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					Tras más de cinco años de espera, los padres de los dos 
					neonatos que fallecieron el 30 de noviembre de 2006 en el 
					Hospital de la Cruz Roja ya tienen la sentencia del juicio 
					que se ha celebrado contra dos médicos del Ingesa por 
					homicidio imprudente. Un fallo que les ha sabido a “poco” ya 
					que permite a los facultativos seguir con su labor en el 
					Hospital del Ingesa y les condena a pagar una multa de 350 
					euros por lo que la jueza del Juzgado de lo Penal número 
					uno, encargada del caso, ha calificado como una “falta 
					leve”.  
					 
					Una multa de 350 euros. Es la pena a la que tendrán que 
					hacer frente los dos médicos acusados por el homicidio 
					imprudente de los dos neonatos que fallecieron en el 
					Hospital de la Cruz Roja en noviembre de 2006. Los doctores 
					J.J.Q.G. y S.O.A. finalmente han sido condenados como 
					“autores criminalmente responsables de dos faltas de 
					homicidio por imprudencia leve” según refleja la sentencia 
					emitida por la titular del Juzgado de lo Penal número uno de 
					Ceuta, Lidia León. En ella, también se condena a las 
					compañías aseguradoras -AMA y Zurich- a que indemnicen a los 
					padres de los bebés fallecidos en 64.000 euros más los 
					intereses generados en los más de cinco años que se ha 
					dilatado el proceso.  
					 
					La sentencia ha sabido “a poco” tanto a la familia como a su 
					letrado, José Luis Ortíz, quien está adscrito a los 
					servicios jurídicos del Defensor del Paciente en Cádiz. Y es 
					que, la acusación pedía cuatro años de cárcel y seis de 
					inhabilitación para cada uno de los médicos, que carecen de 
					la especialidad en Pediatría. No obstante, la familia aún no 
					ha decidido si recurrirán.  
					 
					De la sentencia, Ortiz destaca “la fuerte critica al Ingesa, 
					por tener contratados como médicos especialistas en 
					Pediatría a simples licenciados en Medicina”, ya que la 
					jueza achaca la responsabilidad de que el Hospital carezca 
					de especialistas en Pediatría a la propia administración.
					 
					 
					El letrado del Defensor del Paciente alega que la magistrada 
					“no ha querido criminalizar la actividad médica”. “La jueza 
					ha pretendido que la víctima reciba un resarcimiento 
					económico, pero ha aplicado la clemencia”, apunta Ortiz para 
					quien el caso de los neonatos indudablemente fue “un 
					delito”. Una teoría apoyada por los tres forenses adscritos 
					a los Juzgados de Instrucción que emitieron “un informe 
					durísimo cuando el juez sólo se lo pidió a un forense”, 
					recuerda el abogado que insiste en que la actuación conjunta 
					de los forenses no ha tenido “precedente”.  
					 
					La jueza, en su sentencia, califica el caso de imprudencia 
					leve, o lo que es lo mismo, la que concurre cuando existe 
					una conducta u omisión negligente por parte del sujeto 
					activo, mientras que la grave supondría la vulneración de 
					las normas más básicas y elementales de cuidado que exige 
					una determinada actividad. Para la magistrada, sn este caso 
					“sólo se separa ligeramente de los estándares de diligencia 
					exigibles en una concreta situación”. 
					 
					Aún así, en la sentencia no se exime al pediatra de guardia 
					localizada S.O.A. por no haber acudido al Hospital, la jueza 
					recrimina que el doctor “debió desplazarse al centro 
					hospitalario en previsión de que los bebés naciesen con un 
					peso y condiciones de vitalidad adecuadas para prestarles 
					asistencia”. Además, califica de “negligente” la actuación 
					de los dos médicos por “la inicial falta de previsión de los 
					acusados respecto a una hipotética necesidad de reanimación 
					cuando naciesen los fetos” así como que J.J.Q.G. adoptara 
					“uniteralmente, en unión con el también acusado S.O.A., la 
					decisión de no reanimar” sin consensuarla con los padres de 
					los bebés. “No les dieron ninguna oportunidad”, recalca 
					Ortiz que espera que esta sentencia sirva de “acicate” para 
					mejorar la sanidad en Ceuta. 
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					La familia apoya la entrada de dos nuevos pediatras en el 
					Ingesa 
					A la madre de los dos neonatos que 
					fallecieron el 30 de noviembre en el Hospital de la Cruz 
					Roja le queda el consuelo de que su caso ha servido “de 
					escarmiento” al Ingesa, que tras el juicio ha anunciado la 
					contratación de dos nuevos pediatras. “Al menos espero que 
					lo que me sucedió a mi no le vuelva a ocurrir a nadie” decía 
					ayer la madre de los dos neonatos, María del Valle Martín, 
					tras conocer la sentencia. Pero aún así el fallo le ha 
					sabido a poco porque asegura que, para ella, los dos médicos 
					acusados “deberían estar inhabilitados”. Su abogado, destacó 
					el “sentimiento de derrotismo” que existe en Ceuta para 
					luchar contra negligencias de médicos del Ingesa porque 
					“siempre se van de rositas”.  
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