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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 1 DE FEBRERO DE 2012

 

OPINIÓN / ANALISIS

Urge despejar incógnitas y preguntas incontestadas

 


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Y llegaron las explicaciones, algo a destiempo si consideramos la algarada sindical con las que fueron recibidas las anunciadas y pronunciadas “medidas de austeridad”. Indignación que proseguía ayer tarde en la cumbre convocada por tres grandes centrales, UGT, CCOO y CSIF, pero la sensación latente en las intervenciones de los líderes sindicales era más que de reivindicación, de profundísima preocupación por el futuro de los funcionarios y hasta se lanzó la sospecha de un futuro ERE encubierto. Nada fácil de digerir en estos momentos. El sentimiento de precariedad es muy mal consejero y el Presidente Vivas que compareció un par de horas más tarde con motivo del Congreso Nacional del PP en Sevilla, tuvo que bregar con cuestiones cuya exposición resultaba irrenunciable.

No es necesario insistir en la perentoria necesidad de adoptar unas medidas, a nivel nacional, que supongan una rebaja de la deuda, Vivas recordó la jugarreta socialista de anunciar un 6% de déficit cuando la realidad era de un 8% y el hecho de que hemos de hacer los deberes frente a la UE, para que se recupere la confianza perdida en la capacidad de regeneración de la economía española. Y estos ajustes abarcan todos los sectores, aunque el Presidente no dudo en insistir que no hay ningún puesto de trabajo en situación de riesgo y que los recortes tan sólo afectarán a las “remuneraciones circunstanciales”, jamás a las retribución básica que es la que los trabajadores tienen que defender contra viento y marea.

Si somos honestos la mayoría de jornadas partidas no son necesarias y tampoco muchas horas extraordinarias ¿Qué se ha hecho hasta este preciso momento? Porque vivimos de las rentas de los tiempos aznaristas de bonanza y con un Gobierno de ZP que pasó años negando la evidencia de la debacle económica y sin tomar medidas de tipo alguno.

Coincidimos con el Presidente en que es mejor aplicar este paquete de recortes para mantener la sostenibilidad que tratar de seguir “atando al perro con longanizas” y que llegue el momento dramático, cómo ha sucedido en otras ciudades, de tener que despedir a trabajadores o no tener para pagar los sueldos de los funcionarios y del personal que trabaja para la ciudad. Si esta política ha sido impuesta a nivel nacional y cuenta con el beneplácito de Europa, Ceuta no debe ser ninguna excepción, porque no vivimos en una burbuja ni bajo el ala del avestruz. Es más, presumo que, una vez explicadas y expuestas cada medida de manera pormenorizada, no son las centrales sindicales quienes le van a poner la zancadilla al ahorro ni a la rebaja de la deuda. Pero el problema han sido “las formas”, el abrir inintencionadamente la caja de Pandora.

Cierto es que Juan Vivas expuso que había sido un arduo Consejo de Gobierno el que finalizó con los dos documentos, el de las Bases para la Reforma y la Reordenación del Sector Público y el Plan de Sostenibilidad Presupuestaria. Imprescindibles ambos. Pero víctimas del fallo de los asesores politólogos que no recordaron al Consejero Francisco Márquez que el exceso y la sobrecarga de información en una sola sesión pueden abrumar, asustar e inquietar. La información de tal calibre y tan exhaustiva tiene que dosificarse. Hay que racionarla y nunca dar idea de prisas, ni que el compareciente, con dos farragosos documentos en mano, se lance a enumerar medidas, ajustes, recortes, millones que se ahorran, rebaja de la deuda, homogeneización, fusión de entidades y absorciones, de un tirón. Porque el resultado es desconcertante, máxime cuando cada partida de ahorro hubiera merecido de por sí una comparecencia, no para “anunciar” el ajuste, sino para “explicarlo” y exponer con total claridad si va a tener repercusiones, de qué tipo y si son medidas transitorias y adecuadas a las circunstancias económicas que se podrán suvizar si las circunstancias fluctúan y cambian. Así la enumeración técnica del paquete de ajustes, más que aclarar, planteó multitud de incógnitas y de preguntas incontestadas, de ahí la rápida reacción de los sindicatos y la acusación generalizada de que los partidos y las centrales sindicales “se habían enterado por la prensa”. Medios sorpresivamente sobresaturados de una tonelada de información y casi sin tiempo para digerirla y analizarla y quienes recibieron la noticia por los medios “a granel” se vieron sorprendidos por la avalancha informativa y por su propia desinformación. Fallaron las formas, por muy bueno que sea el fondo.

Y ahora sin duda habrá que matizar cada extremo y lanzarse a debatir cada ajuste, todo por no haber optado por la estrategia de dosificar, porque “lo bueno, si breve, dos veces bueno” aunque ello hubiera supuesto estar exponiéndose a los medios durante un par de semanas con comparecencias periódicas y diseñadas para hacer “digerir” cada punto de los dos famosos documentos en los que se contiene la futura política del Gobierno en materia de ahorro, optimización de recursos y rebaja de deuda.

El “cortocircuito” ha sido evidente, la repercusión bastante ruidosa y el apaciguar a los sindicatos y al resto de los partidos dependerá de la capacidad de diálogo y de defensa de sus argumentaciones por parte del Presidente Juan Vivas y de que tenga la capacidad para convencer en sus alegaciones y espantar al fantasma del despido o de los ERES solapados, como ya comenzó a hacer ayer. Las cosas, a partir de ahora, tienen que llevarse a cabo con mayor sensatez, mejor gestión a todos los niveles y buena cabeza.
 

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