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					El arzobispo castrense Juan del Río Martín concluyó ayer su 
					visita a la ciudad autónoma, en la que ha permanecido dos 
					días. El motivo ha sido encontrarse con los soldados de la 
					Comandancia General de Ceuta, especialmente con los que se 
					desplazarán en misión al Líbano, a los que les ha anunciado 
					que pretende visitar en los próximos meses. 
					 
					“Nos tenemos que sentir orgullosos de nuestros militares”. 
					Con estas palabras, el arzobispo castrense, Juan del Río 
					Martín, valoró su encuentro con los soldados de la 
					Comandancia General de Ceuta. Ayer, el arzobispo concluyó su 
					vista por Ceuta, de la que destacó su limpieza “y lo 
					agradable que es”, tras permanecer en ella durante dos días. 
					El motivo de esta visita ha sido encontrarse con los 
					militares que forman parte de las Unidades de la COMGECEU, y 
					de manera especial con los soldados que, integrados en el 
					contingente ‘Libre Hidalgo XVI’ se trasladarán en pocas 
					semanas al Líbano.  
					 
					Esta visita está enmarcada dentro de las visitas periódicas 
					que el arzobispo castrense realiza a todos los miembros 
					católicos de las Fuerzas Armadas destinados a las distintas 
					Unidades de Tierra, Mar y Aire, así como la Guardia Civil y 
					la Policía Nacional. El arzobispo confirmó que tiene 
					previsto visitar a las tropas cuando estén desplazadas, del 
					mismo modo que ya lo ha hecho en ocasiones precedentes. Así, 
					hizo hincapié en la preparación que tienen los soldados 
					tienen. “Son conscientes de su misión de servicio a España y 
					de que los intereses de la Defensa Nacional se juegan 
					también a muchos kilómetros de distancia de nuestros 
					hogares”, explicó a EL PUEBLO.  
					 
					En estos dos días, el arzobispo se ha reunido con el 
					delegado del Gobierno, Francisco Antonio González Pérez, y 
					con el presidente de la Ciudad, Juan Vivas, además de con 
					los jefes militares. En su último día, el arzobispo ofició 
					misa en la Iglesia Virgen de África y después visitó los 
					acuartelamientos de González Tablas, El Serrallo y el Hacho, 
					así como la capilla del Hospital Militar.   
					 
					Antes de despedirse, el arzobispo quiso agradecer “ a todos 
					los caballas” la acogida que le han hecho y a los militares 
					españoles “lo implicados que están en el servicio de la 
					Defensa de España, de su libertad y de su seguridad”, así 
					como lo involucrados que están como ciudadanos “en el tejido 
					social de Ceuta”.  
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