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OPINIÓN - DOMINGO, 18 DE MARZO DE 2012

 
OPINIÓN / colaboración

Chaves: el ocaso del Virrey
 

Por Miguel R. Calderón


Los ceutíes tenemos la desgracia de compartir paisanaje con Manuel Chaves quien durante veinte largos años, ostentó la Presidencia de la Junta de Andalucía con los resultados que todos conocemos. Andalucía sigue estando a la cola del desarrollo autonómico y de nada han valido los eslóganes propagandísticos de un régimen cortijero, tales como “Andalucía imparable” – imparable en la corrupción, añado- o la Andalucía de la “segunda modernización” (sic), sin haber finalizado la primera.

Realmente, con datos estadísticos en la mano, Andalucía es la autonomía del “30”. Sí, 30% de paro, 30% de fracaso escolar, 30% de abandono escolar temprano – en realidad 34,7% - , 30 años de corrupción institucionalizada. Y claro, como no podía ser de otra manera, ha desembocado en vísperas de las elecciones autonómicas, en el mayor escándalo de corrupción de la historia de la democracia de este país.

Si hace más o menos tres años, alguien le hubiera pronosticado a Chaves que , a estas alturas, iba a quedar reducido a la condición de simple diputado nacional, dentro de un Parlamento dominado con mayoría absoluta por el PP, y que además , la popular Teófila Martinez le ganaría en Cádiz por 15 puntos de diferencia en las urnas de las municipales, al entonces Presidente de la Junta de Andalucía le habría entrado un indisimulable ataque de risa.

Pero, desde luego, no es su caída desde las altas cumbres institucionales hasta la sima de los derrotados electorales lo que más preocupa a Chaves en los últimos tiempos. Tiene serias razones para sentirse inquieto.

Por ejemplo, su vinculación con el escándalo de los ERE irregulares, bastante más directa de lo que mantienen los voceros oficiales de la Junta de Andalucía. En realidad, el ex presidente tuvo conocimiento pleno en diciembre de 2003 , de la existencia de intrusos (léase estafadores) prejubilados y , en lugar de denunciarlo y pedir la revisión de los expedientes, ordenó más prejubilaciones irregulares para evitar la “discriminación”. Eso fue lo que hizo con unos mineros de Riotinto , que le escribieron para decirle que en el expediente de regulación había gente que ni siquiera había trabajado en la mina, pero que si en otros casos había dado el visto bueno, ahora también “debía hacerlo” so pena de airear el asunto, cosa que no convenía a nadie

Tan convencido estaba Chaves de que el incipiente escándalo de los ERE era algo de poca monta que , llegado el momento, se atrevió a decir que aquello era cosa de “cuatro golfos”. Hoy son más de cincuenta los imputados en la instrucción del caso que sigue la juez Alaya por malversación, entre otros cargos, de más de 1.300 millones de euros que iban a parar a empresas , amiguetes y familiares del PSOE.

Y como siempre ocurre en estos casos, una vez más ha salido a relucir la figura del “tonto útil”, como lo fuera Roldán en la etapa felipista. En esta ocasión le ha tocado el turno a Francisco Javier Guerrero, ex director general de Trabajo y Seguridad Social que cual chivo expiatorio, ha cargado, de momento, con el mochuelo y ha ido a parar a la cárcel, comiéndose el marrón, mientras sus jefes inmediatos dicen desconocer las andanzas del personaje. Chaves, incluso, niega haberle conocido. Cosa bastante improbable ya que Guerrero estuvo en el cargo desde 1999 a 2008, siendo Presidente de la Junta de Andalucía, por aquel entonces, el susodicho Chaves. ¡ Cómo se puede tener la cara tan dura!

A día de hoy, ni los ERE, ni el caso de la empresa de capital de riesgo Invercaria, ni los fondos de empleo… son escándalos que se puedan reducir a la actuación de unos cuantos golfos. Todos ellos, no los golfos, sino los escándalos, denotan una forma de actuación política intencionada y nos conduce una vez más a la actuación vergonzante de un partido socialista que ha hecho de Andalucía su cortijo particular, corroborando, que a lo largo de la historia democrática de este país, se ha convertido en el partido de la corrupción institucionalizada. Al lado de los ERE, de Filesa, del Gal , de los fondos reservados etc., el caso Gürtel que tanto utilizó Chaves como martillo pilón contra el PP, es un juego de niños.

Aparte, desde que Chaves dejó la Presidencia de la Junta, los sofocones familiares no han dejado de sucederse. Primero fue el escándalo de la ayuda a Matsa, la empresa, que, tras fracasar en su intento de lograr un incentivo de la Junta para reactivar la minería en Huelva, optó por contratar a la hija del por entonces presidente andaluz, otorgándole poderes para representar a la compañía ante la Administración autonómica. Con ella, dirigiendo la ayuda, Matsa (Minas de Aguas Teñidas Sociedad Anónima), acabó recibiendo casi 10,1 millones de euros aprobados en una reunión del Consejo de Gobierno presidida por su padre. A pesar de que la Ley de Incompatibilidades le obligaba a ello, Chaves no se inhibió, como era su obligación.

A continuación , se conoció el escándalo de las comisiones de Iván Chaves, el mayor de los dos hijos del ex lider del PSOE andaluz que aprovechándose de que “ papá dirigía el chiringuito”, prestó servicios a diversas empresas para abrirles las puertas más inaccesibles de la Junta. Vamos, que las actividades de Juan Guerra, el “enmano” de Alfonso Guerra se quedan en pañales al lado del comisionista Chaves jr.

A todo esto hay que añadir el nepotismo del ex presidente, colocando también a sus hermanos en la Junta, siendo protagonistas de otro escándalo conocido como caso Climo Cubierta, en el que esta empresa regentada por el mayor de sus hermanos, recibía de otro hermano recolocado como alto cargo en la Consejería de Turismo adjudicaciones de contratos “a dedo”, con cargo al presupuesto andaluz y que el presidente aprobaba anualmente.

En el western “El bueno, el feo y el malo” de Sergio Leone, hay una escena, al final de la película, en la que Clint Eastwood , pistola en mano, se dirige a Eli Wallach , el “feo” y le espeta: “El mundo se divide en dos clases: los que tienen revólver , y los que cavan. Tú cavas”- y le arroja una azada-.

En la Andalucía del virreinato chavesiano y ahora griñanista, también hay dos clases: la de los “chorizos” de guante blanco, los que saquean los fondos públicos, los que estafan con sus prejubilaciones falsas , los que viven de la mamandurria de la subvención, los que se perpetúan en el poder comprando voluntades , los de la cuadrilla del ABC (Autobús, Bocadillo y Consigna) en campaña electoral , aplaudiendo a los amos del Cortijo, que desparraman por doquiera que van las ayudas del PER(léase voto cautivo). Esos por un lado. Y por otro , el resto de los ciudadanos que contempla sin pestañear cómo Andalucía se desangra y, con 1,2 millones de parados , el llamado “fondo de reptiles” ha despilfarrado más de 1.300 millones de euros en los ERE fraudulentos, subvenciones, ayudas a empresas de amiguetes etc.

Y mientras tanto, Chaves sigue en política, a pesar de que camina hacia los setenta años de edad. Con su aforamiento como diputado, y tal vez por ello, se garantiza de que , si vienen las cosas mal dadas, sólo respondería ante el Tribunal Supremo y se ahorraría dar explicaciones, que siempre es un engorro, ante jueces ordinarios como Mercedes Alaya. Hay que tener las espaldas bien cubiertas. Por ello se ha atrevido también a solicitar su regreso a la docencia como profesor de Derecho del Trabajo en la Universidad de Córdoba. Con dos bemoles. Y eso que en cuarenta años- el tiempo que Chaves dejó las aulas universitarias – ha cambiado bastante la legislación sobre Derecho del Trabajo y los contenidos de la asignatura.

¡Pobres alumnos que lo sufran como docente. Con su dislexia a cuestas será muy difícil entenderle y hacerse entender. Pero , la “pela es la pela” que dijo aquél.
 

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