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OPINIÓN - DOMINGO, 12 DE FEBRERO DE 2012

 
OPINIÓN / Asociación Psicopedagógica de Ceuta

Miedo a viajar en barco: fobia específica
que el helicóptero nos deja en tierra

Por  Quique Rodríguez


El miedo es una experiencia muy común para los seres humanos y se trata, además, de una experiencia que tiene un importante valor adaptativo para la supervivencia de la especie. Normalmente, cuando hablamos de miedo adaptativo, nos referimos a un conjunto de sensaciones que se ponen en marcha como respuesta normal ante peligros reales (Marks, 1987). Sin embargo, cuando estas sensaciones se experimentan en situaciones que no suponen una amenaza real, nos encontramos ante un miedo que ya no es adaptativo. El término fobia se utiliza para describir este tipo de reacciones de miedo no deseables.

Ayer, la mala noticia que supone la desaparición de la línea regular de helicópteros que une Ceuta con la Península, hizo resurgir de alguna manera un antiguo “temor” que, algunos ceutíes, ya tenían olvidado: viajar en barco.

Quizás resulte “chocante” para nuestros lectores, pensar que alguien pueda tener miedo a viajar en barco y, sin embargo, no experimente ningún temor durante un viaje en helicóptero, pero ocurre en muchos casos.

¿TENEMOS UNA FOBIA?

A simple vista puede parecer que las fobias son tipos de trastornos fácilmente identificables. Sin embargo, existen algunas dificultades a la hora de delimitar las características de una fobia y de fijar sus límites. Dado que una fobia es una forma especial de miedo, una de las dificultades diagnósticas más evidentes con las que nos encontramos tiene que ver con el establecimiento de los límites entre el miedo adaptativo y el miedo fóbico (Sosa & Capafons, 1995). En relación con este punto existe un acuerdo más o menos generalizado a la hora de señalar una serie de características indicativas de una reacción de miedo fóbico:

1) Es desproporcionada con respecto a las exigencias de la situación. Aquí se considera que la reacción no se corresponde con la existencia de una situación particularmente peligrosa o amenazante para el individuo.

2) No puede ser explicada o razonada por parte del individuo.

3) Está más allá del control voluntario.

4) Lleva a la evitación de la situación temida. Persiste a lo largo del tiempo.

5) Es desadaptativa.

6) No es específica a una fase o edad determinada.

De todas las características señaladas, son especialmente relevantes para la diferenciación entre miedo fóbico y miedo adaptativo la persistencia, la magnitud y el carácter desadaptativo del primero frente al segundo. Además de lo anteriormente señalado, una reacción de miedo fóbico se caracteriza, frente a otros trastornos por ansiedad, por desencadenarse ante la presencia o la anticipación de un estímulo o situación concreta, y el contacto o la anticipación con la situación temida desencadena un patrón típico de reacciones fisiológicas, cognitivas y motóricas (Lang, 1968).

En el plano fisiológico se pone en marcha todo un conjunto de respuestas fisiológicas características de un aumento de la actividad del SNA (tales como aumento en la tasa cardíaca y respiratoria; sudoración; inhibición de la salivación; contracciones estomacales; náuseas; diarrea; elevación de la tensión arterial). El problema en este punto es que existen importantes diferencias individua- les en el patrón de reacciones autonómicas, de forma que no existe una única medida que represente la reacción somática del miedo para todos los individuos (Lacey & Lacey, 1958). Aspecto este que adquiere relevancia a la hora de establecer criterios de cambio o éxito terapéutico.

En el plano cognitivo o subjetivo el individuo puede desplegar toda una serie de creencias sobre la situación temida y sobre su capacidad para afrontarla, así como un amplio conjunto de interpretaciones subjetivas acerca de sus reacciones fisiológicas. Todo ello se puede traducir en imágenes o auto-verbalizaciones de las con- secuencias negativas que espera. Finalmente, a nivel motor la re- acción más frecuente puede ser abandonar la situación temida lo más rápidamente posible y tratar de evitarla en el futuro.

MIEDO A VIAJAR EN BARCO: UNA FOBIA ESPECÍFICA

Como bien indica el título de este artículo, estamos hablando de una fobia catalogada como específica. La denominación de fobias específicas se viene utilizando para hacer referencia a todas aquellas fobias en las que la reacción de miedo está circunscrita o focalizada en objetos o situaciones concretas. En este caso: nuestro “temido” e inevitable, por lo que auguran las últimas noticias, viaje en barco. Algunos autores han llegado a sugerir que las fobias específicas situacionales podrían considerarse como una forma moderada de agorafobia más que como una fobia específica

Existen numerosos tratamientos para las fobias específicas: terapias de exposición, cognitivo-comportamentales y realidad virtual, tratamientos biológicos, etc., que podremos desarrollar en futuros artículos. De momento, esperemos que la posible eliminación de la línea regular de helicópteros que tanta libertad nos ha ofrecido a ceutíes y visitantes, quede sólo en un “temor” y no acabe siendo una realidad.
 

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