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					En Castilla y León se dice “es de bien nacidos, ser 
					agradecidos”, y yo, vallisoletano que soy de nacencia, 
					aunque ceutí de adopción, quiero dar las gracias a todos los 
					que han contribuido a que la representación de “Una visita 
					inesperada” de Agatha Christie, que el pasado viernes puso 
					en escena CONMEDIA FARSA bajo mi dirección, fuera un éxito. 
					 
					Una representación teatral exige la conjunción de varios 
					elementos y la colaboración de muchas personas. En primer 
					lugar se necesita una obra: gracias a Agatha Christie hemos 
					contado con un magnífico texto, lleno de intriga y pasión. 
					Por supuesto, también un grupo de actores: gracias a Emilio 
					Pomares, Zoé García, Jesús Porteiro, Cristian Marfil, Noelia 
					Alcázar, Eva Duque, Daniel Vicente, Daniel Marcos, Miguel 
					Ángel Mendoza y Juan P., que con gran ilusión y maestría 
					dieron vida a cada uno de los personajes.  
					 
					Pero además de estos elementos que podíamos llamar 
					“visibles”, es imprescindible el esfuerzo y buen hacer de 
					otros muchos, cuya labor no siempre recibe el reconocimiento 
					que merece: gracias a nuestra regidora, Mari Carmen Serrano, 
					que con su labor diligente y callada entre bambalinas 
					consiguió que todo, luces, sonido, entradas…, funcionase 
					correctamente y el director pudiera ver la obra desde el 
					patio de butacas sin incordiar detrás del escenario; a 
					nuestra coordinadora Esperanza Míguez, siempre en la brecha 
					y atenta a cualquier necesidad; a nuestra maquilladora, 
					Marisol Muñoz, cuyas caracterizaciones tanto ayudaron a los 
					actores para meterse en su papel; gracias a José Sedeño, 
					Ángel Peralta y José Villarubia, por construir tan perfectas 
					escenografías y prestarnos su máxima colaboración; a Alba 
					Sonido y en especial a sus técnicos Ico, Christian y Emilio, 
					cuya maestría en poner las luces y el sonido nos ayudó a 
					crear el clima propicio en cada instante. 
					 
					No podemos olvidar a quienes, sin participar directamente en 
					la representación, contribuyeron a difundirla y hacerla 
					posible: gracias a las empresas PROSEGUR, que puso a nuestra 
					disposición porteros y servicios de seguridad y ENSERPU, que 
					nos proporcionó el servicio de azafatas; a Papel de Aguas 
					S.L. y a todo su personal: Pablo Luis, Kiko, Jose y Pepe 
					Gallardo, siempre dispuestos a realizar los montajes y 
					tiradas graficas, a pesar de la premura con la que siempre 
					se lo pedimos; a la Consejera de Educación, Cultura y Mujer, 
					Mabel Deu, que confía en nosotros y, dentro de las exiguas 
					posibilidades económicas de la Consejería, nos facilita el 
					poder hacer lo que más nos gusta “TEATRO” y a todo el 
					personal administrativo de la misma: Nieves Cruzado, Juan 
					Manuel Sánchez “Mame”, Manuel Merlo y Fernando Sáez, 
					capitaneados todos por la Jefa de Negociado Isabel Rico, que 
					ponen todo su empeño en ayudarnos a solventar todos los 
					trámites administrativos y el ingrato papeleo y, cómo no, a 
					los medios de comunicación, por el cariño con que nos tratan 
					difundiendo nuestras actividades y tantos espacios como nos 
					dedican antes y después.  
					 
					Y he dejado intencionadamente para el final al público, ese 
					público maravilloso que con tanto cariño ha recibido 
					nuestros trabajos anteriores y esta vez ha llenado al 
					completo el Teatro Auditorio Revellín. Sin ustedes no habría 
					teatro en ninguna parte, pero para una compañía como la 
					nuestra, sin ningún ánimo de lucro (ni el director, ni los 
					actores, ni alguno de los colaboradores, como la 
					maquilladora, cobran ni un euro) sus críticas y sus aplausos 
					son nuestro único estímulo para seguir trabajando duro e 
					intentar ofrecerles, con el inmenso respeto y cariño que nos 
					merecen, nuevos trabajos cada vez mejores. 
					 
					Espero no haberme dejado en el tintero a nadie, pero de ser 
					así, que lo achaque a mi edad y no a falta de 
					agradecimiento. De momento ya me olvidaba de mi familia, por 
					aguantarme los nervios y malos humores con santa paciencia y 
					echarme una manita de vez en cuando. 
					 
					A todos, de corazón, “sencillamente… ¡Gracias!”. 
					 
					Director y Presidente de CONMEDIA FARSA 
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