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					Los gritos de M.O. resonaron ayer en los juzgados cuando se 
					enteró de que tendría que volver a prisión por, al menos, 
					cuatro meses más. Esta mujer, de origen nigeriano, lleva en 
					la cárcel desde noviembre, cuando la sorprendieron 
					intentando embarcar con un pasaporte falso. Finalmente, 
					aceptó los seis meses de condena que para ella pedía el 
					fiscal. 
					 
					El pasado 16 de noviembre, M.O. fue a embarcar en el ferry 
					hacia Algeciras con un pasaporte falso cuando la detuvieron 
					en el control de seguridad. No era la primera vez que lo 
					intentaba, ya que en marzo del 2011 había sido condenada por 
					intentar cruzar a la península con un documento público 
					falsificado. Por eso, esta mujer de origen nigeriano fue 
					conducida directamente a prisión, donde ha aguardado casi 
					dos meses a la espera de un juicio. Ayer, antes de entrar a 
					la sala del Juzgado de lo Penal número uno, le ofrecieron un 
					acuerdo para cumplir una condena de seis meses y alcanzar 
					una conformidad, ya que la mujer era reincidente y se le 
					acumularían la condena anterior, que no tuvo que cumplir por 
					ser inferior a dos años y no contar con antecedentes, y la 
					nueva.  
					 
					La sola idea de pasar cuatro meses más en la cárcel hizo que 
					esta mujer se tirara por los suelos y se pusiera a gritar en 
					los calabozos. La imputada tenía los nervios a flor de piel 
					y el personal de los juzgados intentaba calmarla para 
					llevarla a la sala, desde donde se podían oir sus gemidos y 
					el llanto mientras la Policía Nacional la conducía ante el 
					juez. Aunque, M.O. mostró su voluntad de no conformarse con 
					el acuerdo en un primer momento, su abogado, con la ayuda de 
					una intérprete de francés, le hizo entrar en razón. El 
					magistrado aseguró que tardaría más en salir de la cárcel si 
					no se conformaba, y por tanto se aplazaba el juicio para 
					pedir nuevas pruebas, que si aceptaba el acuerdo ofrecido 
					por Fiscalía.  
					 
					Una vez dentro de la sala y al tomar asiento frente al juez, 
					M.O. se comenzó a calmar. La imputada confirmó en la vista 
					oral que había intentado cruzar hacía la península con un 
					pasaporte británico falso, lo que constituye un delito de 
					falsificación de documento público por el que tendrá que 
					cumplir una condena de seis meses de cárcel y abonar una 
					multa de 360 euros. Aunque M.O. dice ser de Nigera, esta 
					mujer se encuentra indocumentada y se desconoce cuál es su 
					verdadero país de origen.  
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