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sucesos - MARTES, 17 DE ENERO DE 2012


Antonio González Muriana. reduan.

NAVIERAS / ACCIDENTE
 

“Los primeros minutos en el
barco fueron de histeria”

El médico del 061 que se encontraba entre el pasaje, Antonio González Muriana, comenta para EL PUEBLO como se vivieron las nueve horas que los pasajeros y la tripulación sufrieron tras la colisión con el ‘New Glory
 

CEUTA
José Manuel Rincón

ceuta
@elpueblodeceuta.com

El doctor Antonio González Muriana, único médico que se encontraba como pasajero en el buque ‘Milenium Dos’ de la compañía Acciona en el instante de la colisión con el mercante ‘New Glory’, relata para EL PUEBLO la experiencia vivida y cómo afrontó la situación hasta que el fast-ferry fue desenganchado del mercante y continuó su rumbo hasta Ceuta.

Como es bien conocido por la ciudad de Ceuta, el doctor Antonio González Muriana es licenciado en Medicina y Cirugía y ejerce como médico coordinador del Servicio de Emergencias 061 desde su fundación. Durante la entrevista mantenida ayer en EL PUEBLO, González Muriana relataba que mientras se encontraba como pasajero realizando la travesía entre Algeciras-Ceuta a las 19.00 horas del pasado viernes, en el barco ‘Milenium Dos’ de la compañía Acciona-Transmediterránea, después de disfrutar de sus vacaciones para incorporarse a su trabajo en Ceuta en el Servicio Coordinador de Emergencias 061, tuvo lugar el lamentable siniestro, alrededor de las 20.00 horas.

Pregunta.- Doctor González, ¿cómo vivió usted el impacto entre ambos buques?

Respuesta.- Primeramente tengo que decirle que tanto el tiempo, la mar y la visibilidad acompañaban. Una vez dicho esto, yo me encontraba sentado en los asientos del centro del barco cuando escuché como una especie de impacto muy fuerte, totalmente inesperado que nos levantó de los asientos.

P.- ¿En qué pensó en esos momentos?

R.- Lo primero que me vino a la mente es que había sido un atentado por la importancia del siniestro.

P.- ¿Cuál fue su primera reacción?

R.- En ese delicado momento, la mente se te queda en blanco. Viendo la situación de histeria generalizada de todo el personal, unas 200 personas, lo primero que hicimos fue ponernos los chalecos salvavidas.

P.- ¿Cómo supieron de su existencia en el barco?

R.- A través de la megafonía del buque preguntaron si había algún médico a bordo y requirieron mi presencia. A continuación me presenté ante el capitán del barco.

P.- ¿Qué es lo primero que hizo?

R.- Como ya le he dicho, me presenté ante el capitán del barco, quien me informó de la medicación existente, por cierto muy completa, aparte de un pequeño botiquín que suelo llevar conmigo. A continuación realicé un ‘triaje médico’, es decir una selección y clasificación de los pacientes basándome en los recursos disponibles. A continuación, al ver la situación de histeria, traté a los más afectados con medicación ansiolítica, (aproximadamente unas diez personas adultas). Seguidamente me requirieron para atender a un señor de unos 60 años, obeso, con una posible fractura de una de sus piernas. Durante la valoración, pude comprobar que el señor tenía bien inmovilizado el miembro afecto y también le aprecio un leve traumatismo craneoencefálico, refiriéndome posteriormente que ya se había tramitado su evacuación en helicótero.

P.- ¿Es cierto que le llamó el delegado del Gobierno?

R.- Correcto. Se presentó telefónicamente y me preguntó por la situación. La referí que estaba relativamente estable, excepto el señor del traumatismo craneoencefálico con la posible fractura de una de sus piernas. También le informé de que el resto de la tripulación estaba siendo tratada con ansiolíticos (en los casos ansiosos-depresivos mayores), así como todos los contusionados, latigazos cervicales, etc. Durante este periodo también atendí a Milagros García, miembro de la Asamblea de Ceuta, de un traumatismo en el antebrazo, que por cierto hicimos un muy buena amistad. También se atendió a una mujer diabética de tipo 1 (insulino-dependiente) algo descompensada y ansiosa, siendo al final trasladada hasta el Hospital, así como un señor joven con traumatismo cervical. Durante mi conversación telefónica con el delegado del Gobierno le comuniqué que mientras durara aquella situación estaríamos en contacto a través del teléfono, algo que agradeció, al igual que hice con mi servicio de emergencias 061, donde trabajo. El delegado me informó de que intentaría mandarles mantas, alimentos y todo tipo de productos básicos además de intentar mandar asistencia sanitaria, algo que le agredecí.

P.- Durante esas nueve horas de espera ¿Qué es lo mejor y lo peor que vivió?

R.- Yo siempre soy optimista y realista. El ser cristiano, siempre me ayuda, veo lo positivo. En este caso el personal del barco, excelente, así como las 200 personas existentes. También hay que resaltar la muy buena colaboración con el delegado del Gobierno, y él, con Salvamento Marítimo, así como con los Cuerpos y Fuerzas del Estado presentes. Y cómo no, la siempre disponibilidad de todo mi equipo de Emergencias, tanto médicos, DUE, técnicos, teleoperadoras, de quienes estoy orgulloso de pertenecer a este equipo, siempre a disposición, en esta ocasión, como en el resto de servicios prestados a Ceuta, cosa que veo que no está realmente valorada como se merece.

P.- ¿Y lo negativo?

R.- Yo siempre veo lo positivo, si hay alguna pega sería la falta de cursos de Primeros Auxilios al personal de la compañía y por último el tema de la asistencia sanitaria, en este caso ausente en el barco, cosa que hay que corregir.
 

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