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OPINIÓN - MIÉRCOLES, 29 DE FEBRERO DE 2012

 

OPINIÓN / ANALISIS

Abusos en el INGESA
 


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Reportajes de hospitales saturados y con pacientes amontonados en camillas por los pasillos, mientras los ciudadanos se quejan amargamente de los recortes en esa Sanidad “pública y universal”, que tan sólo unos pocos contribuyentes costean con el sudor de la frente de su trabajo, pero que todos han podido disfrutar hasta ahora. Con España convertida en un país de emigrantes (300.000 jóvenes excelentes en el último año) el que se aprovechen de nosotros y nos tomen el pelo es algo muy difícil de asumir.

Muchos hemos repetido que el INGESA no puede ser un coladero para usuarios extranjeros, porque no se puede costear y con lo que cuesta la consulta y el diagnóstico de un extranjero se le da de comer a un par de nuestros 11.600.000 pobres (las cifras son del Gobierno). Ni podemos ni queremos, por decencia y por respeto hacia la España que pasa hambre, que nuestro Hospital sea un “tócame Roque” donde acuden a parir las extranjeras, cuando el parto es un proceso natural y no una enfermedad mortal. Lógico que se pida un reglamento y un acuerdo con las autoridades del país vecino que permita el paso de nuestras ambulancias para devolver a las parturientas a sus propios hospitales patrios, que los hay y buenos.

Marruecos es un país emergente de grandes infraestructuras y obras públicas que no necesita “vivir de la caridad” de terceros, ni tampoco necesita que sus mujeres vengan a dar a luz a Ceuta. De hecho el nuevo hospital psiquiátrico de Tetuan tiene unas instalaciones que ya las quisieran para ellas las ciudades españolas y en cuanto al asilo, reformado y modernizado es de primer nivel en cuanto a prestación de servicios, al igual que sus hospitales en general que los tiene y buenos.

De ahí el abuso de venir a parir a esta ciudad porque es gratis y con la peregrina idea de que, al nacer en España, el niño va a tener algunos derechos y así comenzar a buscar los certificados de nacimiento y a mover papeleo. Y en efecto el niño marroquí de madre marroquí alumbrado accidentalmente en España tendrá y gozará de todos los derechos que las leyes del país vecino le otorguen, pero no de las españolas.

Aunque lo más justo y equitativo aunque de entrada resulte gravoso para los ciudadanos es evacuar a los extranjeros que vengan a aprovecharse de nuestra Sanidad y en el momento en que se corra la voz de que aquí no existe el “gratis total” dejarán de acudir y usarán su propia Sanidad. Hay que redactar reglamentos e ir cambiando la normativa según las necesidades, hoy España no puede cooperar sino que nuestros pobres necesitarían la generosa cooperación de algún benefactor extranjero ¿No nos hemos pasado nosotros los últimos lustros soltando el dinero del sudor de la España que madruga en quijotescos proyectos de cooperación internacional? Y gracias a Dios que no ha pasado como en Valencia donde han pillado a los cargos solidarios quedándose con los cuartos de los proyectos humanitarios. ¡Lo que habremos dilapidado en hacernos los rumbosos!

Ya no estamos para dar, sino para tener la humildad de pedir que nos den, porque haciéndonos los altivos y los orgullosos no vamos a darle el puchero a nuestros pobres, con grandes dignidades no se alimenta el caldo, sino con buena carne de gallina.

No podemos permitirnos ni que abusen y mucho menos chanchullos, sencillamente de donde no hay no se puede sacar.
 

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