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OPINIÓN - MARTES, 31 DE ENERO DE 2012

 

OPINIÓN / ANALISIS

El ‘tijeretazo’ del Gobierno ahorrará 8 millones de euros
 


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

La comparecencia del Consejero Francisco Márquez en fecha de ayer fue una pormenorizada exposición de carácter técnico, referente a dos documentos, el primero relativo a la reforma del sector público empresarial y el segundo a la sostenibilidad presupuestaria. Si bien muchos extremos ya se habían barajado con anterioridad cómo el de la fusión de las empresas, entidades y fundaciones y la homogeneización de salarios y prestaciones para evitar agravios comparativos entre trabajadores, en otro se ha hecho especial hincapié porque está visto que cuando se busca al tiempo ahorro y eficacia, los recortes resultan imprescindibles.

Y tal vez el aspecto que puede resultar menos claro y que habrá que concretar es la reasignación de tareas, visto que cómo en el resto de España no se van a convocar nuevas plazas. Convocatorias congeladas (suponemos que con gran decepción por parte de los aspirantes) racionalización de las horas extraordinarias, acabar con las jornadas partidas y un mucho más riguroso control de las bajas temporales con el objeto de erradicar el absentismo laboral. Si consideramos que los funcionarios tienen ya los salarios congelados, el reto que han de afrontar desde ahora hasta el 2013 que es el año en el que los expertos consideran que comenzará a relanzarse nuestra economía, es el de trabajar y rendir mucho con tan sólo el incentivos de sus sueldos mondos y lirondos y aún así saberse afortunados por tener un trabajo seguro.

Al menos contarán con el consuelo de que no existirán por acuerdo, diferencias salariales cómo han existido hasta ahora y que habrá un mayor equilibrio y un tratamiento idéntico. ¿Y qué opinarán las Centrales Sindicales de todas estas reformas? Es de suponer que siempre que se respeten los empleos y que se sepa recolocar a los trabajadores de las empresas fusionadas, no existirá problema puesto que los sindicatos son plenamente conscientes de la imperiosa necesidad de conseguir una disminución del gasto público y racionalizar los recursos. O eso espero.

Otro aspecto de la reforma y reordenación del sector público empresarial y de la estrategia para conseguir la tan traída y llevada sostenibilidad presupuestaria, es que toda la monolítica y colosal estructura de la administración va a simplificarse hasta extremos inauditos. Con la reducción de un 50% del sector público periférico el ahorro repercutirá de forma notable, un ahorro que, ya a modo de anécdota aún sin serlo, alcanzará al parque móvil de la ciudad donde el 30% de los vehículos serán subastados por con considerarse estrictamente necesarios. ¿Tomando ejemplo de la primera iniciativa de María Dolores de Cospedal como Presidenta de Castilla-La Mancha? Tal vez, pero los vehículos de altísima gama subastados por Cospedal y que eran auténticos gastos suntuarios y clara muestra del dispendio del Gobierno Socialista nada tiene que ver con una reducción sensata de un parque móvil donde se trata de conservar tan sólo lo que se necesita. Al igual que eliminar alquileres de locales e instalar las dependencias de Consejerías en propiedades municipales, reducir el número de altos cargos que ya era una realidad desde las pasadas municipales, fijar unas condiciones exhaustivas referentes a la renta para la concesión de becas (una suerte porque conseguir una beca en la Península adquiere caracteres de ordalía) y prescindir de una serie de gastos que la ciudad puede permitirse en tiempos de prosperidad pero que, en estos momentos económicos, no pueden asumirse.

Lo importante es que el Gobierno, con la elaboración de estos documentos ha cumplido una promesa electoral, ahora faltan las reacciones de los partidos políticos de la oposición y la de las Centrales Sindicales porque cuesta pensar que no tratarán de utilizar las medidas de reordenación y ahorro para tratar de desgastar al Gobierno. ¿Un pensamiento negativo? Tal vez, pero nunca son populares los recortes para quienes se ven afectados por ellos y habrá algún profesional de la buena conciencia que salga clamando acerca de que se están llevando a cabo recortes sociales encubiertos. Algo injusto si se considera que cientos de miles de españoles utilizan diariamente el servicio de comedores de Cáritas y que en la Península uno de cada cuatro ciudadanos vive por debajo del nivel de la pobreza.

Por parte de Sindicatos y de grupos políticos lo sensato, honrado y coherente sería apoyar sin resquicios esta especie de Plan General y ayudar a sostenerlo hasta el 2013, por solidaridad y por decencia.
 

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