| Siempre he defendido y seguiré 
					defendiendo el derecho a la vida. Nadie, absolutamente 
					nadie, tiene potestad para prohibir ese derecho que tenemos 
					a nacer.
 Nada me extraña y lo he podido comprobar en un debate 
					televisivo, ofrecido por la “telemierda” que haya personas, 
					más bien personajillos del tres al cuarto, que apoyen que 
					una menor de edad pueda abortar sin permiso paterno.
 
 Una incongruencia, si tenemos en cuenta que para que esas 
					menores puedan viajar, operarse de apendicitis o ponerse un 
					piercing, necesiten autorización paterna, y no la necesiten 
					para quitarle la vida un ser humano.
 
 Dada la cantidad de medios que existen, hoy día, para no 
					quedarse embarazada, incluida la píldora del día después, 
					llego a la conclusión que la que se queda embarazada es 
					porque así lo desea o porque una noche de botellón y lo que 
					no es botellón realice el acto sexual sin protección alguna, 
					dejándose llevar por la alegría que da el vino y otras 
					cosillas.
 
 A pesar de ello, si admito que en algunos casos, como pueda 
					ser una violación, embarazo no deseado, ese feto no pueda 
					venir al mundo. Pero esto igual que en otros casos recogido 
					en la ley, puede ser admitido.
 
 Lo que de ninguna de la maneas se puede admitir, que una 
					menor de edad, pueda abortar sin que sus padres tenga el más 
					mínimo conocimiento de ello.
 
 Si pueden abortar, quitándole la vida a un ser vivo que 
					tiene todo el derecho a nacer, sin el consentimiento 
					paterno, a la hora de cometer una acto delictivo, como matar 
					a otras personas también menores de edad, casos se han dado 
					de ello, deberían ser juzgada como personas adultas.
 
 Pero estos progresistas de pacotilla, que no tienen ni la 
					más remota idea de lo que es y significa el verbo progresar, 
					se lanzarían todos a una, como los mosqueteros, a defender a 
					esa menor edad, cuyo todo conocimiento lo tiene en negarle 
					el derecho a nacer a un ser que lleva en sus entrañas.
 
 Y a las catorce semanas de gestación, lo diga quien lo diga, 
					sólo basta con mirar una ecografía del feto para comprobar 
					que está vivo y bien vivo.
 
 Abortar en esos momentos, cuando se han cumplido catorce 
					semanas, sin duda alguna, se está matando a un ser que tiene 
					todo el derecho del mundo a nacer.
 
 Y que conste que allá cada uno con lo que quiera hacer de su 
					cuerpo, la que quiera abortar que aborte, lo que me niego a 
					admitir que haya personajillos de medio pelo, progresistas 
					de pacotillas, que aplaudan que una menor aborte sin 
					necesidad del consentimiento paterno.
 
 Estos mismos personajillos son los que en aplicación de los 
					derechos humanos, se lazan con todas su fuerzas, contra 
					aquello países en lo que existe la pena de muerte. 
					Naturalmente nunca se han preguntado, qué es lo qué se hace 
					cuando a las catorce semanas se abortar y que ellos aplauden 
					con todas sus fuerza. Sencillamente se está matando a un ser 
					vivo que, por supuesto, no ha cometido ningún crimen.
 
 |