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					Trabajadores sanitarios del centro de salud del Tarajal se 
					manifestaron ayer a las puertas del ambulatorio, en señal de 
					protesta, después de que un día antes rompieran los 
					cristales del vehículo de una enfermera que estaba 
					realizando una visita domiciliaria. Ante este tipo de 
					incidentes, profesionales y sindicatos reclaman al Ingesa 
					más seguridad. 
					 
					La enfermera África Jiménez Blanca ha tenido que arreglar su 
					coche en dos ocasiones debido a incidentes sufridos durante 
					visitas a domicilio. El último fue el martes, cuando 
					rompieron dos cristales de su vehículo y le robaron un 
					maletín de trabajo con medicamentos, durante un 
					desplazamiento -“breve, puesto que la paciente no estaba en 
					casa”-, a la barriada Príncipe Alfonso.  
					 
					Ella -quien ya ha efectuado la denuncia en la Policía- y el 
					coordinador de Enfermería del centro de salud del Tarajal, 
					Ángel González, ejercieron ayer de portavoces de los 
					compañeros, para manifestar su rechazo a este tipo de 
					incidentes y exigir al Ingesa más seguridad durante los 
					desplazamientos, unos quince o veinte al día, según 
					informaron.  
					 
					Los profesionales, acompañados de representantes sindicales 
					de SATSE, UGT y CCOO, se concentraron ayer a mediodía a las 
					puertas del centro de salud para manifestar su rechazo a 
					esta situación y apuntar su intención acerca de, si el 
					Ingesa no pone medidas, realizar a pie los desplazamientos. 
					Hasta el momento deben utilizar sus vehículos personales 
					para estas visitas (por lo que únicamente reciben una 
					retribución de 57 euros, en concepto de gasolina). “Hemos 
					pedido en varias ocasiones que nos faciliten un vehículo del 
					Ingesa para los desplazamientos sanitarios, con la 
					consecuente demora en el tiempo”, apuntaron. 
					 
					“Estos hechos se repiten de manera continuada cada cierto 
					tiempo”, recordó el jefe del servicio, quien recordó el caso 
					de una enfermera que cubría una sustitución y a la a la que 
					le robaron el coche y se lo tiraron por un terraplen. En ese 
					sentido, SATSE recordó que la situación se ha denunciado de 
					manera reiterada por los sindicatos. De este modo explicó 
					que los representantes de Enfermería entregaron al gerente y 
					dieron entrada, a fecha de 29 de marzo, a un documento en el 
					que exigían “un apoyo rápido, expreso y público” por parte 
					de la Dirección. En dicho escrito, SATSE proponía un sistema 
					antipánico eficiente en el centro de salud y lamentaba la 
					inseguridad que los trabajadores experimentaban durante las 
					visitas a los domicilios, además de los daños personales que 
					sufrían en estos desplazamientos. 
					 
					González incidió en que los causantes de estos incidentes, y 
					en concreto del último, eran “marginales sociales que buscan 
					la medicación para después venderla”. En este sentido, la 
					enfermera afectada matizó que con el resto de vecinos nunca 
					ha tenido problemas e incluso en alguna ocasión se han 
					prestado a ayudarla. “Lo que sí pediría es que hubiera, al 
					menos, un policía en la zona del Príncipe, porque ayer pedía 
					ayuda y no había nadie”, lamenta Jiménez.  
					 
					Los trabajadores explicaron que ya habían notificado al 
					equipo directivo del Ingesa de este nuevo incidente, y que 
					continuaban a la espera de una respuesta por parte de esta 
					Dirección. 
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