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OPINIÓN - MARTES, 3 DE ABRIL DE 2012

 

OPINIÓN / EL OASIS

Trifulca en la Policía Nacional
 


Manolo De la Torre
manolodelatorre@elpueblodeceuta.com
 

No soy yo muy dado a escribir aceradamente de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Porque tengo un enorme respeto por todos los organismos que se dedican a mantener la seguridad pública. Respeto que no me impediría poner como chupa de dómine a cualquiera de sus miembros que errara a sabiendas en sus obligaciones. De hecho, aún tengo grabado a fuego en la memoria lo muchísimo que padecí por denunciar actuaciones lamentables de la Policía Local, hace ya muchos años.

Pero el paso del tiempo me ha enseñado la inconveniencia de estar todos los días dando la tabarra acerca del comportamiento de tal o cual agente; o buscándole las cosquillas al jefe superior de la Policía Nacional, José Luis Torres; al jefe accidental de la Policía Local, José Antonio Sorroche; o al jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, teniente coronel Andrés López García. Como a otros jefes anteriores a los citados. Forma de actuar que ha venido prevaleciendo en la ciudad, debido a la falta de noticias y por la que los periodistas han estado siempre receptivos a contar rencillas internas; motivadas por envidias, celos, desencuentros y rencores crónicos entre miembros de los diversos organismos.

Es más, creo recordar que, no ha mucho, salí en defensa de José Luis Torres, jefe de la Policía Nacional, cuando desde otros medios lo estaban breando a críticas acerbas. Por no sé cuáles desórdenes habidos en el Poblado Marinero y otros asuntos de los que ya ni siquiera me acuerdo.

De José Luis Torres, desde hace ya mucho tiempo, me hablan a mí bien, mal y regular. Algo que es muy normal. Pues no en vano es jefe de la PN. Que no es moco de pavo. Y, claro está, aunque yo preste atención a lo que me dicen y escriben de él, al instante me olvido de todo ello. Ya que me importa un pito lo oído en relación con las malas actuaciones que le son adjudicadas.

No obstante, yo no tengo inconveniente en airear que José Luis Torres me parece persona voluble, veleidosa, cambiante, y propensa a olvidarse del buen trato recibido en momentos complicados para él. Una forma de ser, sin embargo, que no empaña su labor como profesional. En absoluto. Porque no existe ley alguna que condene a los desagradecidos. Y, mucho menos, semejante comportamiento puede reducir su capacidad de buen policía.

Dicho lo dicho, me veo obligado a comunicarle a José Luis Torres, jefe superior de la PN, que el mayor problema que tiene en el seno del Cuerpo, actualmente, es la división que se está generando por mor de la política. De la política local. Y voy al grano.

Es más que sabido que Pedro Gordillo está dispuesto a presentarse a las elecciones como presidente de su partido: el Partido Popular. Motivo más que suficiente para que en el instituto policial se haya desatado una guerra entre los funcionarios más destacados. Guerra entre quienes están a favor de Gordillo y entre los que suspiran por Juan Vivas.

Un enfrentamiento absurdo. Pero no porque los policías afiliados al PP no tengan derecho a mostrar sus preferencias, sino porque están creando un mal ambiente por un pleito para el cual no se les paga. ¿Lo sabe el delegado del Gobierno? Esa es mi pregunta. Sin ánimo de entrar en debate ni de buscar protagonismo. Pero sí de que alguien ponga fin a la trifulca.
 

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