaron como Dios, y la Santa Casa Madre ya pagará o ya habrá pagado, que para el caso es lo mismo.

Ni lo entiendo, ni lo apruebo, ni me parece lo más moral en épocas de este tipo, con la situación económica como está.

De todas formas como eso de tirar con pólvora ajena se les da de perlas a los políticos, sean de las siglas que sean, pues no podía faltar la polvoroná, tampoco, de donde hay quien sale con dos kilos de más, por comerse uno, dos, cinco o los polvorones que sean, además de recoger otros tres o cinco más en el bolsillo.

Hay unas normas adquiridas aquí que debían ser las idóneas cuando el Ayuntamiento tenía mucho dinero, pero que no cuadran demasiado cuando además de no tener, el Ayuntamiento, como casi la totalidad de ayuntamientos, debe lo que no está en los escritos.

Con esta situación, que nadie se escandalice, si los que se fueron ya del Gobierno, no les dejaron “los deberes hechos” y digo que nadie se debe escandalizar, porque si hoy se fueran los que están en la Santa Casa Madre, no sé qué deberes dejarían hechos a los sucesores.

2012 ha nacido con aires de cambio, de reformas, de recortes, pero ya veremos a ver si en Ceuta se recortan esas “comilonas” para unos cuantos privilegiados y “elegidos a dedo”.
 

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