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OPINIÓN - LUNES, 20 DE FEBRERO DE 2012

 

OPINIÓN / ANALISIS

A la manifestación de los UGT-CCOO de Ceuta no van ni los parados
 


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

La prensa nacional lleva días denunciando y “poniendo a caldo” a los sindicatos mayoritarios con pormenorizada información y muchos detalles sobre sueldos, subvenciones y emolumentos. ¿Será verdad lo que escriben de que el sindicalista Martínez de UGT gana 180:000 euros al año por estar en un consejo de administración enchufado a dedo? Pues si es así vale más meterse a liberado sindical que buscar la excelencia de un titulo universitario y eso lo digo en un país, España, donde el “arrejuntamiento” a un partido, un sindicato o unas siglas, ha sido la forma y el modo de vida de mucho “listillo”, ahorrándose así los engorrosos prolegómenos del esfuerzo, el estudio y el mérito. Se ve que aquí para ganarse la vida o se arrima uno a la política para agitarle el botafumeiro al mandamás de turno, o se arrima a un buen sindicato amamantado por el sudor de los españoles o te eligen en el Gran Hermano o sales con un escándalo de braga, liguero y colchón con un famoso y te metes a tertulian@. La cara y el polvo se cotizan más que un doctorado en Bioquímica y así nos va.

Pero el caso es que la gran manifestación sindicalista de Ceuta ha sido un canto a la desunión y si nos atenemos a la cifra de desempleados que sufrimos podemos afirmar que, los parados no acuden a las convocatorias ¿Será que piensan que los sindicatos andan sulfurados por si se les acaban privilegios y subvenciones? En ese caso se tendrán que manifestar y alborotar los que van a ser afectados por los “recortes” y no los que miran con anhelo las reformas como medio de detener el desmoronamiento económico, tienen la esperanza puesta en que aprieten a la Banca (“Querido Emilio”) y el crédito vuelva a circular, beneficiando a las pequeñas y medianas empresas que son el gran motor de nuestra economía y quienes han de generar puestos de trabajo. Así los más incrédulos piensan que, con la amenaza de manifestaciones y de una huelga, el Gobierno de Rajoy, por temor, respete cifras y emolumentos de los Sindicatos y que no se les ocurra comenzar a dar cifras, a filtrar cantidades ni a denunciar sueldazos millonarios. Craso error, a los periodistas los dedos se les vuelven huéspedes sobre los teclados y el que sabe o se entera de algo se apresura a soltarlo y a denunciarlo, los ciudadanos se ponen como fieras y se enconan contra esos clanes prefabricados con mucha bandera roja, mucho discurso mitinero y muy buenos dineros en la faltriquera. A los parados les deben querer para hacer bulto y “ocupar las calles”. De ahí que a determinados líderes como es el caso de Carracao, no le interesa en lo más mínimo ni significarse ni tomar partido para defender con uñas y dientes el sueldo del consejero Martínez, mejor no identificarse, mejor no definirse y mucho más inteligente tener visión de futuro y no achicharrarse con un tema sindical que tiene a la ciudadanía más quemada que el cenicero de un bingo.

Los sindicatos de Ceuta ni marchan unidos ni tan siquiera son capaces de acabar juntos la protesta (con el legítimo fin de dar idea de “muchedumbre”) opino que como en UGT son buenas personas llegan a creerse a pies juntillas los mandamientos de sus líderes y los de CCOO ni eso. Lo que les consta es que en Ceuta hay miles de parados que no responden a sus convocatorias porque no les interesan, ni se sienten representados por UGT y CCOO, ni van a hacer caso de sus invitaciones a manifestarse porque ven los telediarios y leen los diarios y no quieren ser utilizados como arma arrojadiza, ni manipulados por quienes, en el fondo y en la forma, defienden sus propios intereses y ventajas y que no son en absoluto quienes tienen que pedir a la tienda del barrio “que les fíe” para poder comer. Resulta infinitamente más creíble y sensato el mensaje del Gobierno que cualquier cosa que puedan decir esos sindicatos que han contemplado impasibles como los trabajadores se iban al paro y miles de empresas tenían que cerrar. Con el Gobierno del PSOE los últimos años deberían haber sido a huelga general diaria, pero no lo fueron y por algo será.

UGT y CCOO deben empezar por recuperar la confianza de los trabajadores y ser capaces de llegar a los parados. Hasta Martínez el consejero ugetista debería ser capaz de llegar a la España del hambre o al menos formar un comité oficial de despedida en plan emotiva de esos 300.000 maravillosos licenciados y doctores que, mochila al hombro y ordenador bajo el brazo, han emigrado ya. ¿Y cómo podrían colaborar también los de los sindicatos? Se me ocurre algo entrañable como incentivar en los países que acogen a nuestras brillantes mentes que tienen que emigrar, la creación de las “Casas de España” con sus banderines del Real Madrid, del Barça y del Logroñés, sus postales sobadas, sus nostálgicas tapas y en Navidades la visita de algún famoso para una actuación, antaño llevaban a Encarnita Polo y a Paquita Rico, ahora podría alargarse Karina que es muy de la España del landismo. ¿Y grita unitariamente la voz de UGT y CCOO clamando por la vuelta de nuestros jóvenes? Ni eso. No les interesa, al menos en Ceuta. Y por tamaña irrealidad a sus manifestaciones, ni los parados van.
 

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