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sociedad - DOMINGO, 29 DE ENERO DE 2012


fernando pérez-padilla. fidel raso.

  ENTREVISTA / Fernando Pérez-Padilla, director territorial del Ingesa
 

«Copago sí; pero de
cualquier forma, no»

Fernando Pérez-Padilla asegura que es
“muy optimista”, que tiene “una visión
muy clara de futuro” y que, tras asumir
el cargo de director territorial del Ingesa,
sabe bien qué quiere para la sanidad ceutí
 

CEUTA
Patricia Gardeu

ceuta
@elpueblodeceuta.com

El médico Fernando Pérez-Padilla García, durante su primera entrevista tras ser nombrado director territorial del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria, explica a EL PUEBLO que asume su nuevo cargo con “optimismo”, acompañado de un equipo “trabajador y honrado”, y dispuesto a encontrar soluciones, aunque “sin varitas mágicas”. Ante sí se abren varios frentes que afectan a la Sanidad ceutí -la integración de los trabajadores del Hospital Militar, la herencia de procesos judiciales como el de la movilidad interna, las protestas de los auxiliares de Enfermería, la contención del gasto sin que vaya en detrimento de la calidad asistencial- y para manejarlos, necesitará ponerse al día y mucho trabajo.

Pregunta.- La Sanidad ceutí tiene muchos frentes abiertos, ¿cuáles van a ser sus prioridades?

Respuesta.- Cada problema tiene una solución distinta porque son problemas muy dispares, pero mi intención es que toda la línea de trabajo vaya encaminada a la calidad asistencial al usuario y a que el trabajador recobre la ilusión por su profesión. Estamos en una profesión que es muy vocacional, y me parece poco lógico que alguien cuya vocación es trabajar en un hospital vaya a hacer el trabajo para el que se ha preparado y que le gusta, y esté disgustado; eso significa que hay algo que falla. En la pérdida de ilusión probablemente haya factores externos que le están condicionando, por eso quiero que esas personas recobren esa ilusión y, en consecuencia, mejore el rendimiento en el trabajo, que sea el adecuado, ni más ni menos que el que debe de ser; y no que ahora, como trabajador que he sido hasta hace poco, me da la impresión de que hemos ido a trabajar muy desmotivados porque no veíamos que nuestro esfuerzo tuviera reconocimiento ni ningún agradecimiento. Parecía que era infructuoso, como una relación comercial: tú me pagas y yo trabajo, y eso no funciona en la Sanidad, en la que tiene que haber un reconocimiento, es una vocación de ayuda a los demás, donde la mayor recompensa es que esa ayuda sea agradecida. Si sientes que tu trabajo es técnico, como puede ser un burócrata, te desmotivas totalmente. Una de las actuaciones que vamos a llevar a cabo es la de incentivar a la gente con tareas que no son propias de su trabajo, como la investigación, innovación... Yo sé que a la gente le ilusiona y, además, eso revierte económicamente en la mejora del servicio, del curriculum y de los recursos humanos.

P.- ¿Piensa que podría llegar a aplicarse el copago en la Sanidad en Ceuta o es una medida económica que descarta?

R.- Es una pregunta peligrosa porque tengo dos opiniones, la que me obliga mi cargo ahora mismo y la mía personal después de haber tenido la ocasión de hablar con médicos de otros países. El copago en otros países funciona, puesto que si se sabe hacer puede minimizar toda esa demanda asistencial que está mal hecha porque se hace a destiempo: van a un médico de cabecera y no salen conforme y van a urgencia... Todo eso se podría, a lo mejor, arreglar con el copago, entendiendo que ese copago iba a revertir también en los trabajadores, en nuestro Sistema de Salud, y lo iba a mejorar y a evitar este círculo vicioso. No obstante es un tema muy político y desde ese punto de vista habría que examinarlo con mucha cautela. Copago sí; pero de cualquier forma, no; y por supuesto, tendría que ver a quién se aplica. A la población más desfavorecida, cuando no le llega ni para comer, no se le puede aplicar un copago; pero a otro tipo de asistencias, que no sean urgencias ni enfermedades propiamente dichas, sí se podría empezar a pagar, con un programa piloto a ver si el copago funcionaba, puesto que en otros países va bien.

P.- La administración precedente fue acusada de inflar puestos gerentes en detrimento de los asistenciales, ¿cómo son sus previsiones en ese sentido?

R.- Ese es un tema que voy a afrontar con la ley en la mano. Desde luego, respecto a lo que se ha hecho en la anterior gestión me gustaría cuanto antes pasar página. Tengo una visión clara de futuro, sé bien lo que quiero para la Sanidad ceutí y soy muy optimista; si no, no estaría aquí. Creo que lo puedo conseguir aunque sé que no va a ser fácil, pero el equipo del que me voy a rodear va a ser un equipo muy trabajador y honrado, esas son las condiciones que voy a poner, y a partir de ahí, creo que vamos a construir una Sanidad en Ceuta, con los recursos que tenemos, pero por lo menos más ilusionante.

P.- ¿En qué va a quedar el proceso de movilidad interna del Hospital Universitario que está ahora mismo denunciado por los sindicatos? ¿El nuevo equipo directivo va a intervenir?

R.- Hasta el momento no he tenido acceso a esa documentación. Cuando lo tenga lo pondré en manos del gabinete jurídico y se hará lo que legalmente corresponda. No tengo prejuicios y si el proceso está bien hecho seguirá para delante, pero si está mal hecho desde el punto de vista legal, pues habrá que revisarlo. Cumpliremos estrictamente con la ley. Yo le voy a conceder el beneficio de la duda y la presunción de inocencia. La gente habla, pero entiendo que habrán hecho lo que ellos han considerado que era mejor para la institución. Ahora, si ha habido algún error a título administrativo, pues habrá que subsanarlo, pero primero habrá que comprobarlo. No hago juicios de valor anticipados.

P.- La integración en el Hospital Universitario del personal del Hospital Militar sigue dando problemas, ¿cuándo se les van a asignar sus puestos definitivos? ¿cómo continúa ese asunto?

R.- No sé exactamente cómo está la situación, porque ha sido información reservada hasta ahora y es uno de los temas en los que me tengo que poner al día.

P.- Los auxiliares de Enfermería también llevan desde noviembre manifestándose cada miércoles para que se renueven varios contratos de larga duración que, según explican los trabajadores, tiene el Ingesa metidos en un cajón, ¿qué va a pasar con ese asunto? ¿Hay algún tipo de solución?

R.- Es una situación difícil; en parte llevan razón, pero también puede que sus reivindicaciones no sean exactamente las que dicen, y que haya alguna más que no sabemos. Pienso que lo primero será hablar con ellos, con sus representantes sindicales, y saber de primera mano cuál es exactamente la problemática que tienen. Si realmente es sólo que necesitan aumentar de plantilla pues dependerá de si hay recursos económicos y de si estos están liberados. Si hay recursos económicos yo no tengo ningún inconveniente en contratar a las personas que hagan falta, pero si los recursos son los que hay y no dan para más, no tengo una varita mágica, y entonces habrá que hacerles entender que no tenemos esa posibilidad, y llegar a algún tipo de pacto de manera que se haga menos gravosa su labor asistencial y compensarles de alguna manera.

P.- Los españoles residentes en Tetuán han pedido en varias ocasiones ser atendidos por la Sanidad española aquí en Ceuta y se han encontrado con problemas, ¿se va a intentar ayudar a las personas que están en esta situación?

R.- En principio, todas las personas que tengan acceso a nuestro sistema de salud, van a tener las mismas condiciones, no van a tener problemas ni diferencias entre unos y otros; y en este caso, pues así será. Yo creo que la única traba que van a tener es la de la frontera. El sistema sanitario les va a atender exactamente igual que al resto de ciudadanos.

P.- En cuanto a espacios, ¿qué piensa hacer con todas esas salas que están sin abrir en el Hospital Universitario?

R.- Efectivamente, hay alas del Hospital Universitario que están cerradas, pero esas alas son construcciones que hay hechas pero que no están presupuestadas, ni de medios ni de recursos humanos. Por lo tanto, si nosotros tenemos ahora más de 180 camas, de las cuales funcionan aproximadamente algo más de 160, significa que estamos muy cerca del límite. Por lo tanto, abrir una sala si no tienes medios ni personal, no sirve de nada, aunque sí pensamos que es bueno para un futuro saber que tenemos ese hospital preparado para dentro de, no sé, diez años, cuando ya haya más camas utilizadas y más personal.

P.- Y en cuanto a la sala de diálisis, ¿se plantean abrirla o los pacientes tendrán que seguir utilizado el centro externo, que coordina una empresa privada?

R.- Es un tema muy complejo. Yo he trabajado mucho tiempo en diálisis y conozco bien cómo funciona. Tiene unos requerimientos muy específicos, por ejemplo en todo lo que se refiere a la planta de tratamiento y control del agua, porque ese agua llega al cuerpo del paciente directamente por el torrente sanguíneo, entra por un lado y sale por otro, por lo que ese agua debe tener una pureza máxima y necesita una serie de maquinarias que la proporcione. Eso requiere, a parte de duplicidad en todas las bombas, duplicidad en todos los sistemas de esterilización, porque si falla uno, no nos podemos permitir quedarnos en una sesión de diálisis sin una. Todo ello hace que se encarezca mucho montar una planta de diálisis en el Hospital, y además, requiere de muchísimo espacio. El otro día estuve visitando esa sala en el Hospital y ahora mismo valdría para atender cinco urgencias, u ocho, pero ese número de personas son muchas menos de las que tenemos, y eso, apretándolo un poco; cuando la media de sesiones de hemodiálisis que tenemos ahora son de más de veinte, con lo que con los ocho puestos que hay ahora mismo, más dos de infecciosos, son diez, y no daría a basto con los pacientes que reciben ahora mismo diálisis, y más teniendo en cuenta que hay cada vez más pacientes dializando. Así que, de momento, lo veo inviable porque desde el punto de vista económico sería ruinoso.

P.- Ahora que asume la dirección del Ingesa, ¿cuáles diría que son sus puntos fuertes y sus puntos débiles a la hora de afrontar este cargo?

R.- Mis cualidades son que soy una persona muy trabajadora y excesivamente honrada. En cuanto a mis defectos, podría decir que soy excesivamente puntual o escrupuloso, como dicen en las entrevistas, pero prefiero dejarlo y que el tiempo y la gente digan cuáles son mis defectos.
 

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