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OPINIÓN - MARTES, 10 DE ABRIL DE 2012

 

OPINIÓN / ANALISIS

Juan Vivas afronta el reto
intelectual dentro del PP

 


Nuria de Madariaga
opinion@elpueblodeceuta.com

 

Realmente en una mini-campaña electoral hay tiempo para diversas actividades y la postulación de Juan Vivas para seguir presidiendo el Partido Popular entiendo que ha de ir sustentada en “algo al menos” de campaña. Por más que el Presidente piense no estar para eventos ya que su discurso y su gestión son de sobras conocidos y están reiteradamente avalados por las urnas. ¿Perspectivas reales? “Sin campaña al uso” ¡Miren cuanta modestia!.

Porque lo anuncia simultáneamente a la organización de charlas, encuentros, seminarios y potenciación a todos los niveles del sustrato intelectual de la militancia. ¿Y qué mejor anuncio de campaña que la propuesta de una formación doctrinal e ideológica mantenida en el tiempo y en el espacio?. Astuto Juan Vivas que tira la piedra del compromiso de evolución intelectual y esconde la mano, cómo si con él no fuera “la cosa”.

¿Vuelta tal vez a la ambiciosa ilusión de finales de los 70 cuando en la destartalada sede madrileña de la calle Silva 23 se nos hacía aprender de memorieta los postulados de Alain de Benoist exponente de la Nouvelle Droite francesa? Por ahí, por ahí se comienza el semillero capaz de convertir a cada militante en un politólogo de campanillas. Si el militante así lo desea, aunque no conozco a nadie que no tenga interés en ampliar su abanico de conocimientos y al tiempo mejorar como persona.

¿Cabe oferta de campaña más abolengosa? Realmente no, ya decía Luis Pasteur, el científico que descubrió que los microbios pueden provocar enfermedades que “El azar favorece a la mente preparada” y eso viene a significar que la oportunidad más la preparación es igual a buena suerte. Y unas elecciones donde se decide el Gobierno de una ciudad o de una Nación y en las que se vota a unos representantes que son los llamados a gestionar y defender los intereses de la ciudadanía, no deben ser en absoluto un acto visceral, ni pueden serlo porque se corre el riesgo de acabar gobernados por payasos del estilo de Chavez el venezolano. El pueblo vota carisma, pero también preparación intelectual y capacidad empíricamente demostrable. Y no se nace “capacitado” sino que, en un primer lugar se tienen una intención y un deseo de “llegar a ser”. Así lo señala el Upanishad, texto védico milenario: “Tú eres lo que tu deseo más profundo es. Cómo es tu deseo, es tu intención. Cómo es tu intención, es tu voluntad. Cómo es tu voluntad, son tus actos. Cómo son tus actos, es tu destino”.

¿A que resulta algo “muy cultureta” una alusión a los textos védicos? ¿Que cómo se traduciría al castellano castizo? Bueno sería algo cómo lo de que “Si te lleva el diablo, que te lleve en coche”. Pero resumiendo, resulta ilusionante el reto de ver batirse a dos aspirantes en el terreno de las ideas. Por más que Juan Vivas, con su proverbial templanza, anuncie que no va a entrar en duelos con nadie. Y yo digo que mejor que añada “por ahora” porque antes hay que ver el talante con el que acude el contrario. Si todo discurre cómo la seda, sin indirectas y mucho menos “directas”, de forma educada y adecuada de forma que los postulantes y sus afines salgan sin un sólo rasguño, todo muy protocolario y con toneladas de corrección política de por medio, será algo tedioso pero intrínsecamente correcto.

El problema es que Juan Vivas puede tener un férreo control de su discurso y autolimitarse a “mejorar lo mejorable” y “insistir en lo que ya no puede mejorarse más, por si acaso erramos en la creencia de su perfección”. Pero ¿Exudará el contrario idéntica mesura y contención? Porque cuando alguien aspira a quitar al contrario para ponerse él, no suele utilizar expresiones del “Lourdes lingüístico” (este calificativo lo fraguó un filósofo italiano neocon, es decir, de la derecha neoconservadora, mi admirado maestro Sartori, para no mentir).

Tendremos por el momento que contentarnos con esta avanzadilla de propuestas enjaretada por el Presidente Vivas que, cómo tantos, es poco amigo de bicefalias innecesarias porque no le interesa el reinado de los Austria.

Pero potenciar a todos los niveles la formación de afiliados y simpatizantes es ya de por sí una oferta muy golosa que para algunos resulta irresistible. Pero nada de prejuicios (entiéndase cómo “Juicios previos”) habrá que esperar la oferta de la segunda opción y evaluar cual de las trayectorias resulta más fiable. Esto no ha hecho más que empezar.
 

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