sucesos - MIÉRCOLES, 21 DE MARZO DE 2012

CEUTA
T. Crespo
ceuta@elpueblodeceuta.com

Menores y jóvenes que dicen dedicarse a la venta de droga y que hablan con el móvil con personas que dicen estar encarceladas y chavales que afirman dedicarse a desguazar y quemar coches: esto es sólo parte de lo que aparece en el programa de Cuatro ‘Callejeros’ y que Delegación ha remitido a Fiscalía para que lo estudie.

La Delegación del Gobierno ha remitido a la Fiscalía de Ceuta la grabación del programa ‘Callejeros’, de la cadena de televisión Cuatro, emitido la noche del pasado viernes y dedicado a la barriada del Príncipe para que, de oficio, actúe si observa indicios de delito en alguna de las entrevistas y declaraciones que recoge. Fuentes de la institución señalan como afirmaciones que podrían ser “perseguibles judicialmente” las que realizan menores que aseguran dedicarse al “tráfico de drogas” u otras en las que un grupo de adolescentes explica cómo desguazan vehículos para vender sus piezas en Marruecos y a veces los queman.

En esta edición de ‘Callejeros’, disponible en la web del programa, llaman la atención titulares como: “Los menores de edad no estudian, trafican con drogas. Pueden conseguir hasta 700 euros en una mañana”. En esta pieza del reportaje, la periodista entrevista a un grupo de jóvenes que afirman tener “entre 17 y 18 años” y residir todos en la barriada, donde explican que se dedican a vender “chocolate, coca, hachís” y pastillas como Trankimazin o la llamada “pantera rosa”. Quienes aparecen en imagen (en el video emitido en televisión con los rostros difuminados) aseguran que prefieren traficar con drogas a estudiar porque “en un minuto traigo 6.000 o 7.000 euros”.

Además, los jóvenes que dicen vender droga ponen al teléfono en cámara a un tal Mohamed del que apuntan que es un narcotraficante ‘colega’ suyo y que confirma estar preso, con una condena “de cinco años y cinco meses” por traficar con “seis toneladas”, algo que continúa haciendo “desde dentro”, lo que supone el reconocimiento de que este supuesto delincuente dispone en prisión de un teléfono móvil, algo prohibido, y de que además lo utiliza para seguir con su actividad ilícita.

Bajo el título de “Un grupo de jóvenes se dedican al robo de coches. Algunos solamente tienen doce años”, en el reportaje aparece un hombre que muestra una bolsa con los “utensilios que utilizan los chavales de Ceuta para buscarse la vida”, como explica, para robar coches. “Suelen robar un coche por noche y unos 150 al año. Por cada rueda robada cobran diez euros (las venden en Marruecos) y luego queman el vehículo. Para despistar a la policía suelen cometer un acto vandálico antes como quemar un contenedor”, se explica en el reportaje.
 

Un barrio que crece sin control y donde “manda el hachís”

“En Ceuta, junto a la frontera con Marruecos ha crecido sin control este enjambre de viviendas: la barriada de Príncipe Alfonso. Las calles no tienen nombre y los policías no son bienvenidos en una ciudad donde el hachís es quien manda”. Este es el comienzo del reportaje que la periodista Sandra Gonzalo realizó en la ciudad para el programa Callejeros, de Cuatro y que fue emitido por la cadena el pasado viernes.

A los titulares sobre la venta de drogas y el robo de vehículos se suman otros como el que dice que “Solamente tres personas tienen escrituras de su suelo” y que “los vecinos han edificado en sus terrenos sin permiso”, en referencia en este caso a una vecina del Príncipe, María Buzian. El “caos urbanístico” es de hecho otro de los temas tratados en el reportaje, con el testimonio de la citada vecina, que denuncia ser víctima de la ocupación de una parcela de su propiedad, una antigua huerta, “desde hace más de 20 años”. “Cada vez que veo una casa nueva voy al cuartel de la Guardia Civil, pero como son todos trabajadores de Marruecos los echan y al día siguiente vienen otros y hacen obras”. La mujer se lamenta de la basura y los coches quemados que rodean su vivienda y de que si se “pelea” con quienes cometen estos delitos “son capaces de hacerte daño”. “Ves que cosas tuyas te las están quitando y nadie te hace caso”, concluye la mujer con la voz quebrada.

Por su parte, agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) explican a cámara también cómo son apedreados cuando van a la barriada.