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                     Quedan bastantes días hasta que 
					rompa, alegre y faldicorto, el mes de abril. Y si en 
					Marruecos al gobierno Benkirán no le han dado ni un día de 
					cortesía, este escribano estima que a los tres meses será el 
					momento de mirar, con ojo crítico, el debe y el haber del 
					gobierno “platoniano” encabezado por el PJD, lo digo por el 
					conocido Mito de la Caverna con su juego de luces y sombras 
					al decir del filósofo griego, pues más que nunca son 
					perceptibles en el vecino países los dos gobiernos: el 
					votado por el pueblo, el que asoma a la luz y el real, el 
					del Majzén, a lo sombra del joven soberano. A propósito de 
					la reciente visita de la secretaria de Estado Hillary 
					Clinton y su primerizo encuentro (algo parecido ocurrió en 
					España, donde se recibió primero al ministro Delegado) con 
					el consejero áulico de Exteriores en el gabinete real, Fassi 
					Fihri, antes que con el titular, El Othmani, fue un diputado 
					del PJD, Abdellah Bouanou, quién lanzó el aviso: “Si 
					llegamos a saber que los dossiers que son competencia del 
					gobierno se tratan en los muros del Mechuar, no vamos a 
					callarnos y lo vamos a denunciar”. Sin comentarios.  
					 
					Y si éstas tenemos desde dentro desde fuera es la hoy 
					minoritaria (el varapalo electoral fue grande) pero 
					emblemática Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), la 
					que parece estar llevando la voz cantante de la oposición en 
					el Parlamento, mientras depura sus filas y se presta a 
					preparar las próximas elecciones comunales (municipales para 
					entendernos), quizás en septiembre de este año. Su diario 
					escrito, “Libération”, no ceja en su empeño diario en 
					fustigar al gobierno liderado por los islamistas 
					parlamentarios del PJD (Partido de la Justicia y el 
					Desarrollo) con llamativos titulares en portada, he aquí 
					algunas muestras: “Las promesas de Benkirán se evaporan unas 
					tras otras” (nº 6482, 4-5-6 de febrero); “La liberación de 
					los jeques de la Salafiya Yihadia provoca la ira de los 
					modernistas” (nº 6488, 13 de febrero); “Censuras, polémica 
					sobre los festivales, populismo: ¿qué busca el gobierno 
					Benkirán?” (nº 6508, 7 de marzo); “Bajo el gobierno Benkirán, 
					la paridad (femenina) más quimérica que nunca” (nº 6509, 8 
					de marzo).  
					 
					Entendiendo el concepto de “crisis” a la griega, como 
					catarsis y posibilidad de crecimiento, el paso de la USFP a 
					la oposición después de estar presente en los tres últimos 
					gobiernos desde 1998, con Abderrahmán Yussufi, puede venirle 
					como anillo al dedo para limpiar el partido, repensar sus 
					criterios ideológicos y presentarse próximamente al 
					electorado libre de polvo y paja. Como advirtió 
					recientemente Habib El Malki, ex ministro de Educación y 
					miembro del “bureau” político del partido de la Rosa 
					marroquí, “La oposición no se decreta, se construye, para 
					crear una eventual alternancia política”. Por otro lado, 
					tras dimitir Ahmed Zaidi a petición propia como portavoz en 
					el Congreso se especula con que sea el diputado por Chella 
					(Rabat), el abogado Driss Lachgar, quien pueda presidir el 
					grupo parlamentario de la USFP. Lachgar, casado por cierto 
					con una descendiente de los moriscos españoles, representa 
					una de las dos corrientes presentes en la USFP, la digamos 
					pragmática y posibilista. Frente a él y fuera del Parlamento 
					estaría Fathallah Oualalou, alcalde de Rabat desde el 23 de 
					junio de 2009, como cabeza visible de una corriente más 
					purista e ideológica dentro del partido. Oualulu, buen 
					conocedor de la filosofía y reputado economista, que no 
					parece vuelva a presentarse como alcalde para reincorporarse 
					a la universidad, bien podría ocupar también cuando la USFP 
					vuelva tarde o temprano a formar parte del gobierno, una 
					cartera sensible como la de economía y finanzas, de la que 
					por cierto ya fue titular. A Oualalou, por lo que le he 
					tratado, formación no le falta e ideología tampoco. De 
					talante abierto y liberal en el pensamiento, el hoy alcalde 
					de Rabat es sin duda una de las mejores bazas políticas a 
					jugar en un próximo futuro por la Unión Socialista de 
					Fuerzas Populares. 
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