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OPINIÓN - DOMINGO, 11 DE MARZO DE 2012

 

OPINIÓN / ANALISIS

¿Y quién nos va a “obligar” a estar de “huelga general”?
 


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

¿Y pueden unos privilegiados subvencionados detener a toda una Nación? Por supuesto que no, el llamamiento a la huelga general por parte de CCOO y UGT cuyas auténticas intenciones poco o nada tienen que ver con “la lucha obrera” y mucho con el mantenimiento de sus jugosas subvenciones, la convocatoria de huelga general se ciñe exclusivamente a ellos y a sus afiliados. ¿Que se quieren poner en huelga? Mientras no jodan a la abrumadora mayoría del pueblo español a quien sus intereses y opiniones ni les van ni les vienen porque no emanan de las urnas, pueden pararse o pueden irse a un parque temático a pasar la jornada, pero al resto que nos olviden porque, ni somos sindicalistas, ni tenemos nada que ver con ellos, ni les hemos votado en la puta vida, así que el “cambio” ha de llegar necesariamente a amparar el derecho inalienable de los españoles a negarse a la huelga.

Mucho, largo y tendido se ha tragado de la prepotencia de las grandes centrales sindicales que, bajo el amparo de Gobiernos que les han servido de paraguas, les han hinchado las barrigas, han dispensado mimos a los carotas liberados y les han “dejado hacer”, han usado y abusado de la paciencia del pueblo soberano ¿Quien no recuerda a los belicosos “piquetes informativos” imponiendo la huelga por la fuerza ante unas silenciosas y frenadas Fuerzas de Seguridad del Estado? Pero pasa que el Universo cuántico está en continua evolución y que los comportamientos coercitivos tolerados en el ayer con auténtico estoicismo y cómo una especie de “mal inevitable” han dejado hoy de tener ni repajolera gracia. Porque acabamos de salir de unas urnas de metacrilato con nuestras voluntades claramente expresadas y dando mayoría absoluta al Partido Popular para hacer recortes, recambios y recauchutados ¿Y es que un puñado de sindicalistas de izquierdas le está lanzando un reto al pueblo soberano? Es más ¿Esta huelga es una declaración de hostilidades por parte de un grupúsculo sindicalista contra la mayoría absoluta de los españoles? ¿O es que tal vez las centrales sindicales tienen como afiliados a quince o veinte millones de ciudadanos? Más bien no, más bien la lían para defender los intereses de sus “liberados”(de currar) y de sus subvenciones y para ello utilizan a una parte de sus afiliados y a otra parte de parados que proceden directamente de la pésima política de la procelosa “era Zapatero, la peor del mundo entero”. ¿Y van a permitir quienes han perdido su trabajo por culpa de la izquierda ser utilizados por esa misma izquierda que les ha llevado a la ruina? Lo dudo. Y ellos lo dudan, por eso se prevé que los “piquetes informativos” van a tener mucho trabajo obligando a la España que madruga a “no trabajar” y la Policía Local y la Nacional van a tener el doble de tarea porque labor suya es determinar donde acaba la “información” es decir el hecho de “mirar” y donde empieza el delito de coacciones y amenazas que está castigado con penas de prisión.

Porque la España del “cambio” no es conformista ni es “maricomplejines”, cierto es que algún pijo o algún jilipollas existe hasta en las mejores casas, pero el grueso del pueblo, el numen de la Iberia Vieja que ha votado al PP es bravo y es valiente. Por cierto “fuimos Imperio”. Y más importante aún, el pensamiento único de los borregos impuesto doctrinalmente por la izquierda nos es odioso y la hipocresía almibarada de la “corrección política” impuesta como una especie de dogma de fe, nos importa no uno, sino tres carajos. Ya no están ni Rubalcaba ni Conde-Pumpido, ya no hay excusas para que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado actúen según nuestras legítimas exigencias y sean auténticos garantes de los derechos de las personas honradas, en ese terreno queda aún mucho por andar y mucho más por actuar. Las reformas del Código Penal no han de pararse en la protección de los concebidos como ciudadanos de pleno derecho, sino legislar con especial dureza contra ese terrorismo urbano de las algaradas, el vandalismo y el contenedor quemado. Con auténtica legitimidad porque estamos en la UE y si alguien encuentra insoportable nuestro sistema tiene absoluta libertad para marcharse, las fronteras están abiertas y ni estamos en Cuba ni en Corea del Norte de donde la gente se tiene que escapar sorteando mil peligros. Lógico que a veces se necesiten referencias y pongo como ejemplo a Sarkozy y a la temible ley francesa a la hora de adoptar medidas disuasorias, no nombro la ley alemana porque es peor.

Es más ¿Haciendo uso de qué ley se permiten los sindicatos formar piquetes? ¿Acaso se creen que estamos en los tiempos de la “Guardia de Asalto”? ¿Que legitimidad tienen unos simples ciudadanos para “vigilar” a otros? ¿Tendremos los no-sindicalistas que formar un somatén? Idéntico derecho nos ampara si echamos mano del Principio de Igualdad constitucional. De ahí que se espere con anhelo comprobar la verdad de las promesas del “cambio” con declaraciones gubernamentales tendentes a manifestar que no se va a permitir bajo ninguno de los conceptos que “se obligue” a ningún español a unirse a la huelga y que quienes intenten coaccionar se van a pasar las setenta y dos horas comiendo bocadillos de choped y de ahí al juez y cómo el Fiscal General entenderá que las coacciones generan una enorme sensación de inseguridad y grave alarma social,se cumplen todos los requisitos para pedir la prisión incondicional, comunicada y sin fianza por el riesgo de reiteración. Así es necesario y perentorio que se tranquilice a la ciudadanía y que el 29M sigamos teniendo derecho a ir a merendar con nuestra familia, comprar un periódico e ir al cine, que nos garanticen el derecho a la libertad que nos quieren arrebatar los sindicatos, nos juraron un “cambio” ¿Que puedo decir? Tan sólo usar la fórmula histórica “Si cumplen su juramento que Dios se lo premie, si lo incumplen, que Dios se lo demande”.
 

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