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A mediados de 2011 ya se apuntaba
una tendencia que ha acabado por confirmarse: crece el
número de personas que intentan pases de droga desde Ceuta a
la península. El pasado año, la cifra de arrestados por la
Guardia Civil superaba por primera vez el millar, cuando en
2008 y 2009 rondaban los 700. Mientras, la cantidad de droga
incautada también por la benemérita en el control de
embarque del puerto se mantiene en 12 toneladas, con apenas
600 kilos de diferencia, al alza, eso sí, respecto a 2010.
La crisis está, según apuntan fuentes de la lucha contra
este tráfico de estupefacientes, detrás del aumento del
‘menudeo’, algo que también observó el CNP el pasado año, en
muchos casos, de personas que intentaban un pase por primera
vez.
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Una frontera “compleja” |
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La situación geográfica de Ceuta,
separada del continente europeo y frontera sur de Europa, la
convierte en un lugar “complejo” en cuanto al fenómeno de la
inmigración clandestina y su tratamiento. Así lo reconocen
desde organizaciones como la Asociación pro Derechos Humanos
de Andalucía (APDHA) y así lo perciben también los ceutíes,
que viven en una de las zonas ‘calientes’ en cuanto a la
presión migratoria del depauperado continente africano.
Dadas las difíciles condiciones de vida en muchos países
africanos y la persistencia de los males que los azotan, hay
que estar preparados para que este fenómeno también persista
en la ciudad, aún en distintas formas. No se puede frenar en
seco la diáspora africana, pero sí apostar por el desarrollo
de estos países y tratar con dignidad a los inmigrantes.
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OPINIÓN / EDITORIAL
