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melilla - SÁBADO, 3 DE MARZO DE 2012


toma de posesión de Ángel Riesco melilla

SEGURIDAD
 

Riesco pide la colaboración de
todos porque la seguridad es
una responsabilidad compartida

El nuevo jefe superior tomó ayer posesión “con enorme ilusión, responsabilidad
y convicción de que trabajar por la
seguridad es crear un campo fértil
para la libertad y la prosperidad”
 

MELILLA
Paqui Sánchez T.

ceuta
@elpueblodeceuta.com

El nuevo jefe superior de Policía en Melilla, Ángel Riesco, pidió ayer la colaboración de todas las instituciones, organismos públicos o privados y de los ciudadanos para mejorar los niveles de seguridad y afrontar cualquier problemática que pueda surgir, ya que ésta es una “responsabilidad compartida” que no depende sólo de los cuerpos de seguridad. Éste fue el principal mensaje que lanzó ayer Riesco durante su toma de posesión como máximo responsable de la Policía Nacional en nuestra ciudad, puesto en el que releva a Juan Manuel Calleja, que después de cuatro años abandona Melilla para incorporarse al Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO).

Ángel Riesco tomó ayer posesión como nuevo jefe superior de Policía en Melilla en sustitución de Juan Manuel Calleja, que ha permanecido en este puesto desde noviembre de 2007 y que ahora lo deja para incorporarse al Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO), un destino que ha solicitado personalmente y que depende de la Secretaría de Estado de Seguridad.

Riesco juró cumplir sus nuevas obligaciones en un acto breve y sencillo al que acudieron numerosas autoridades civiles y militares de Melilla, así como buena parte de los mandos de la Jefatura Superior. También asistió el Director Adjunto Operativo (DAO), Eugenio Pino Sánchez, que es el número 2 del Cuerpo Nacional de Policía y mano derecha del director general, Ignacio Cosidó.

“Melilla sale ganando”

Pino Sánchez fue muy breve en su intervención, pero aseguró que Melilla “sale ganando” con Riesco como máximo responsable de la Policía, ya que “conoce perfectamente” la Policía Científica, la Brigada de Policía Judicial y de Extranjería. “Es un excelente profesional”, resumió el DAO, que también lamentó “profundamente” la marcha de Calleja al Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado. No en vano, Pino Sánchez recordó que este organismo depende directamente de la Secretaría de Estado y no de la Policía, ya que es un elemento de coordinación.

El nuevo comisario jefe de Melilla agradeció la confianza del Ministerio del Interior y aseguró que afronta este nuevo reto profesional “con enorme ilusión y profundo sentido de la responsabilidad”, y también “con la convicción de que trabajar por la seguridad es crear un campo fértil para la libertad y la prosperidad”.

Responsabilidad de todos

En este sentido, subrayó que la seguridad es “una responsabilidad compartida” entre los cuerpos de seguridad, instituciones, organizaciones públicas y privadas y ciudadanos, por lo que pidió a todos ellos que colaboren ante cualquier problema que pudiera surgir.

Riesco recordó que Melilla es “una parte muy importante de la geografía nacional, pero con una serie de singularidades”, lo que hace necesario definir las actuaciones policiales para conseguir los objetivos del Gobierno, basados en incrementar los niveles de seguridad y asistencia a la víctima, fomentar la participación ciudadana y ofrecer las soluciones “más idóneas, viendo la protección de los colectivos más vulnerables, como son las mujeres, los mayores, los niños, los jóvenes y también los turistas, siempre generadores de importantes oportunidades”.

El nuevo jefe policial tendió la mano a toda la plantilla de la Jefatura Superior de Melilla y a los sindicatos, a los que mostró su voluntad de diálogo para solucionar las diferentes situaciones y, al mismo tiempo, llevar a cabo el plan de eficiencia, cuyo fin es “producir el máximo de resultados con el mínimo de recursos, energía y tiempo en estos tiempos difíciles” de crisis económica.

Asimismo, agradeció la gestión realizada por su antecesor, Juan Manuel Calleja, que estaba presente en el acto, al que aprovechó para desear suerte en su nueva etapa profesional.

El delegado del Gobierno en Melilla, Abdelmalik El Barkani, también dio las gracias a Calleja por la labor realizada en estos cuatro años y tres meses. También aprovechó la ocasión para reiterar la petición de cooperación que ya hizo el día de su toma de posesión, hace hoy dos meses, a las Fuerzas de Seguridad del Estado “para afrontar asuntos cruciales para Melilla y su seguridad”.

Sobre Riesco, El Barkani consideró una “suerte” para Melilla contar con un especialista en asuntos de extranjería, ya que el anterior destino del nuevo jefe superior de Policía era la Unidad de Lucha contra las Redes de Inmigración y Falsedad Documental (UCRIF) de la Brigada de Extranjería de Madrid.

El Barkani destacó la importancia de la seguridad porque sin este valor ni la estabilidad no son posibles otros prioritarios en Democracia como son la libertad, la igualdad y la participación política. Asimismo, subrayó que en estos dos meses como delegado del Gobierno se ha encontrado suficientemente arropado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, aunque admitió que “no hemos hecho más que empezar, la tarea es mucha y los retos no son utópicos, sino posibles, siempre y cuando todos superemos los obstáculos y las limitaciones”.

En este sentido, insistió en que hay que hacer de la cooperación y el trabajo común “la mejor manera de aproximarnos hacia lo que pretendemos”, que es ofrecer un mejor servicio a los ciudadanos.

La Delegación del Gobierno en Melilla ha conseguido reducir la ocupación del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de la ciudad (CETI) en unas 300 personas desde que el nuevo responsable de la institución Abdelmalik El Barkani, tomó posesión el pasado 2 de enero.

Durante el acto de toma de posesión del nuevo jefe superior de Policía, El Barkani destacó el hecho de que en estos casi dos meses el CETI haya aminorado considerablemente “su extrema ocupación”, que en el momento de su llegada era de 874 inmigrantes, pese a que su capacidad máxima es de 480 plazas.

El Barkani atribuyó este logro a la colaboración de las autoridades del Estado, especialmente a la vicepresidenta del Gobierno central, Soraya Sáenz de Santamaría, la secretaria de Inmigración y Emigración, Marina del Corral, y la directora general de Relaciones con las Delegaciones del Gobierno, Marta Crespo.
 

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