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                     Nadie, en aquella época, pensaba 
					que el Gimnasio Ceuta Goyu Ryu iba a mantenerse entre la 
					élite del fútbol juvenil, pero los años han ido pasando y 
					hasta el pasado fin de semana se ha podido ver fútbol de esa 
					categoría, aquí, en Ceuta. 
					 
					Ahora ya eso es hablar del pasado, porque el Goyu Ryu, al 
					menos la próxima temporada, tendrá que participar en otra 
					categoría inferior, si es que no desaparece. 
					 
					Y es que, el año futbolístico que termina no ha sido muy 
					positivo para los equipos juveniles de Ceuta, especialmente, 
					porque los arbitrajes han cambiado. 
					 
					No sé si estos arbitrajes han sido mejores o peores, pero lo 
					que sí puedo decir es que han sido distintos y no han 
					barrido, con cinco escobas, todos para casa. 
					 
					Y por eso, ahora, con el Goyu Ryu ya descendido, nos queda 
					la sospecha de si esos veinte años han sido de engaño, de 
					mentira y muy poco de real, o si por el contrario han sido 
					una larga etapa de un equipo serio y respetado en la 
					categoría. Cada uno puede pensar como quiera, pero ahí han 
					quedado esos veinte años. 
					 
					La ilusión de cualquier equipo que milita en esa categoría 
					es sacar jugadores que sirvan a sus equipos grandes. Aquí el 
					Goyu Ryu no era filial del primer equipo de la ciudad, fuera 
					éste el que fuera, pero lo que sí podemos decir es que del 
					Goyu Ryu, en estos 20 años no ha salido ni un solo jugador 
					que sirviera para el primer equipo de Ceuta, durante tres o 
					cuatro años seguidos, al menos. 
					 
					¿Qué objetivo, pues, había al tener aquí un equipo de esta 
					categoría?. Futbolísticamente hablando, no se sabe muy bien, 
					económicamente hablando ya es otro cantar, especialmente al 
					haber sido, como todos los equipos de Ceuta, un equipo que 
					se ha ido manteniendo con una sabrosa subvención que partía 
					de la casa grande de Ceuta y con esa subvención se cumplía 
					un doble objetivo, tener un equipo, siempre bajo sospecha 
					arbitral, en la categoría y, además, que en torno al equipo 
					se viviera muy bien. 
					 
					El negocio se ha ido al traste con la operación Mehdi que 
					vino pegada a la crisis económica. 
					 
					Las manifestaciones de Mehdi pusieron muy a las claras lo 
					que eran los arbitrajes y con esas manifestaciones salieron 
					tocados todos los estamentos futbolísticos ceutíes. 
					 
					La crisis económica ha traído unido un descenso en las 
					subvenciones y a ese precio no sé si ya será rentable 
					mantener en juveniles de categoría nacional al Goyu Ryu. 
					 
					¿Y la cantera qué?. Igual que siempre, porque otra de las 
					características del Goyu Ryu, en todos estos años, ha sido 
					que una gran parte de su plantilla procedía de Andalucía, 
					según el momento, de Sevilla, de Málaga o de Jerez y Cádiz. 
					 
					Esto, que fueran de un lugar o de otro, según en qué etapas, 
					tampoco ha sido casual y más que lo deportivo, aquí también, 
					influyó lo económico, por mil caminos tortuosos. 
					 
					Es lo que ha sido, que ya no es, y que habrá que esperar a 
					que otro logre esa categoría, para ver si consigue una 
					clientela mayor que la que tuvo, en estos veinte años, el 
					Goyu Ryu. 
					 
					No sé si con pena o con gloria, pero lo que es en Ceuta, 
					este equipo no terminó de calar para tener mucha clientela, 
					a pesar de tantos años en la máxima categoría del fútbol 
					juvenil. 
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