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					“Soy inocente mi señoría”, fueron las últimas palabras de 
					R.M.D. antes de que quedara visto para sentencia el juicio 
					al que acudía como acusado de un delito contra la salud 
					pública. Los hechos se remontan al pasado 15 de noviembre, 
					cuando este hombre se disponía a cruzar a embarcar. Tras 
					pasar el control de la Policía Nacional, el Guardia Civil 
					del puerto le pidió a R.M.D. que entrara al cuartillo para 
					cachearle. Sin embargo, según la versión de los agentes de 
					Guardia Civil y Policía Nacional que ese día se encontraban 
					en el control, el acusado desapareció unos segundos detrás 
					de una columna para “sacarse una bola blanca del pantalón” y 
					tirarla a la papelera, explicó la agente de Policía que vió 
					los hechos.  
					El Guardia Civil aseguró que había perdido de vista al 
					acusado durante 15 ó 20 segundos, mientras desaparecía 
					detrás del cuartillo. No obstante, cuando el agente se 
					dirigía a buscarlo, el imputado reapareció. Al instante, 
					llegó la Policía Nacional con un paquete de hachís, envuelto 
					en un calcetín y con restos de arena.  
					 
					Reincidente 
					 
					Desde el banquillo de los acusados, R.M.D. iba negando con 
					la cabeza ante cada una de las afirmaciones de los agentes. 
					Su versión distaba mucho de las otras dos, ya que según él, 
					“no era posible” que le hubieran cogido tirando nada porque 
					aseguró desconocer el origen de la sustancia. “Dicen que me 
					han grabado con las cámaras -alegaba poniéndose la mano en 
					el ojo y simulando un objetivo- pero no puede ser”. 
					Precisamente esta era la tesis que siguió la defensa, que 
					pidió como prueba las grabaciones de las cámaras de la 
					Estación Marítima que no se incluyó en el proceso.  
					La cantidad que se encontró en el macetero ascendía a poco 
					más de 700 gramos, por los que la Fiscalía solicitó dos años 
					y seis meses de prisión para el acusado. Una pena en la que 
					se ha tenido en cuenta el agravante de reincidencia porque 
					R.M.D. fue condenado por el mismo hecho en febrero de 2011. 
					El Juzgado de lo Penal número uno acogió ayer varios juicios 
					por delitos contra la salud pública, en los que los acusados 
					se conformaron con las penas que el fiscal les solicitaba. 
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