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					Los ceutíes salieron ayer a la calle, si cabe en mayor 
					número que el año pasado, a acompañar en su traslado al 
					Cristo de Medinaceli junto a la Virgen de los Dolores, en su 
					traslado desde la parroquia de ‘El Príncipe’ a su Casa de 
					Hermandad. El trayecto se recorrió en apenas dos horas, ante 
					la altas probabilidades de lluvia que amenazaron todo el 
					recorrido. 
					 
					Un cielo plomizo interrumpido ocasionalmente por leves rayos 
					de sol acompañaron durante todo el trayecto al Señor de 
					Ceuta en su traslado hasta su casa de Hermandad. Y es que, 
					aunque la lluvia amenazó durante todo el recorrido y algunas 
					gotas se llegaron a descolgar de lo alto durante el mismo, 
					el ‘Señor de Ceuta’ pudo pasear como es tradición desde la 
					parroquia de San Ildefonso, en la barriada de El Príncipe 
					hasta la casa de Hermandad de su cofradía cumpliendo con uno 
					de los momentos más multitudinarios de la Semana Santa 
					ceutí. Acompañado por la Virgen de los Dolores, el 
					Medinaceli alcanzó la casa de hermandad en apenas dos horas, 
					‘volando’ sobre los hombros de los cofrades que no se 
					resignaban a ponerlo en peligro de mojarse. 
					 
					Aproximadamente a la mitad del camino, se unió a la comitiva 
					un cofrade especial: el preso liberado por el Medinaceli 
					este año de su condena en la Prisión de Los Rosales.  
					 
					El Cautivo cumple y libera 
					 
					Una mezcla de nervios, esperanza e ilusión brillaban en los 
					ojos de R.T.N., el joven de 23 años a quien el Medinaceli 
					dio ayer la oportunidad de comenzar una nueva vida, 
					prácticamente un año y medio antes de lo que la ley había 
					estipulado en un principio. Condenado por un delito contra 
					la salud pública, una comisión del centro penitenciario lo 
					eligió hace dos semanas como la persona indicada para 
					beneficiarse de este indulto, que el Señor de Ceuta, también 
					conocido como ‘el cautivo’, ofrece desde hace años a un 
					preso.  
					 
					“Cuando me lo dijeron no me lo esperaba. Aún no me lo creo”, 
					decía pocos minutos antes de cruzar los muros de la prisión, 
					ya como hombre libre.  
					 
					R.T.N. dice haber aprendido “mucho” durante los dos años que 
					ha estado en Los Rosales. “Me alegro de que me cogieran 
					-explica, recordando el día en que la policía lo detuvo a 
					punto de pasar a la península con droga- si no lo hubieran 
					hecho quién sabe si hubiera seguido por ese mal camino”. 
					Ahora el joven, que se encontraba en régimen abierto, ha 
					estudiado un módulo de formación profesional desde Los 
					Rosales y cuenta ya incluso con un trabajo, afronta el 
					futuro con gran ilusión y con una importante lección a sus 
					espaldas. “Si algún día tengo un hijo podré contarle como 
					son las cosas con mi ejemplo”. Pocos minutos después, y ya 
					con la cabeza cubierta bajo una túnica morada, el director 
					del centro, Juan Hernández le entregó el documento que 
					ratifica su libertad. 
					 
					R.T.N. saldrá el próximo lunes como costalero en la 
					procesión del Medinaceli, cuatro años después de haberse 
					metido bajo un paso por primera vez (salió con ‘La 
					esperanza’), y dice que lo hará como agradecimiento, porque 
					no ve otra forma de hacerlo.  
					 
					“Cristo te ha elegido a tí, eres una buena persona y esta no 
					es vida, con tu trabajo has demostrado que te mereces esta 
					oportunidad”, le despidió el director de la prisión 
					formalmente. Mientras el joven libre se colocaba bajo la 
					virgen junto al resto de cofrades, María ‘de los montes’ 
					alzó su voz en una saeta para el Medinaceli. La comitiva, 
					con gesto serio y emocionado, continuó su trayecto hasta la 
					casa de Hermandad, a la que llegaron al filo de las ocho y 
					media de la tarde. Entonces terminó la tregua meteorológica. 
					Mientras el Señor de Ceuta entraba en su casa, caían de 
					nuevo las gotas.  
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