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sociedad - DOMINGO, 5 DE FEBRERO DE 2012


 Saadedin Al Othmani. cedida.

entrevista / Saâd Eddine El Othmani, ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos
 

«Ceuta y Melilla no deben ser
un escollo para avanzar en
otras muchas cuestiones»

El ministro de Exteriores marroquí,
Saadedin Al Othmani visitó España el pasado viernes en su primer viaje oficial a Europa y mantuvo un encuentro con su homólogo español, José Manuel García-Gallardo

RABAT
J.L. Navazo

ceuta
@elpueblodeceuta.com

El ministro de Exteriores marroquí, Saadedin al Othmani, visitó España el pasado viernes en su primer viaje oficial a Europa. Mantuvo un encuentro con su homólogo español, José Manuel García-Margallo, y fue recibido por el Rey y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Al Otmani, que preside el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD), cree en la relación de amistad y vecindad de España y Marruecos, y considera que con diálogo entre las partes y las «cartas encima de la mesa» se pueden superar todas las desavenencias. Incluso opina que el «escollo» de Ceuta y Melilla «no debe ser problema para avanzar en otras muchas cuestiones».

Pregunta.- Desde que ha sido nombrado ministro de Asuntos Exteriores no ha dejado de viajar...


Respuesta.- Es mi obligación, hablar, dialogar. Mi gobierno mantiene la tradicional orientación diplomática de Marruecos, pero cada vez más adaptada a un mundo globalizado. De hecho buscamos una relación equilibrada con la Unión Europea y los Estados Unidos, además del mundo árabe y musulmán, África y también China. Turquía está ofreciendo un modelo interesante y, contando incluso con España, pienso que debemos prestar más atención a América del Sur. Fue muy fructífero el encuentro en Túnez, con Argelia creo que hemos avanzado y en breve quizás podamos superar escollos pendientes.

P.- Conoce nuestro país desde 2005 y España es el primer país europeo al que gira una visita oficial. ¿Tiene eso algún significado?


R.- Además de ser nuestro segundo socio comercial, con un volumen de intercambios en comercio exterior que superó los seis mil millones de euros en 2010 y 2011, aunque el balance comercial es tradicionalmente deficitario para Marruecos, con España nos une la geografía y siglos de una rica historia compartida. Además, el primer viaje de cada nuevo presidente español es siempre a Marruecos. Al menos por mi parte, he intentado corresponder. Lo que está muy claro es que, pese a lógicas diferencias como vecinos, España y Marruecos comparten riesgos y alternativas comunes, nuestra alianza estratégica está muy por encima de desavenencias puntuales. Tenemos aun mucho por construir en común, además de una sólida convivencia.

P.- ¿Quiere decir eso que el primer viaje a Europa del jefe del gobierno marroquí, Abdelilah Benkirán, será también a España…?


R.- Inch´Alah! (¡Si Dios quiere!).

P.- ¿Qué le parece ser recibido por el rey de España? No suele ser lo usual en esta situación.

R.- Es sin duda un gran honor para mí y para mi país. Recuerdo también que Sus Majestades Mohamed VI y el rey Juan Carlos tienen casi una relación familiar, muy afectiva y estrecha, entre ellos.

P.- El Magreb está en ebullición y pronto volverá la primavera. ¿Cómo ve a Marruecos en el contexto de las revueltas árabes?


R.- Usted ha podido verlo, aquí hay una libertad notable para manifestarse, como el 20 de febrero en Rabat. Pero el pueblo marroquí es maduro, nadie quiere volver al pasado y bajo el impulso de Su Majestad el rey Mohamed VI con su discurso del 9 de marzo, el país ha encarado una batería de respuestas que, lógicamente, lleva un tiempo para su aplicación: hay una nueva Constitución, aprobada por un amplio consenso y unas elecciones libres en las que nosotros, el PJD, resultó claro vencedor. La monarquía marroquí no ha sido nunca puesta en entredicho. El gran reto para el desarrollo del país es dar salida a la problemática social y consolidar una clase media, la mejor garantía para la estabilidad. Estamos en camino, Su Majestad está firmemente comprometido con su pueblo y mi gobierno sabe bien para qué se le ha votado: para solucionar los problemas de los marroquíes.

P.- Una de sus prioridades parece ser impulsar la Unión del Magreb Árabe. Pero buena parte del Magreb es en gran medida beréber o amazigh como se dice ahora. ¿No ayudaría hablar solo de una Unión del Magreb o Magrebí, a imitación de la Unión Europea?


R.- Es una pregunta interesante pero el problema es más político y económico que semántico. Para construir juntos, todos los países del Magreb debemos ceder un poco en nuestros derechos, como han hecho ustedes en Europa. Es cuestión de tiempo. La realidad amazigh se está abriendo camino, en Marruecos hay desde hace años un Instituto Real Amazigh y la nueva Constitución recoge y protege las tradicionales reivindicaciones amazighes.

P.- Usted es de origen beréber y francófono, pero intuyo que parece sentirse más a gusto en España que en Francia.


R.- Sí, mi familia es amazigh y ésta es una de las señales de mi triple identidad, junto a la islámica y la marroquí. Francia es un gran país y el primer socio de Marruecos aunque, efectivamente, yo siento un gran afecto por España y debo subrayar que siempre que he viajado allí me he encontrado como en casa, siendo muy bien acogido. También pesan en la balanza las raíces comunes, España y Marruecos son países que se complementan, estamos uno al lado del otro, debemos encarar el siglo XXI marchando juntos.

P.- El año que viene están previstas elecciones comunales (municipales) en Marruecos. ¿Podrán votar ésta vez en ellas los marroquíes residentes en el extranjero, los MRE?.

R.- En ello se está. Son ciudadanos marroquíes y tienen todo el derecho a estar representados políticamente

P.- En España hay más de un millón cien mil musulmanes, el noventa por ciento de ellos marroquíes y un buen puñado aun sin regularizar. ¿Se le ocurre alguna idea?


R.- Lamentablemente y junto a millones de españoles, el paro ha prendido en ellos y muchos se están repatriando. Sabemos y agradecemos que más de cien mil emigrantes marroquíes gocen de ayudas sociales, cosa que agradecemos máxime en un momento de recesión tan duro para España. También ha ayudado la política subvencionada del “retorno voluntario”. Algo debemos estudiar.

P.- ¿Es Marruecos un país seguro, incluso jurídicamente, para la inversión de las empresas españolas? Hay ciertas inquietudes al respecto por parte del empresariado español.


R.- Sin duda siempre hay cosas que mejorar, pero el empresariado español debe saber que es muy bien recibido en Marruecos. También nos está golpeando la crisis mundial, pero nuestra economía mantiene un buen ritmo de crecimiento y Marruecos es un estado de derecho y ofrece muchas oportunidades. Hay ya centenares de empresas españolas en mi país en el sector inmobiliario, del automóvil, del turismo y también de la banca, que han contribuido a generar más de quince mil empleos, eso es muy importante para nosotros. Y vamos a cuidarlo e impulsarlo.

P.- España tiene un alto interés en el acuerdo pesquero a la vez que muestra ciertas reticencias al acuerdo agrícola. ¿Se pueden compaginar ambos intereses?


R.- Hay que hablarlo todo. Recuerdo que en un contexto de nuestras relaciones un tanto complicado, cuando la crisis del buque “Prestige” en La Coruña, Su Majestad Mohamed VI invitó a los pesqueros gallegos a faenar en nuestras aguas. Debemos buscar un equilibrio, beneficioso para ambas partes, eso es lo justo. Somos vecinos, somos amigos, tenemos que ayudarnos mutuamente.

P.- Uno de los asuntos pendientes es la delimitación de las aguas territoriales, por ejemplo en Canarias. ¿La “mediana” es una solución?


R.- Hay muchas cosas por hablar y buscar un acuerdo. Se puede también abordar el aprovechamiento de recursos de forma conjunta, es una de las posibilidades. Marruecos como España son países respetuosos del Derecho Internacional, esa es una referencia.

P.- ¿Qué le diría a los españoles sobre el Sáhara Occidental, las Provincias del Sur para los marroquíes?.

R.- Las Provincias del Sur están tan ancladas en nuestro sistema administrativo territorial como Andalucía o Navarra para ustedes. La propuesta marroquí de Autonomía es muy amplia. Además la región es cada vez más inestable, ahí está el preocupante terrorismo del Sahel, con europeos y españoles secuestrados por organizaciones satélites de Al Qaïda en el Magreb Islámico (AQMI). Por otro lado, cada vez más tribus saharauis están volviendo a Marruecos, lo de Tinduf es un drama humano y sin futuro a medio plazo, ¡también ha habido Primavera Árabe y revueltas juveniles en el seno del Polisario!. Marruecos nunca ha asesinado a ciudadanos españoles, el Frente Polisario como usted sabe sí, ametralló incluso pesqueros.

P.- ¿Y la tradicional reclamación sobre Ceuta y Melilla?. España está allí asentada desde hace más de quinientos años y ambas ciudades no llegan en conjunto a los 40 km2. Por el contrario, en el siglo pasado Francia les arrebató varios centenares de miles de kilómetros cuadrados que incluyó en la actual Argelia.

R.- Ceuta y Melilla es una reivindicación histórica marroquí, que confiamos resolver con el tiempo y en el marco de una buena amistad. Y desde luego ese escollo no debe ser problema para avanzar en otras muchas cuestiones. Insisto en el diálogo.

P.- Solo en 2011, forzaron la entrada en Ceuta desde Marruecos más de 1.250 emigrantes clandestinos, más del doble que en 2010. Con todos los controles que hay, ¿cómo es posible?

R.- Puede haber situaciones locales que en un momento dado se desborden. Pero en cualquier caso me consta que desde finales de 2011 Marruecos ha implementado notablemente las medidas de seguridad en el perímetro fronterizo, es público y notorio. Hacen falta más efectivos humanos uniformados y estamos buscando la forma de que se establezcan permanentemente en la zona. El Reino de Marruecos asume sus compromisos de control migratorio.

P.- ¿Es el terrorismo islamista una amenaza para Marruecos y los países occidentales?.

R.- Yo no lo definiría exactamente como “islamista”, emplearía más bien los términos “terrorismo global”. El Islam está contra el terrorismo y condena sin paliativos el asesinato de mujeres, de niños y de civiles. No es lícito manipular versos del Sagrado Corán y sacarlos de su contexto. Sin duda pueden cometer aun actos terroristas en varios lugares, pero nunca conseguirán su objetivo. Mire, aun sueño a veces con los terribles atentados de Casablanca y Madrid, mi emocionado encuentro en España con las familias de las víctimas del 11-M ha dejado un recuerdo imborrable en mi ánimo.

P.- Se habla de “soluciones imaginativas” para algunos contenciosos pendientes entre los dos países. ¿Se le ocurre alguna?


R.- Como ya dije en Madrid en 2005, usted se acordará, debemos coordinar conjuntamente la lucha contra la inmigración ilegal y el tráfico de drogas, el crimen organizado y el terrorismo, que amenazan conjuntamente nuestra estabilidad y seguridad. Debemos encarar la problemática de estos fenómenos lacerantes con amplitud de miras y sin reservas, hoy día un país solo se ve impotente para abordarlos. Nuestra vecindad obliga a España y a Marruecos a implementar políticas comunes. Debemos explorar nuevas aproximaciones a nuestras relaciones bilaterales, la geografía nos ha puesto de vecinos, tenemos profundos lazos históricos y por nuestra estabilidad y el futuro de las próximas generaciones, marroquíes y españoles estamos “obligados” a cooperar lealmente. ¿Problemas comunes…? Es la vida y entre vecinos siempre hay problemas. Debemos hablar, hablar y hablar, poniendo ambas partes como ustedes dicen las cartas encima de la mesa, creo profundamente en el diálogo. Mire, Francia y Alemania sufrieron dos guerras mundiales, con millones de muertos por medio, el asunto de Alsacia y Lorena y ahora se habla de un eje franco-alemán. ¿Por qué no podemos alcanzar un eje hispano-marroquí?. Los contenciosos pendientes no deben frenarnos en anudar acuerdos, la vida sigue, los países siguen, España y Marruecos deben mirar confiados al futuro.

P.- ¿Qué espera Marruecos de España?

R.- Como dijo el presidente Rajoy en su investidura ante el Parlamento español, hay que consolidar un partenariado privilegiado y reforzar nuestro Tratado de Amistad y Cooperación, firmado en julio de 1991 y que expira en unos meses. Como sabe ya está en marcha una nueva RAN, Reunión de Alto Nivel, que debemos protocolizar periódicamente. Por lo demás ambos países ocupan una posición geoestratégica formidable, de importancia mundial: España es la puerta de Europa para Marruecos y Marruecos la entrada de África. Debemos gestionar con inteligencia éstas oportunidades, además de consolidad la estabilidad en la rivera sur del Mediterráneo. La estabilidad del norte de Europa también depende de ello. Por mi parte, le garantizo que haré cuanto esté en mi mano para conseguir unas relaciones bilaterales fluidas y lo más beneficiosas posibles para ambos países, usted me conoce, viajo a España con una sonrisa y la mano tendida.

P.- Usted ha sido varios años secretario general y actualmente presidente del Consejo Nacional de una formación islamista parlamentaria, comprometida con el juego democrático, el Partido de la Justicia y el Desarrollo (PJD). ¿Tienen más empatía con el Partido Popular o con formaciones políticas de izquierda?.

R.- Tenemos un gran respeto por lo que voten democráticamente los españoles. Ahora bien, sin duda por sus raíces religiosas cristianas y su política liberal nos encontramos ideológicamente más a gusto con los populares españoles, mi partido el PJD es algo así como una especie de “democracia cristiana” pero en el campo musulmán. Además, qué voy a decirle, el presidente Rajoy también usa barba como el presidente Benkirán y yo mismo, algo ya nos une… Ambos gobiernos son nuevos, casi elegidos a la vez, no hay problemas pendientes entre ambos, tenemos una gran oportunidad para alcanzar acuerdos y debemos aprovecharla.

* Entrevista publicada en ‘Editorial Prensa Ibérica? (EPI).
 

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