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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 8 DE FEBRERO DE 2012

 

OPINIÓN / EL ESQUINAZO

El comercio y la frontera
 


Jesús Carretero
jesuscarretero@elpueblodeceuta.com

 

No cabe duda que el comercio de Ceuta siempre ha tenido algún problema y no, precisamente, por los que han venido a comprar o vienen ahora mismo, sino por las trabas, antes en la aduana de Algeciras y ahora, en las colas interminables de la frontera.

La época del “imperio del transistor y los paraguas baratos” Ceuta atraía a cientos de personas cada día, que venían desde el otro lado del estrecho, unos en plan de turismo, a comprar un transistor, una cámara fotográfica o una calculadora, de las últimas que habían llegado al mercado de Ceuta, a la Península llegarían más tarde, pero otros venían para sacarse unas pesetas con las que poder ir tirando, ya que compraban aquí unos productos que no había al otro lado y a su regreso los revendían y con eso iban comiendo.

Ni que decir tiene que la llegada de los barcos de Ceuta a Algeciras ocasionaba mil conflictos en la aduana y de ordinario quien pagaba era el que menos había comprado, al que se le hacía pagar por un simple transistor, de cinco mil pesetas, mientras que otros cargados hasta los ojos pasaban como Pedro por su casa. Mejor es no hablar de aquellos controles en la aduana. Era lo que había y siempre con incomodidades, además del barco, a la llegada a Algeciras, el de la aduana.

Ahora el comercio tiene otro tipo de clientes y los productos son diferentes, ya no vienen de Zamora, Cáceres o San Sebastián a comprar un reloj, un transistor o dos quesos de los holandeses, ahora la clientela más numerosa y regular es la del otro lado de la frontera y a nuevos clientes, nuevos problemas, porque en la entrada y en la salida, siempre se van a encontrar con unas colas kilométricas que incomodan la marcha y harán, a más de uno, abstenerse de venir a hacer sus compras.

Ahora mismo, el cliente de Marruecos se ha convertido en un activo principal para los comerciantes y para la economía de Ceuta.

El comercio sabe, o debe saber, que tiene que cuidar esta clientela, en vez de darle el trato irregular que, en su día, se dio a los “paraguayos”.

Por un mejor trato, no cabe duda, la flexibilidad de los horarios debe primar, por encima de todo, con lo que sábados y ya veremos si en algún momento, también, domingos debe permanecer el comercio abierto. Esto por lo que afecta, en sí mismo, al comercio.

Pero hay más, la ampliación del paso fronterizo se ha empezado a plantear como la principal de las opciones para terminar con unas colas kilométricas que hace muy incómodo el tener que venir a comprar a Ceuta.

Los comerciantes se han dado cuenta de esto, ven que esas dificultades pueden entrañar que los posibles compradores dejen de serlo, y no está la situación como para perder clientes.

Hay algunos comerciantes, empresarios, que pretenden reunirse, cuanto antes, con el delegado del Gobierno para buscar una posible solución a esto que ha empezado a ser ya un problema.

Desde la Confederación de Empresarios de Ceuta se ha reclamado, en muchas ocasiones, que se agilizara el tráfico en la frontera. Vamos a ver hasta donde se puede llegar, al menos desde este lado de la frontera, porque desde el otro “tienen sus normas” y esas es difícil que se vayan a cambiar.

Y ya que, en tantas ocasiones, hemos hablado de los horarios, Inditex y Cortefiel abrirán en el centro los sábados por la tarde.

Algo se va logrando, especialmente, cuando aquí, al menos los de Ceuta no tienen costumbre de abrir, salvo cuando se vea una ganancia muy segura. La decisión de Inditex y de Cortefiel de abrir sus tiendas en el centro de la ciudad todos los sábados ha llevado a los representantes de la Asociación Centro Comercial Abierto a animar a sus comerciantes para que se sumen a esto. Lo veo difícil.
 

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