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OPINIÓN - DOMINGO, 22 DE ENERO DE 2012

 
OPINIÓN / PSICOPEDAGOGIA

La Disglosia
 

Por  Quique Rodríguez/Asociacion Psicopedagogica de Ceuta


Las causas de las disglosias pueden ser muy variadas, ubicadas en diferentes órganos del habla, únicas o asociadas. Como causas pueden citarse las malformaciones congénitas, los trastornos del crecimiento, parálisis periféricas, traumatismos y sus consecuencias, como son las cicatrices, estenosis, etc.

La intervención en los pacientes que presentan disglosias, deberá estar orientada hacia el restablecimiento de la funcionalidad de los órganos alterados. Se deberá trabajar hábitos de alimentación, respiración, percepción auditiva, estimulación del lenguaje y la comunicación, etc.

En la división anatómica de los órganos periféricos del habla podemos distinguir:

Disglosias labiales. La dificultad articulatoria se produce como consecuencia de una alteración en la forma, movilidad, fuerza o consistencia de los labios.

Disglosias mandibulares. Se trata de un trastorno en la articulación de los fonemas debido a una alteración en la forma de los maxilares.

Disglosias linguales. La lengua, órgano activo de la articulación de los fonemas, precisa de una extraordinaria sincronía de sus movimientos durante el habla. Cuando la articulación se ve alterada, como consecuencia de un trastorno orgánico de la lengua, nos encontramos con una disglosia lingual.

Disglosias palatinas. Son alteraciones en la articulación de los fonemas debido a malformaciones orgánicas del paladar óseo y del velo del paladar.

Disglosias dentales. Los trastornos de la articulación como consecuencia de una alteración en la forma o posición de las piezas dentarias, se denomina disglosia dental.

DISGLOSIAS LABIALES.

Se denomina disglosia labial al trastorno de la articulación de los fonemas por alteración de la forma, movilidad, fuerza o consistencia. Entre las causas más frecuentes, señalaremos las siguientes:
- Labio leporino: La frecuencia del labio leporino en Europa, es de 1 por cada 1000 nacimientos. Es menor en poblaciones negras y mayor en las poblaciones asiáticas.
Entre los hermanos, se presenta en una frecuencia del 4%, entre parientes de segundo grado es del 7 % por 1000 nacimientos y el riesgo de parientes de tercer grado es de 2 o 3 por 1000. Se cree que puede ser un factor de herencia multifactorial.

La malformación es de tipo lateral cuando afecta sólo un lado y bilateral cuando afecta a los dos lados.

Todas las combinaciones entre estas distintas formas son posibles, es por ello que podemos decir que existen tantas clasificaciones como autores han tratado este tema.

-Labio leporino unilateral simple (33%)
-Labio leporino unilateral total (48%)
-Labio bilateral simple (7%)
-Labio bilateral total (12%)

A.1.) En el labio leporino unilateral, la fisura está situada fuera de la cresta de filtro labial, por lo tanto, todos los elementos de la parte media del labio, forman parte del lado interno, la mucosa labial es delgada y el músculo orbicular del labio está poco desarrollado. En cuanto al lado externo, la mucosa es abundante y la musculatura tiene un espesor prácticamente normal.

El orificio nasal del lado afectado está mal orientado y frecuentemente en dirección horizontal. El ala está aplanada, descendida, su implantación es más posterior y hacia el lado sano.

La pirámide nasal puede estar hipertrófica en todas sus dimensiones.


A.2.) En el labio leporino bilateral, la parte central o prelabio es hipoplástica, tanto en su parte cutánea como mucosa. Existe también una falta de altura y de espesor debido a que el orbicular del labio superior no se ha desarrollado en esta zona. Las dos partes laterales tienen las mismas características que el lado externo del unilateral.

El hueso intermaxilar acostumbra a hacer prominencia, lo que dificulta aún más la movilidad articulatoria.

Durante el habla, el labio superior queda inmóvil, mientras que el inferior tiene una movilidad normal. La situación de los músculos labiales hace que su contracción tienda a separar más la hendidura labial. Se puede hacer separar las comisuras labiales, pero la protusión del labio superior hacia adelante, como en la /o/ y la /u/, es imposible. Es necesario mucho tiempo de ejercitación para obtener su movilidad.

BOREL, hace notar que los labios más inertes son los no operados. Estos frecuentemente están inmóviles. En los labios leporinos bilaterales cortos, insuficientes y poco carnosos es imposible articular /b/ o /p/. En estos casos los fonemas bilabiales se producen por contacto de la lengua y el maxilar superior. En la /m/ por un golpe del glotis.

En relación a la posible intervención quirúrgica, existen dos grandes tendencias:

a) operar al nacer.

b) operar al cabo de unos meses.

Las contraindicaciones de la operación son:

- Menor resistencia del niño ante una intervención quirúrgica.

- No de tiempo de estudiar al niño, ya que muchos de ellos tienen malformaciones asociadas.

- Las referencias anatómicas del labio, en las que nos basamos para realizar su reconstrucción, son apenas reconocibles. A menudo es indispensable realizar un tratamiento ortopédico antes de la intervención.
- Las técnicas quirúrgicas actuales consisten en la formación de colgajos geométricos matemáticamente diseñados, no obligan a operar sobre el labio mucho más desarrollado, que cuando el cirujano se limitaba a resecar los bordes de la fisura.
- El hueso del recién nacido no está totalmente osificado. Las deformaciones que producen las tensiones postoperatorias sobre este hueso son muy graves.

Las indicaciones de la operación tardías están superadas todas las contraindicaciones de la operación precoz.

Una de las contraindicaciones de la operación tardía, es que los padres tengan que soportar la dolorosa visión de la malformación. En contra de esto, es necesario resaltar que los padres a los pocos días lo observan con total naturalidad.

La edad ideal para el cierre del labio leporino son los 6 meses de edad.
El fin primordial de la operación es obtener un labio superior normal, tanto desde el punto de vista estético como funcional.

Para dar actividad a este tipo de labio suturado se recomienda el uso constante del chupete, masajes y movilidad pasiva.

Cuando el niño es mayor, le hacemos prácticas juegos de soplar, chupar, propulsión y retracción de los labios y, por fin, la articulación.


A.3.) Labio leporino medio o central. Se produce a expensas de la falta de unión de los dos mamelones nasales internos.

Es una malformación rara, la atrofia puede llegar a extender desde una simple escotadura media labial, a todo el tubérculo medio, creando una amplia hendidura, que interesa las dos fosas nasales.

Una pequeña hendidura mínima en la punta o en el dorso de la nariz puede verse como residuo de esta fisura.

La mayor parte de las fisuras medias del labio superior no son verdaderamente labios leporinos centrales, sino labios leporinos bilaterales como aplasia e hipoplasia del filtro labial.

Hay una variante del labio leporino central a la que se asocia una fisura palatina bilateral, ausencia de cuerpo calloso, agenesia del prelabio premaxilar y huesos nasales, además de microcefalia.
- Frenillo labial superior hipertrófico. Esta malformación bastante frecuente, es causa de disglosia por motivos distintos. Impide la movilidad normal del labio superior y produce un diastema (separación) entre los incisivos centrales, un espacio entre los incisivos centrales, tanto temporales como permanentes, es común y puede ser absolutamente normal en la época previa a la erupción de los incisivos laterales.
Como consecuencias más evidentes aparecen las dificultades en la articulación de fonemas /u/, /p/, /b/ y /m/. Las bilabiales son sustituidas por la labiodental /f/.
El sorber líquidos a través de un tubito es imposible o difícil.

La simple presión hacia la línea media que ejercen los incisivos laterales y los caninos en el momento de la erupción, suele causar el cierre de diastema central sin necesidad de intervención ortodóncica ni quirúrgica.

Solo se considera patológico un frenillo cuando existe un retraso o imposibilidad de erupción de los dientes laterales o caninos que puede ser atribuido a dicho frenillo.

*Licenciado en Psicopedagogía
 

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