PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura
Melilla

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MARTES, 21 DE FEBRERO DE 2012

 

OPINIÓN / ANALISIS

Casos urgentes, graves y concretos sí, abusos no
 


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

La Sanidad Pública universal y gratuita es un privilegio del que disfruta toda la población española, a diferencia del resto de los países de la UE que siempre ha mirado con cierto recelo nuestro sistema y el derroche en medicamentos que nos ha caracterizado. Y en época de “vacas gordas” los contribuyentes pueden asumir ese gasto, pero con medio millón de pymes arruinadas, cinco millones de parados y la economía por los suelos, algunas Autonomías, como Cataluña están cerrando ambulatorios, recortando y anunciando el copago, cantidades mínimas que van en tono a un euro por visita y receta, excepto casos de pobreza absoluta, pero cantidades al fin y al cabo.

También se ha tenido que poner freno a ese “turismo sanitario” de cudadanos de países de Europa que acudía aprovechando sus vacaciones para hacerse diagnosticar, tratar e incluso operar en nuestros hospitales, ahora se cobra a los sistemas sanitarios de sus países los gastos que generan sus ciudadanos. En lo relativo a Ceuta y lo digo desde la perspectiva de colaborar con “Enfermos sin fronteras” existen casos de niños excepcionalmente graves y en condiciones de extrema necesidad que han sido aceptados por razones humanitarias en el Hospital Universitario de Ceuta y tratados. Eran casos urgentes, prácticamente de “vida o muerte”. Pero lo que no es necesario es que el 35% de los partos que se han atendido en el Ingesa durante el 2011 hayan sido de unas madres extranjeras que podrían perfectamente haber dado a luz en su país. En el vecino Reino de Marruecos existen hospitales, médicos y enfermeras, hay una cobertura sanitaria que sin llegar a las prestaciones que se dan en España (no así en el resto de Europa) sí permite perfectamente alumbrar en los hospitales y también ser atendidos por sus médicos que los hay y son buenos profesionales. El gasto que supone la atención a ciudadanos extranjeros y la carga de trabajo para todo el personal sanitario es algo que no podemos asumir, no existe país con una red sanitaria lo suficientemente fuerte como para hacerse cargo de “todos” los pacientes que acuden. De hecho en Estados Unidos no existe sanidad pública y los ciudadanos tienen que pagar seguros privados de forma general si quieren ser asistidos.

Lógico que tenga que ponerse un freno a la afluencia de extranjeros al Hospital Universitario y cobrar las consultas, con lo que el Ingesa tendría que asumir el papel de centro privado lo que desvirtúa en parte su naturaleza, pero al tiempo si el personal sanitario contratado tiene que atender ese “extra” de consultas de carácter privado, lo normal es que se incrementaran los salarios o se les otorgara anualmente un plus de un tanto por ciento de lo recaudado por los pacientes privados. Lo que no es de recibo es que la sanidad pública perciba pagos de pacientes extranjeros privados que sean atendidos por el personal, con el consiguiente incremento de trabajo y que lo obtenido no repercuta en quienes realizan materialmente el trabajo.

Repito que en tiempos de abundancia “no se remienda de viejo” pero en momentos de austeridad extrema, cuando se están prescribiendo genéricos, apuntando al copago y recortando en medicamentos, afectando las medidas a todos los ciudadanos, esos mismos ciudadanos tengan que encajar el que los extranjeros se aprovechen de nuestro sistema. Repito que los dineros no los fabrica Rajoy y menos aún Vivas, por las noches, dándole a la manivela de la máquina de hacer billetes, sino que cada euro va impregando de muchos esfuerzos, de muchas carencias y de muchas fatiguitas de la España que madruga, bien para tener el privilegio de ir a trabajar, bien para tener la desgracia de ir a formar parte de las colas del INEM. En tiempos de abundancia y de “atar a los perros con longaniza” se puede cerrar un ojo y tolerar los abusos, porque sobra. Lo que no se puede hacer es dejar a tus hijos sin comer para irte a repartir bocadillos a casa del vecino “por quedar bien”, porque eso no es caridad sino poca verguenza. Y es tarea de los responsables del área acabar con los abusos y poner punto y final a unas políticas equivocadas, ha llegado el cambio y cambiar significa evolucionar y la clave de la evolución está en asumir los errores, aprender de ellos y no repetirlos.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto