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política - DOMINGO, 12 DE FEBRERO DE 2012


antonio hernando. gardeu.

ENTREVISTA / Antonio Hernando, secretario de Relaciones Institucionales y Política Autonómica del PSOE
 

«Los problemas de Ceuta son el paro, la pobreza y la mala gestión
de los servicios públicos locales»

Antonio Hernando, secretario de Relaciones
Institucionales y Política Autonómica con Rubalcaba, visitó la ciudad autónoma y aseguró que el Partido Socialista “debe cambiar mucho para seguir siendo el PSOE”

CEUTA
Patricia Gardeu

ceuta
@elpueblodeceuta.com

Antonio Hernando ha sido elegido secretario de Relaciones Institucionales y Política Autonómica tras el nombramiento de Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario general del PSOE. Su primera visita institucional tras el nombramiento ha sido, esta semana, a Ceuta y Melilla. En su viaje a la ciudad autónoma se reunió con la ejecutiva ceutí, de la que destacó sus ganas de trabajar. Tras esta visita, Hernando mantuvo, vía correo electrónico, una entrevista con EL PUEBLO en la que resaltó que las medidas que está adoptando el gobierno de Rajoy y los gobiernos autonómicos del PP suponen “el más grave y profundo ataque al estado del bienestar que se ha producido en la historia de nuestra democracia”.

Pregunta.- Nueva ejecutiva del PSOE, ¿hacia dónde va el socialismo en estos momentos?

Respuesta.- Una nueva ejecutiva a la que me siento orgulloso de pertenecer. Se trata de un equipo fuerte y serio que representa a todo el PSOE y con un líder a su cabeza para estos duros momentos. Alfredo Pérez Rubalcaba es una persona capacitada para relanzar el proyecto político del PSOE en el siglo XXI. La prioridad en el tiempo inmediato va a ser el empleo, Europa y la equidad, porque es necesario proponer una salida justa de la crisis, haciendo una oposición útil. Queremos recuperar la ilusión de muchos ciudadanos por el PSOE, su confianza, y aunar fuerzas para trabajar todos en una misma dirección. El socialismo español tiene que liderar un nuevo proyecto socialdemócrata adaptado a las nuevas preguntas que plantean los grandes desafíos del nuevo siglo. Además, debemos salvaguardar una de nuestras señas de identidad más apreciadas por la ciudadanía, que es el Estado de Bienestar, especialmente en un momento en el que el Gobierno de Mariano Rajoy ha empezado a recortarlo a grandes zancadas. Estamos inmersos en la actual crisis como consecuencia de las políticas conservadoras, por eso es el capitalismo, como decía el presidente Sarkozy, el que tiene que refundarse, y la socialdemocracia la que tiene que dar nuevas respuestas para seguir representando un proyecto político de progreso y justicia social.

P.- ¿Pero por qué Rubalcaba sí y Chacón no?


R.- Rubalcaba, sí, y Chacón, también. En el PSOE se trata de sumar no de restar. Alfredo es nuestro secretario general, y Carme, un gran valor para los socialistas. Esta nueva Ejecutiva cuenta con todos los miembros del partido para trabajar por los intereses de los ciudadanos que nos necesitan. No estamos para despreciar a nadie, no nos sobran ideas, ni talento, ni cuadros políticos. La actual Ejecutiva no mira el carné de identidad de ningún militante, mira las ganas de trabajar y de aportar a este proyecto centenario que tanto ha cambiado España y la vida de los españoles. Además, la democracia fortalece las instituciones en general y los partidos en particular, por lo tanto, de este Congreso el partido sale más fuerte y el secretario general y la Ejecutiva más legitimada.

P.- ¿Cómo luchar contra el desencanto ciudadano después de la gran derrota del 20-N?


R.- Sin duda, con mucho trabajo y haciendo un partido más accesible para todos los ciudadanos, un partido donde se les escuche y recoja sus aportaciones. El PSOE tiene que cambiar su forma de relacionarse con la ciudadanía, nuestra manera de relacionarnos y organizarnos entre nosotros, y también debemos construir un nuevo proyecto político que conserve lo mejor de lo que hemos hecho en más de 132 años de historia. El PSOE debe cambiar mucho para seguir siendo el PSOE. De forma inmediata tenemos que ser una oposición sólida en la que se sientan representados todos los ciudadanos progresistas. No debemos olvidar que siete millones de españoles han depositado en las urnas su confianza en nosotros y tenemos el compromiso y la responsabilidad de representarles. Para ello vamos a realizar una oposición que acuerde, discrepe y, cuando sea necesario, confronte presentando alternativas y respuestas útiles.

P.- Cómo le explica a una juventud que está emigrando porque no encuentra trabajo en su país que todos los políticos no son unos corruptos?

R.- En este sentido no va a ayudar nada la sentencia condenatoria al juez Baltasar Garzón, porque la ciudadanía y esos jóvenes no van a entender que siendo la corrupción en la esfera pública uno de los principales problemas de nuestra democracia, se condene, precisamente, a uno de los jueces que más ha hecho por perseguir a los corruptos, la delincuencia organizada o el terrorismo. En todo caso, es lamentable que muchos jóvenes tengan que buscar fuera de España lo que no encuentran en su país. Existe la sensación de que los jóvenes actuales van a vivir peor y tener menos oportunidades que las que tuvieron sus padres. Y ese es un sentimiento contra el que tenemos que combatir. Para ello, España no puede afrontar la salida de la crisis sólo desde le perspectiva de la contención del gasto, la austeridad o el equilibrio presupuestario, sino teniendo en cuenta que sólo crearemos empleo si somos capaces de relanzar la economía y mejorar la productividad. Y para eso van a ser necesario incentivos públicos de los que el Gobierno de Mariano Rajoy no quiere saber nada. En todo caso, yo animaría a los jóvenes a no resignarse y a luchar por lo que creen.

P.- ¿El PP y el PSOE no son, al final, iguales?

R.- El PSOE y el PP ni somos iguales, ni tan siquiera parecidos. Se ha visto en el pasado y se va a ver mucho más en el futuro. No es lo mismo luchar durante décadas por conseguir una sociedad más justa, garantizando derechos como la sanidad y educación pública, que llegar al Gobierno y en un mes imponer retrocesos de 30 años, o políticas que van a deteriorar peligrosamente estos derechos. El PP y el PSOE somos tan distintos como lo son nuestras ideologías, nuestra historia y nuestras recetas para afrontar el nuevo siglo.

P.- Ceuta ha sido su primer viaje como miembro del equipo de Rubalcaba, ¿qué impresiones le trasladaron los militantes locales?


R.- En la reunión mantenida con la Comisión Ejecutiva Regional Ceutí, he podido comprobar en primera persona que el partido está ahora más vivo que nunca. Tenemos unos dirigentes socialistas ceutíes con muchas ganas de trabajar por su tierra, por sus gentes y lograr una Ceuta mejor. Los militantes son una parte fundamental en nuestra organización, ya que sin ellos, no hay partido y eso lo sabemos muy bien en la Comisión Ejecutiva Federal. Son un partido unido, fuerte y con ganas de participar y poder mejorar su ciudad, por ello felicito la fuerza y el empuje de esta federación en los tiempos difíciles que corren. 

P.- Ha sido el diputado adscrito a Melilla y por lo tanto conoce los problemas de las ciudades autónomas; sin embargo, se tiende a meter a Ceuta y Melilla en el mismo saco, ¿cuáles son las principales diferencias entre ambas a la hora de luchar por ellas desde Madrid?


R.- Se tiende a meter a Ceuta y Melilla juntas porque son dos ciudades alejadas de la península, ambas enclavadas en el norte de África, con algunos problemas similares y con características coincidentes. Sin embargo, cada una de ellas tiene su propia personalidad y circunstancias específicas. Los gobiernos socialistas de Rodríguez Zapatero han atendido a esos problemas comunes y han procurado adoptar medidas adecuadas a la singularidad de cada una de las ciudades. Las diferencias a la hora de desarrollar políticas económicas o de infraestructuras deben basarse en las diferentes necesidades de cada momento, ya que las dos ciudades son igual de importantes para nosotros como partido. Por ese motivo, Rubalcaba me encargó que mi primera visita como secretario de política autonómica fuese a las ciudades autónomas.

P.- ¿Cuáles considera que son los principales problemas a los que se enfrenta Ceuta y cómo se va a trabajar para solucionarlos desde la oposición?


R.- El paro, la pobreza y la mala gestión de los servicios públicos locales. Desde la oposición, vamos a hacer un trabajo constructivo, como el que me consta que ya están realizando mis compañeros de la federación ceutí con José Antonio Carracao a la cabeza. Es evidente que el trabajo que se hace con tres diputados en la Asamblea es complicado porque, ante una mayoría absoluta como la del PP, nuestras propuestas y alternativas son rechazadas, pero nosotros vamos a insistir en nuestro empeño. Vamos a responder con alternativas y con soluciones aunque el Gobierno del Juan José Vivas las desprecie. Queremos ser la voz de los ceutíes que lo están pasando mal y que necesitan que alguien defienda sus intereses. El PSOE ceutí está sensibilizado con los problemas de los vecinos, está en contacto permanente con la ciudadanía, visita los barrios de la ciudad, se preocupa por conocer de cerca los problemas y las demandas de los ciudadanos. Y creo que ese es el camino que nos devolverá la confianza de la ciudadanía. 

P.- ¿Vamos camino de que el trato sea igualitario en todas las autonomías o hay diferencias?

R.- Cualquier ciudadano, viva en la comunidad autónoma en la que viva, debe tener los mismos derechos y servicios, las mismas prestaciones e idénticas oportunidades. El PP y sus gobiernos autonómicos han entrado en una carrera de igualar a la baja los derechos de los ciudadanos dependiendo de en qué comunidad vivan, recortando prestaciones y deteriorando el Estado del Bienestar, y eso es muy peligroso para la cohesión social y territorial. Los socialistas queremos tener la misma posición en todas las autonomías y decir lo mismo, respecto a los grandes temas, con independencia de la comunidad que se trate. Queremos recuperar un discurso identificable como el discurso del PSOE en todo el Estado.

P.- ¿Qué dice el PSOE a la nueva reforma laboral?


R.- Esta reforma laboral es un auténtico decretazo. Se trata de una reforma que facilita el despido de los trabajadores y, en ningún caso, va a generar empleo. El Gobierno de Rajoy ha optado por estimular el despido en lugar de estimular la confianza y la contratación. Hay más de nueve millones de españoles con un contrato ordinario a los que acaban de reducir los derechos porque se ven afectados por esta medida.

P.- ¿Hacia dónde nos lleva la reforma de la ley del aborto propuesta por el Gobierno del PP?

R.- El actual ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ya se ha metido en esos asuntos y lo ha hecho anunciando hace unos días unas reformas con un profundo fondo ideológico. La sustitución de la actual Ley del Aborto, que es una ley de plazos, por una ley de supuestos, y esto supone un retroceso de treinta años. Por otra parte, nos decía que a partir de ahora los ciudadanos van a tener que pagar por una segunda instancia, el copago judicial. Por otra parte, está la cadena perpetua revisable o la elección de los vocales del CGPJ de forma corporativa. Y qué me dice de las piruetas políticas de Gallardón con respecto a la Ley de Matrimonios Homosexuales sobre la cual el PP tiene interpuesto un recurso de inconstitucionalidad. Esta actitud destila un arraigado conservadurismo que ha hecho evidente la falsa imagen progresista del actual ministro de Justicia. En general, el Gobierno del PP está ofreciendo una exhibición de ideología conservadora y de contrarreformas para mantener la moral de su electorado, ante la mala marcha de la economía. La reforma de la Ley del aborto, la posición del Gobierno sobre la píldora del día después, las contradicciones con el matrimonio homosexual o la supresión de la asignatura de ‘Educación para la Ciudadanía’. No se entiende este retroceso en años si no es porque han decidido darle una buena dosis de ideología a su electorado para compensar que los resultados económicos no son buenos…

P.- Recortes, copago, medidas de ajuste… ¿Hasta dónde se puede apretar a la sociedad para salir de la crisis?

R.- El conjunto de medidas que está adoptando el gobierno de Rajoy y los gobiernos autonómicos del PP suponen el más grave y profundo ataque al estado del bienestar que se ha producido en la historia de nuestra democracia. Desde los años 80 el estado del bienestar ha ido ensanchándose y consolidándose en el conjunto del Estado y en cada autonomía. A veces ha crecido más rápido que otras, en ocasiones ha detenido su crecimiento, pero nunca se habían producido pasos a atrás como los que estamos viendo ahora. El problema es que la marcha atrás supone peor salud, peor educación, menos bienestar, especialmente para aquellos ciudadanos y familias que no tienen alternativa a los servicios públicos. Nosotros creemos que hay que equilibrar las cuentas, reducir el déficit, pero no a costa de lo que hemos tardado en construir durante treinta años.

P.- ¿Qué responsabilidad tiene el PSOE en esta situación y a que se compromete ahora que asume un nuevo cargo?

R.- En los últimos años hemos vivido una situación económica y financiera muy complicada,  nosotros tomamos medidas difíciles, algunas de ellas muy cuestionadas por la ciudadanía, pero una cosa es reducir un año el salario de los empleados públicos, que es una medida temporal y transitoria, y otra muy distinta recortar derechos como la sanidad, la educación o los servicios públicos. Nuestro compromiso, y el mío personal, es trabajar todos los días para defender los derechos de los ciudadanos, hacerme eco de sus preocupaciones y de sus reivindicaciones, ser su voz en el Parlamento, y presentar alternativas a las agresivas políticas del Gobierno de Mariano Rajoy. Quiero ser útil desde la oposición a los siete millones de personas que han confiando en nosotros, y al resto de ciudadanos que no nos han votado pero que piensan que el camino emprendido por Rajoy es injusto y desequilibrado a la hora de repartir la carga de la crisis. 

P.- Cómo político, pero también como ciudadano, qué es lo que más le preocupa en estos momentos?

R.- Sin lugar a dudas la principal preocupación es el empleo. La situación de muchos trabajadores y familias es dramática, incluso desesperada, y no vemos que las medidas del Gobierno vayan a suponer una solución. Por eso queremos insistir en la necesidad de que Mariano Rajoy corrija el camino emprendido, adopte medidas de estímulo de la economía porque será la única forma de reactivar la economía y crear empleo. La segunda preocupación es que las cargas que vamos a soportar para salir de la crisis se repartan equitativamente, porque lo que se está percibiendo es una falta de equidad manifiesta en las medidas de los gobiernos del PP en España y en las comunidades y ciudades autónomas gobernadas por la derecha.
 

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