| 
                     
					En 2007, J.F.C.H. dejó un comentario en un periódico digital 
					en el que hablaba de “las irregularidades” del sistema 
					retributivo de la Ciudad y en el que decía que Racero era 
					uno de los que se llevaban más dinero del que le 
					correspondía por su nivel formativo. Ayer, el responsable se 
					sentó en el banquillo acusado de un delito de injurias, por 
					el que el fiscal solicitó una multa de 1.080 euros, mientras 
					que la acusación particular pedía que se le condenara por 
					calumnia a 21.600 euros de multa. 
					 
					Más de cuatro años han pasado desde que J.F.G.H. dejara un 
					comentario en el muro de un medio digital ceutí que le ha 
					costado una imputación por injurias. La opinión en cuestión 
					versaba sobre el sistema retributivo de la Ciudad Autónoma y 
					en ella citaba a Francisco Martínez Racero, según el propio 
					acusado, “como ejemplo de los desajustes, no como crítica 
					concreta”. Sin embargo, el por entonces jefe de negociado de 
					nóminas sintió que se le estaba acusando directamente de 
					malversación de fondos y, por tanto, ayer la acusación 
					particular solicitaba para el imputado una pena de multa de 
					21.600 euros más una indeminzación de 30.000 euros.  
					 
					Al juicio asistió como testigo Carolina Pérez, con quien el 
					acusado aseguró haber mantenido una conversación en el año 
					1999 en la que la ex diputada le habría dicho que Martínez 
					Racero era “el paradigma de las irregularidades” dentro de 
					la Administración. No obstante, durante la vista oral no se 
					habló de cantidades ya que el imputado aseguró desconocer 
					qué cuantía podría cobrar el jefe de negociado, quien a su 
					vez aseguró no recordar cuál era su nómina ni en 1999 ni en 
					2007. 
					 
					Imposible ‘meter la mano’ 
					 
					El ahora director gerente de gestión interna se centró en 
					aclarar cómo se hacen los sueldos en la Administración y lo 
					“imposible” de que él configurara “nóminas arbitrarías”. 
					Martínez Racero expuso “los perjuicios” que le ha conllevado 
					este comentario del que aseguró haberse enterado a través de 
					su hija. “Me dijo que en el colegio le habían dicho que su 
					padre era un chorizo que estaba robando en el Ayuntamiento” 
					recordó amargamente. Mientras que a nivel laboral, el 
					entonces jefe de negociado explicó como sus compañeros 
					“rehusaban” hablar con él o la depresión que la situación le 
					acarreó.  
					 
					Por su parte, la defensa puso en duda durante el juicio que 
					esa depresión se debiera al comentario y no al expediente 
					sancionador que en esa misma época le abrió la 
					Administración y que Martínez Racero recordó que se había 
					sobreseído, después de que se le investigara e incluso el 
					Tribunal de Cuentas le felicitara.  
					 
					Falta de una RPT 
					 
					Mohamed Alí, líder de Coalición Caballas, pasó también ante 
					la jueza del Penal número dos como testigo para recordar que 
					en las fecha de los hechos estaba en pleno auge el ‘caso de 
					las nóminas’. “Muchas sueldos tenían complemento de superior 
					categoría y los complementos específicos no obedecían a 
					criterios objetivos”, alegó el líder de la oposición. Y es 
					que, dentro de la nómina de los funcionarios locales existe 
					el complemento específico que puede responder a 80 tipos de 
					plus, pero no se específica a cuál. Por ello, tanto Alí como 
					el imputado hablaron de un sistema “opaco”.  
					 
					Para todos los testigos, la falta de una Relación de Puesto 
					de Trabajo (RPT) de funcionarios, es uno de los problemas 
					endémicos de la Administración que podría zanjado este caso. 
					Punto en el que también coincidió Inmaculada Ramírez, ex 
					portavoz del PSOE en la Asamblea. La ex diputada aseguró que 
					el tema de las nóminas fue utilizado para hacer política en 
					su momento, pero que desconocía las retribuciones de 
					Martínez Racero.  
					 
					Finalmente, la defensa solicitó la absolución para J.F.G.H. 
					o en su caso, que el delito de injurias se rebajara a falta, 
					y por tanto esta habría prescrito.  
   |