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                     De las multiples vivencias que 
					tuve hace ya 24 años en el extinto Cuartel de Instrucción de 
					Marinería de San Fernando, una de las clásicas era la falta 
					de agua caliente, las calderas del cuartel , tenían unos 
					hierros que cuando nos tocó lavandería, los veteranos 
					sacaban con maestría los mismos, utilizaban unas tenazas 
					especiales, sacudían el chorro de la manguera y aquello no 
					se apaga nunca... 
					 
					Ya el astuto subteniente de Infantería de marina, Luis 
					Sanchez Ruiz nos decía que después de todo , eramos unos 
					privilegiados, que teníamos lavabos, duchas, el water turco, 
					pero que en sus tiempos sólo habia un GRIFO EN TODO EL 
					PATIO... 
					 
					Daba que pensar con angustia, como debían de utilizarlo 
					1.200 tíos más la dotación del cuartel. los había guarros 
					guarros, sólo se afeitaban por la ordenanza militar, los que 
					vivían cerca, decían que se metían en remojo durante una 
					hora, pero nanai de la china, el ducharse entre semana, uno 
					que aguantaba la ducha hasta fría, dejaba los sobacos de las 
					camisetas como un color verdoso, como sería los 
					guarrindonguis estos,. 
					 
					La Armada nos entregaba un libro de como debía de 
					comportarse un marinero lo firmaba un Almmirante, Don 
					Gabriel Pita Da Veiga Sanz, en el venía todo sobre 
					vestuario, educación, modales , marcialidad y aseo corporal. 
					Daba a entender que en la Armada jamás verías una ducha ni 
					el agua caliente de como estaba redactado. 
					 
					La tónica general es que por cualquier cosa nos pasabamos 
					todo el día corriendo , como un castigo disciplinario, todo 
					el día corriendo por el patio de armas, con el traje de 
					faena o de popeye y con las botas puestas. La Sexta Brigada 
					Roger de Lauria, creo que tenía el record aquel período de 
					instruccion, con un Sargento de Infantería de Marina, con 
					más medallas de Clint Eastwood en el Sargento de Hierro, los 
					hizo dar NUEVE VUELTAS AL PATIO, de unas dimensiones más 
					grandes que un campo de futbol. 
					 
					Este hombre, fue expulsado por dar una paliza a uno, lo 
					integraron otra vez para cobrar la paga de jubilado, era una 
					máquina de guerra, no miraba para ningún lado, pero era muy 
					estricto y disciplinado. hasta las recomendaciones del Cabo 
					Fuengirola, que había uno que no daba la talla para las 
					pruebas de socorrista acuático, el mismo le dijo al 
					Sargento, saquelo usted del agua, ese no vale, se va a 
					ahogar, si eso era bueno para el servicio, lo sacó del agua, 
					y lo cambió de curso, para otra especialidad. 
					 
					Y se escuchó por fin la frase mágica del día, EN ESTOS 
					MOMENTOS SE DA AGUA CALIENTE EN LAS DOS BANDAS..., debido a 
					que las Brigadas se encontraban formadas en ESTRIBOR y 
					BABOR, siempre la parte izquierda, tenía preferencia, todo 
					quisqui corriendo como un loco por el Patio de Armas, de un 
					lado para otro, con las toallas y el champu, para tirarse de 
					cabeza a la ducha. 
					 
					Lo pintoresco, es cuando la banda de Babor, no tenía agua, 
					venían los veteranos casi en pelotas, con más pelos que Rod 
					Steward, y se encaraban con los cabos veteranos de nuestra 
					Brigada, venga joer dejame pasar que estoy agobiao... los 
					meses de mili pesaban mucho y se dejaban pasar, nosotros 
					pelones, nos quedabamos flipaos de ver un veterano, cruzar 
					el patio de armas, desnudo con una toalla en la cintura... 
					 
					Salía uno reconfortado y aliviado de un duchazo que no veas, 
					me cambiaba de ropa interior y me iba a la cantina, por diez 
					duros, me sacaba un cafelito y una miloja blanca que sabían 
					a gloria, si había partido o película de guerra como 
					siempre, me metía en el cine del cuartel. Si ponían videos 
					musicales, cuando salía Madonna, con el picardías, se 
					gritaba más que cuando Iniesta metió el gol de la final. 
					 
					Los años han ido pasando, se recuerdan las anécdotas, lo 
					bonito es en Internet y en Facebook, como he reconocido a 
					Fons, el catalán que estaba en mi rancho, le he pedido 
					amistad, ya peína más canas que yo pero lo he reconocido, 
					salen decenas de colegas, buscandose la peña de cada 
					promoción. Y es que cuando pasan los años volando, como nos 
					decían, al licenciarnos, la vida va deprisa que no veas. 
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