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                     Muchas veces, en mis reuniones, 
					con familiares, amigos y contertulios, no paran de 
					preguntarme, como me quede en el camino de ser un buen 
					militar, de hacer carrera en la Armada, en La Legión, o en 
					el Archivo de Historia Militar. Me puedo quedar con la frase 
					de mi profesora de toda la vida, que me veía aptitudes, que 
					me lo pensara, que la música, el cachondeo y las niñas, que 
					no iba a tener 15 años toda la vida. 
					 
					Me dijo que “nadie escarmienta en cabeza ajena”. 
					 
					Pero fue hace siete años, que comenzó como por inspiración 
					divina una historia de amor, agradecimiento y devoción a una 
					UNIDAD: LA LEGION y sus hombres: LOS LEGIONARIOS. A los 
					funerales de mi padre, el Tercio hizo llegar una corona de 
					flores, todos emocionados, mi hermano estaba en la Plana 
					Mayor de Mando, salio llorando y emocionado, todos sus 
					compañeros se agolparon y abrazaron, cuando llego al 
					Hospital de Madrid, yo no daba crédito, a como pueden 
					quererse tanto los hombres, ahí estaban ellos. Al despedirse 
					el duelo, todos consternados, veo llegar la figura de una 
					persona, que lucia tres estrellas de ocho puntas, a mi mujer 
					le hago señas de que es el CORONEL DEL TERCIO, a mi madre le 
					dijo:¡ Señora aquí esta La Legión para lo que le haga falta! 
					palabras que nos quedaron grabadas en nuestro corazones. Ese 
					mismo año, lleno de recuerdos y emociones, se hizo en García 
					Aldave, la Ultima Jura del Milenio denominada de las Cuatro 
					Culturas a iniciativa el Comandante General LOPEZ DE OLMEDO, 
					en el ultimo instante de prestar juramento a través de la 
					COMUNIDAD HINDU, me cambie de fila, pedí la Bandera del 
					Tercio, era una ocasión irrepetible, al llegar ante la 
					ENSEÑA NACIONAL me cuadré, le bese y al retirarme, el 
					CORONEL JEFE DEL TERCIO, la custodiaba con su sable, en ese 
					momento me cuadré ante el, como agradeciéndole con la 
					mirada, el detalle que tuvo a comienzos de aquel 
					acontecimiento de la JURA DE LAS CUATRO CULTURAS, dio 
					comienzo al encuentro con mi historia con LA LEGION Y SUS 
					HOMBRES Y MUJERES que están y un fruto a mi pluma y a mis 
					sentimientos plasmarlos en unas letras. 
					 
					El Coronel del Tercio, al cesar en su mandato, fue destinado 
					a la CASA REAL de Su Majestad el Rey Don Juan Carlos, 
					posteriormente ascendió a GENERAL DE BRIGADA, siendo 
					director de la Academia de Infantería en Toledo, la familia 
					siempre me daba el toque, de ser bien agradecidos y que 
					nunca me olvidara del CORONEL DEL TERCIO DUQUE DE ALBA. 
					 
					Por Navidad, por los Aniversarios de la FUNDACION DE LA 
					LEGION, por su Santo, allá que me acordaba de ese GRAN 
					HOMBRE, el que le busco alojamiento en el asilo a la PEQUE a 
					Doña VICENTA VALDIVIA SALMERON cuando ya no podía valerse 
					por si sola en el Tercio, el que tuvo su momento luctuoso en 
					el accidente del BMR y allí que estuvo el primero en el 
					dolor de su LEGIONARIO. En la penúltima carta, que se 
					despedía me decía, abandono la Academia de Infantería, voy 
					destinado a Canarias como Jefe de Tropas de las mismas, 
					aquel CORONEL JEFE DEL TERCIO es Don JUAN MIGUEL MATEO 
					CASTAÑEYRA, querido en Ceuta por todos, hoy en Canarias es 
					GENERAL DE DIVISION. El hombre que me inspiro mi cariño por 
					LA LEGION. 
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